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Llegamos al pueblo y claro que las miradas cayeron de inmediato sobre nosotros, recibía uno que otro saludo pero las personas se preocupaban mayormente por el polvo, la sangre y las heridas junto a los raspones.

Las personas no se acercaban, o bueno, no lo hacían hasta que un par de mocosos que conocía muy bien se acercaron corriendo a saludar.

-¡Hola! ¿Qué sucedió hoy? ¿Fue una aventura?- Sus ojos se llenaron de brillo por querer saber.- ¿Fue divertido? ¿Fue usted un valiente? ¿Quién es ella? ¿Es su esposa?- Me miraban como si quisieran pasar toda la tarde escuchando historias y me reí.

-Nada del otro mundo chicos, si otro día quieren pasar a la casa adelante, pero hoy no.- ellos renegaron.- Recuerden que a veces estoy cansado y hoy es el día.

Bueno, renegaron un poco y luego se fueron, Robin les sonrió al alejarnos y luego se detuvo ante una tienda general.

-En la maleta esta mi dinero.- Susurré mirando como sostenía con firmeza las correas de la maleta.- Si logras sacarla puedes tomar dinero de ahí, supongo que necesita algunas cosas, ¿cierto?

Miró de mí hacia la maleta varias veces y negó rápidamente, se acercó a mí rápidamente para murmurarme al al oído.

-Si lo muevo se despierta, y hará un escándalo.

Palpe mis bolsillos pero era claro que no llevaba nada de dinero conmigo, ella analizó un poco la situación.

-¿Es muy urgente? Podemos ir a la casa y luego regresar.- Mordió su labio inferior y levantó un poco la maleta.

-¿Puedes sacarla?- Me preguntó elevando hacia mi el bulto.- Me sería de mucha ayuda, no quiero salir hasta que sea el momento de irme.

Bajé la mirada y en ese momento pude ver el pequeño rostro dormido, con unos labios rosados un poco abiertos, ojos cerrados y el ceño fruncido, con grandes mejillas coloreadas y una manita cubriendo la mitad de su rostro, su cabello negro era escaso pero muy llamativo.

Bien, sólo era sacar la cartera de ahí y sería todo.

Metí la mano por un costado y su ceño se frunció aún más, comencé a buscar la billetera rápidamente pero solamente hacia qué sus labios se apretaran mucho más y sus manos se hicieran puño.

-Relajate, solamente quiero mi cartera.- Le susurré para intentar tranquilizarlo.- No vayas a hacer un escándalo por que voy a encerrarte en la maleta.

Saqué la cartera victorioso y cuando levante la vista me encontré con los ojos de Robin fijos en mi, me dio una suave sonrisa y tomó la billetera antes de extender hacia mi la maleta.

-Cuidalo mientras voy.

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Entramos a la casa y de inmediato me quite los zapatos, ella hizo lo mismo dejándolos en la entrada, sacó a la criatura de la maleta y le quitó de encima todas las cobijas y los trapos.

-¡Listo!- Le susurró.- ¿Estabas incómodo? Te juro que no era mi intención, es que no había dónde más ponerte.- Él comenzó a quejarse y se estiró un poco, Robin le sonrió.- ¿Quieres un baño? Necesitas un cambio de todo y...

-¿Tienes hambre?- Le pregunté intentando acercarme y pegó al bebé contra su pecho.

-Un poco, pero quisiera bañarlo primero, ¿es posible darnos un baño?- Señale el pasillo.

-Adelante, hay toallas limpias en el gabinete y todo lo necesario en el mueble.

Me agradeció y se retiro por el pasillo con esa cosa entre sus brazos, así que me dirigí hacia la cocina para poder preparar rápidamente algo de comer, no era qué me gustara mucho cocinar, pero tenia que hacerlo si quería que ella se quedara y me diera respuestas.

one shorts de ZoroxRobin.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum