O eso creían.

Ussop, el chico de la gran nariz corrió hacia ellos despavorido mientras grandes lágrimas corrían por sus mejillas y sus manos temblaban.

-¡Lo atacaron unos perros!- Gritó aterrado mientras llegaba hacia ellos y los miraba.- Íbamos camino a la plaza del norte para intentar conseguir algo de dinero extra y unos perros quisieron morder a una señora, ¡Pero Zoro se metió entre ellos y lo atacaron!

Nami elevo la ceja, ya conocía las bromas de su compañero, Luffy comenzo a reír pero Ussop temblaba de miedo y la jalo hacia él.

-¡No es juego! ¡Lo han llevado en una ambulancia!- las lágrimas y el temblor de manos hacían que todo fuese más real, Nami miró hacia sus amigos y comenzó a correr.

-¿¡A donde vas!?- preguntó Luffy siguiéndola.

-¡A buscarlo! ¡Solo hay un hospital aquí!- corrió con todas sus fuerzas seguida de sus amigos y llegaron hasta el pequeño hospital.

Era sencillo, de una planta y realmente no muy grande, pero no podían esperar mucho cuando no contaban con dinero ni documentos.

Nami miró su vestimenta y la de sus compañeros y supo que no iban a verla muy bien entrando así.

Se asomaron hacia la sala de urgencias y Luffy logró verlo, la ropa de zoro estaba manchada fe sangre, había sangre corriendo por sus brazos y cabello mientras forcejeaba e intentaba soltarse del agarre de los guardias que lo intentaban someter.

-¡Basta! ¡Quiero irme! ¡No me van a obligar!- gritaba aterrado mientras contenía las lágrimas e intentaba soltarse del agarre de los dos guardias.

-¡Estas herido!¡No seas terco!- uno de los guardias lo sujeto con mucha fuerza y el pequeño soltó un grito de dolor que dejó a todos en silencio, las lágrimas llenaron los ojos del peliverde y tosió algo de sangre.

-¡Basta!- gritó una mujer y todos la observaron, llevaba el cabello de color gris y un par de ojos azules observaban todo, llevaba una bata hospitalaria.- No quiero que lo toquen, exijo un traslado a la clínica privada san eduardo.- Dijo mirando a todos, luego observo a Nami, Ussop y Luffy.- Y no separen a esos niños por favor.

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Nami era escoltada junto a los otros chicos a una habitación blanca con una cama vacía, miraron a su alrededor y un médico no tardo en llegar, era un hombre de afro y lentes oscuros puestos.

-Hola, ¿que tal?- les pregunto, entre sus manos llevaba una caja color café que dejó en la silla que estaba a un costado de la cama.- Ahí.- señaló una puerta.- Hay un baño, hay agua caliente, pueden ducharse si quieren, aquí hay ropa limpia, cuando llegue su amigo llegará comida.

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Zoro miró a su alrededor después de despertar, el cuerpo lo sentía adormecido y estaba seguro que sentía calidez, ¿como podía sentir calidez si era diciembre y casi navidad? Se intento poner de pie y usando sus codos como apoyo miro a todos.

Nami estaba dormida en el sofá de la habitación, Luffy estaba acostado a los pies de la cama y Ussop recostado contra una silla y con la cabeza sobre la cama, todos llevaba abrigos y parecían estar limpios.

Sabía que lamentablemente deberían volver a las calles, pero esperaba que esos momentos de permanecer ahí fueran suficientes para darles un poco de calidez a todos.

O eso creía.

Estuvo un par de días en ese lugar, constantemente recibiendo visitas del doctor brook, quien era un pediatra amante de la música y que se había ofrecido para ayudarlos a todos.

Brook era viudo, soltero y un adulto sin hijos, por lo que tener a los cuatro niños sin hogar o lugar a donde ir le removió los sentimientos y se decidió a llevarlos a todos a casa con él, claro que hubo papeleo y movimientos por varios meses, y en esos meses ellos vivieron en una casa hogar.

one shorts de ZoroxRobin.Where stories live. Discover now