-Creo que iré al baño.- dio pequeños saltos para alejarse de todos y suspiro mirando el pasillo, pero al cruzar para entrar al mismo chocó con algo y cayó al suelo.

Se desoriento por unos segundos y cuando reaccionó se dio cuenta de con quien había chocado, abrió los ojos y observo en ceño fruncido de zoro, quien la miraba fijamente hasta que sus miradas se encontraron y él se retiro de golpe.

-¿No te fijas por donde vas?- preguntó en un tono de voz lo más parecido posible a un gruñido, Robin elevo la ceja viéndolo ponerse de pie.

-¿Estabas a caso espiando desde el pasillo? Por qué no te veías con intensión de caminar cuando chocamos.- murmuró ella ignorando la mano que él le tendió y poniéndose de pie sin ayuda, logrando hacerlo fruncir más aún el ceño.- Deberías dejar de acechar a las personas, puede resultar un poco tenebroso.

-¿Soy yo quien resulta tenebroso?- Preguntó él cruzando sus brazos, Robin se encogió de hombros y comenzó a caminar en dirección al baño.- ¿No deberías responder mis preguntas?- preguntó dando un paso hacia ella y Robin le sonrió antes de señalar el fondo del pasillo.

-Te diría que me siguieras al baño, pero seguir caminos rectos no es lo tuyo ¿cierto?- preguntó con cierta burla, Zoro sintió sus mejillas enrojecer.- O tal vez puedas esperar aquí, de todas formas eres mi vigilante personal, ¿me equivoco?

Robin lo dejo y camino hasta el baño, una vez adentro suspiro muy profundamente, libero su vejiga y luego se refresco el rostro, se dedico a verse unos segundos al espejo para recordarse que no debía dejar que nunca nadie la hiciera sentir menos.

Cuando salió del baño el pasillo estaba vacío, suspiro aliviada y regreso con los otros, quienes la recibieron encantados.

**
Aproximadamente media noche, Robin miró a su alrededor mientras regresaba de la cocina con un vaso de agua para chopper, quien dormía con ella casi todas las noches.

Dobló el pasillo y chocó con algo, lo cual la sorprendió e hizo caer al suelo con el agua derramada sobre su blanca camisa, la cual claramente se transparento un poco, revelando que no llevaba sujetador y el vaso se hizo añicos en el suelo.

-¿Se te está haciendo costumbre?- preguntó Zoro malhumorado observándola, el agua corría por su pecho desnudos en forma de pequeñas gotas que parecían tener una carrera, le fue imposible no notar la gran camisa de la morena y como esta se enrollaba en sus caderas, dejando a la vista su ropa interior.

Trago grueso.

-¿A mi?- preguntó ella frunciendo mucho el ceño.- Yo no soy quien parece merodear en los pasillos.

Ambos estaban en el suelo, mirándose fijamente sentados uno frente al otro, Robin bajo un poco la mirada y noto una solitaria gota de agua que corrió desde el cuello del peliverde hasta la cinturilla de short, una gota de agua afortunada.

-Parece que no te fijas por donde caminas.- le dijo él acercándose un poco a ella, Robin sintió calor con la proximidad.- ¿Está vez tampoco me dejaras ayudarte a ponerte de pie?- le dijo acercándose un poco más, Robin miró su rostro, luego el torso desnudo del chico y luego cayó en cuenta de sus piernas un poco abiertas, en donde él se estaba colando.

-Tú deberías fijarte por donde caminas.- Susurro Robin abriendo sólo un poco más sus piernas, Zoro se acomodo entre ellas y fijo su mirada en ella, él estaba sentado sobre sus propias piernas, los talones chocando con su propio trasero.

-No tienes derecho a decirme que hacer.- le dijo acercando su rostro un poco más al de ella.- No deberías molestarte por que ande libremente por cubierta.

Robin bajo ambas manos y las recargo en el suelo, pero maldijo sintiendo un piquete en la palma de una de ellas, Zoro la tomó y miró el trozo de vidrio, que con cuidado sacó y luego miró a Robin, una sonrisa maliciosa se formó en sus labios.

-No las pongas en el suelo.- le pidió la otra mano y la morena se la extendió.- Ponlas aquí.- tomó ambas manos y las coloco en sus hombros, Robin las movio un poco y ahora rodeaban su cuello.

¿Estaba haciendo calor? Ambos tenían mucho calor, Robin sentía una extraña necesidad de levantar sus caderas para poder sentarse en las piernas de él y Zoro estaba resistiendo por acariciar esas piernas tersas y largas que bien podría enrollar en su cadera.

-¿Y tus manos? ¿Las dejaras en el suelo?- Susurró Robin mirando a Zoro antes de morder su labio inferior, él negó.

Tomándola de sorpresa subió ambas manos al trasero de ella para jalarla contra él y subirla sobre su regazo, Robin dio un pequeño  grito y se acercó a él para besarlo, no sin antes acomodarse mejor y en medio del movimiento sentir algo extraño entre los pantalones del peliverde.

Zoro abrió mucho los ojos y sintió el sudor correr por su torso desnudo, miró a su alrededor y salió de la cama dispuesto a darse un baño con agua fría gracias a ese maldito sueño que había tenido, ¿donde había comenzando el sueño y terminado la vida real?

Zoro suspiro caminando por el pasillo y mirando hacia sus pantalones, ¿era real? Robin creía que la odiaba cuando realmente la miraba por que no podía dejar de fantasear con ella, malditas hormonas.

Necesitaba más que un baño frío... Necesitaba desahogarse.

Cruzo por el pasillo y se quedó quieto cuando escucho la voz de Robin entonar una suave melodía, se acercó a la habitación de la morena y pego la oreja para escucharla cantar.

Lo hacía de forma muy suave y delicada, hasta parecía que susurraba solamente, pero escucharla cantar binks no sake era la cosa más hermosa que había escuchado, incluso sentía su corazón latir con fuerza.

Abrió un poco la puerta y la encontró de espaldas a él con chopper entre sus brazos con la cabeza recargada en el hombro de la morena mientras ella lo mecía como si de un bebé se tratase, ella tarareaba en voz muy baja mientras se movía de un lado a otro y se giro sorprendida al verlo.

Frunció el ceño y detuvo la canción, Zoro maldijo notando la mirada penetrante de la morena y miro a su alrededor intentando encontrar una excusa.

-Iba al baño.- Susurro mirándola y Robin se encogió de hombros dándole la espalda.

-Puedes continuar sin problemas, ¿o no?- preguntó y él suspiro asintiendo.

-Te he escuchado cantar... Lo haces muy bien.- ella le seguía dando la espalda y el supo que era el momento de hablar.-¿Sabes? Me gusta como cantas, de hecho, creo que sé muy bien por qué te veo.

Robin se giro solo un poco y lo encaro, Zoro trago grueso y la miro escondiendo la mitad de su cuerpo detrás de la puerta por que aun llevaba una dolorosa ereccion en sus pantalones.

-Creo que te observo por que me gustas...

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Holis, paso a preguntar una cosita.

La parte anterior planeaba dejarla hasta ahí, ¿Quieren segunda parte? 👀 Comenten por fis

one shorts de ZoroxRobin.Where stories live. Discover now