La lluvia aumentaba su fuerza y llegó un punto en el que mis flechas escasearon mientras mi visión se veía reducida debido a la fuerte lluvia, así que analicé rápidamente el cuerpo del hombre, llevaba cruzado sobre el pecho la funda de la espada y en la cadera un par de hachas que colgaban tranquilas, él tenia varias armas, podía ver en su pierna la funda de un arma pequeña.

No lo dude por más de un microsegundo, simplemente me acerqué y saqué una de las hachas de su cadera para seguir protegiendome sin comprometer por completo mis flechas, tendría que regresar mañana a intentar recolectar algunas.

Golpe tras golpe directo en la cabeza, podía sentir su sangre salpicar mi rostro cuando les partía el cráneo en dos, pero siempre aparecían más y nos hacían retroceder cada vez más, así que no podía pensar en que estaba destrozando cráneos de quienes una vez fueron personas.

Él parecía no quedarse atrás, de sus manos goteaba la sangre mezclada con agua de lluvia, era tanta que charcos rojizos se hacían a nuestro alrededor conforme avanzabamos, dejando un camino carmesí qué desaparecía al instante, como si no hubiéramos estado.

No me dijo nada, no sabía yo quien era así que tampoco dije nada, pero terminé guiandonos hacia la caseta de vigilancia, en donde nos resguardamos de la lluvia.

No nos habían seguido las criaturas, así que el lugar era seguro por lo menos en ese instante, así que nos sentamos en el suelo y solté mi cabello para poder exprimirlo un poco.

Adentro de la caseta el frio era seco, me hacia temblar un poco pero no podía verme débil de ese modo en presencia de un extraño que parecía ser alguien que no pensaba mucho en los sentimientos.

-Será mejor que me regreses mi hacha.- su voz me sorprendió, era gruesa y un poco ronca, me miró con atención y fue ahí cuando pude detallar su rostro.

Era un rostro bastante masculino, pero al mismo tiempo tenia facciones finas, lo más sorprendente era una cicatriz que cruzaba por uno de sus ojos, manteniendolo cerrado por completo, me miró con expectativa hasta que saco de su abrigo algo y me lo extendió.

-Recuperé algunas de tus flechas.

Miré su mano repleta de flechas y sentí un gran alivio al contar al menos diez de ellas.

-¿Cómo hiciste eso?- Me acerque y las tomé entre mis manos para poder contarlas, le entregue su hacha, con un asentimiento de cabeza me agradeció antes de limpiarla contra su pantalón y colgarla nuevamente en su cadera.

-Íbamos contra espalda, no fue difícil ir juntandolas mientras caían los adefesios.- se encogió de hombros y se quito de encima la gruesa chamarra para revelar una camisa negra ajustada con el cuello alto.- Supongo que vas a necesitarlas, ¿estás lejos de tu comunidad?

-¿Comunidad?- Pregunté confundida, las pocas comunidades qué quedaban habían sido deboradas, las personas no podían llevar una convivencia totalmente sana, y si no los mataban los monstruos esos, se mataban entre ellos.- Soy simplemente yo, no vengo de una comunidad.

Elevó ambas cejas luciendo sorprendido, se recargo contra una de las paredes y sacó de su pantalón un par de barras energéticas, me lanzó una y la tomé en el aire.

-¿Has sobrevivido sola?- Asentí mientras comenzaba a comer la barra, que ya sabía un poco a rancio, pero no iba a quejarme.- ¿Cómo has conseguido hacer eso?

-No fue difícil, estaba acostumbrada a antes de esto viajar mucho, jamás fui de amistades ni de rodearme de personas, me gustaba tomar expediciones, así que sé orientarme y puedo sobrevivir bien, el arco fue un entretenimiento de adolescente gracias a los libros que leia, así que me funcionaron.- Asintió como si quisiera procesar todo.- Siempre fui yo contra el mundo, y ahora sigue siendo así, sólo que antes era lidiar con críticas, ahora es lidiar con muertos vivientes qué quieren comerme mientras me siga retorciendo de dolor.

one shorts de ZoroxRobin.Where stories live. Discover now