one shorts de ZoroxRobin.

#67

Lo miró incrédula y él sonrió con malicia para después besar su frente, luego la otra mejilla y el final bajar un poco a besar su mentón.

-Vamos, no queremos que vengan a buscarnos.- Dijo el peliverde separándose y caminando por delante de ella.

Robin elevo la ceja curiosa y luego suspiro caminando detrás de él, las personas caminaban entre risas y disfrutaban la noche comiendo dulces  y riendo entre ellos.

Robin miraba a su alrededor observando a todos y sonrió mirando a sus compañeros divertirse, todos parecían estar encantados con las personas y los juegos que se desarrollaban ahí.

Y luego miro de reojo a Zoro, quien caminaba de manera tranquila a su lado y la miraba de reojo de tanto en tanto, hasta que sonrió y lo empujó un poco contra una pared.

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Zoro abrió los ojos y se encontró a él mismo dormido en la cocina mientras todos hablaban sobre los disfraces y la fiesta que tenían planeada nomas llegasen a la isla.

Miró a todos y terminó el recorrido en Robin, quien sonreía a todos y luego lo miraba a él antes de darle una suave sonrisa.

Y sabía que era todo lo que obtenía, siempre.

Suspiro pasando una mano por su cabello y se decidió a poner atención.

-Entonces llegaremos, compraremos caramelos y nos divertiremos con las personas de la isla sin armar escándalos, ¿si?- Cuestionó Nami y todos asintieron encantados.

-¿Puedo disfrazarme de lo que quiera?- preguntó Luffy encantando y Nami asintió.

-Sólo procura que no sea algo muy escandaloso.- su comentario desató risas por parte de Robin, quien conocía a su compañera.

Las miradas se giraron hacia la morena, quien se encogió de hombros antes de invitar a la navegante a continuar.

-Bueno, tenemos unos días antes de halloween para planear el disfraz dentro de la isla, ¿entendido? Por favor, quiero disfrutar una fiesta tranquila, no hagan mucho desastre.

Chopper se puso de pie y camino hacia Zoro, él le sonrió y chopper lo miró un poco apenado.

-¿Que pasa?- preguntó el peliverde poniendo una mano sobre la cabeza del reno y removiendo su cabello.

-¿Puedes ayudarme con mi disfraz?- preguntó y él asintió.- Aún no sé de qué, pero quiero algo aterrador.

Zoro comenzó a reír y asintió, el reno dio unos pequeños saltos de alegría y le señaló el pasillo.

-¡Vamos! Tengo varias ideas! Sere muy aterrador-zoro asintió y se dejo guiar por el reno hasta la habitación.

-¿Y por que no te vistes de doctor loco?- preguntó Zoro observando un libro de medicina.

-Por qué ya soy doctor, eso no sería muy divertido.- Susurro mirando a zoro con los ojos entrecerrados.

-¿Quieres ser aterrador?- El reno asintió.- Vístete de hombre lobo, no necesitas mucho por que puedes transformarte.- Los ojos del reno brillaron y asintió repetidas veces.

-¡Es verdad! ¡Es una increible idea!- Dio saltitos de alegría.- Le pediré a Franky un pantalón para romper, ¡a fin de cuentas él jamás los usa!- corrió dejando al peliverde solo y él se encogió de hombros.

Camino a su habitación, no era muy fan de los disfraces así que la famosa fiesta no le llamaba mucho la atención, por lo que no se preocupó por buscar algo para ponerse.

*
La famosa fecha había llegado, todos llevaban días buscando el disfraz perfecto y se podían ver lo elaborado de cada uno de sus vestuarios.

Zoro miró su ropa de entrenamiento y se encogio de hombro, había preferido quedarse en el barco en lugar de bajar para evitar soñar despierto con las locas ideas que pasaban por su cabeza cuando miraba a cierta morena.

Y hablando de ella, Robin apareció frente a él usando un traje blanco, un vestido con un tutú blanco, junto a unas zapatillas del mismo color, el escote era discreto y en forma de corazón, llevaba un aron sobre la Cabeza y unas pequeñas alas que a zoro le hicieron ruido.

-¿No bajas a la isla?- preguntó sacando a zoro de su embobamiento, él negó rápidamente.

-No, me quedo a entrenar.- Señaló la torre de vigilancia.

-Que lastima, te conseguiré algunos caramelos.- sonrió ella y Zoro le regreso la sonrisa de manera discreta y un poco apenada.

Y Nami apareció, llevaba lo que parecía un traje de vampiro demasiado sexy para ser algo presentable para niños, miró a Zoro molesta y lo señaló.

-¡Nadie se queda en el barco!- camino hacia él y empujó un poco al peliverde.- ¿No conseguiste disfraz?- él negó mirando a la pelinaranja.

-Yo tengo uno.- sonrió Robin y Zoro la miro.- Ven, te llevo.- Tomo el brazo del peliverde y lo guió por el barco hasta llegar a la habitación de las chicas.

Zoro observo la habitación, demasiado ordenada y con un olor a flores y mandarinas bastante suave, Robin le mostró una caja no muy grande en donde había varias cosas.

-¿estas insinuando que me disfrace de demonio?- preguntó sintiendo algo extraño en su estómago al ver los cuernos.

-¿Que tiene de malo?- preguntó Robin y Zoro se encogió de hombros no queriendo hacer notar lo parecido con su sueño.

-Oh, es que mi otra opción de disfraz era de demonio.- le guiño un ojo y le extendió la caja.

-Gracias.- Susurro zoro tomando la caja y yendo a la  habitación de hombres.

Se cambió y se coloco ropa completamente color negro, los cuernos y la extraña cola también, miró al fondo de la caja y encontró unos colmillos falsos nuevos.

Se los coloco y miro su reflejo en el pequeño espejo que había ahí, no se miraba realmente mal, así que se encogió de hombros y salió.

Cuando salió logró ver a Robin saliendo del pasillo, se armo de valor y la alcanzó, ella sonrió mirándolo de arriba hacia abajo.

-Bonito Disfraz en conjunto, ¿verdad?-  preguntó cruzando su brazo con el del peliverde y él la miró sorprendido.- Sin querer parece que a propósito nos hemos disfrazado así.

Zoro sonrió un poco realmente encantado con esa idea, pero sabiendo que ella no lo decía de la manera en la que él quisiere escucharlo.

Pero dejó de caminar cuando robin detuvo sus pasos, la miró confundido y ella le sonrió antes de acercarse y besar su mejilla de una manera suave e incluso tímida.

Robin se separo y le guiño un ojo antes de caminar rápido y dejando atrás al peliverde, quien se quedó sorprendido y la comenzó a seguir, pero sin darse cuenta llegaron hasta el puerto, en donde mucha gente se acumulaba.

La sostuvo de la cintura y la miró de reojo, se encontraba realmente nervioso, pero esperaba que lo que fuera que pasara era noche fuera bueno.