-Tiene sueño, Yo me voy a bañar.- Robin asintió tomando al bebé entre sus brazos.

-Gracias.- susurró acurrucando a Kuina para dormirla.

-¡Nami! ¿Que tal?- saludo Zoro a la pelinaranja, Nami sonrió y saludo con la mano.

Zoro desapareció por el pasillo y Nami salto sobre Robin, buscando tomar entre sus brazos a la bebé, que la miraba con ojitos somnolientos.

-Tiene sueño, puedes tomarla, no creo que batalle mucho para dormir.- Nami asintió tomándola entre sus brazos y dejándola acurrucarse contra su pecho.

-Entonces...¿Cómo que ya no hay un ustedes? - preguntó Nami, Robin comenzó a cortar vegetales.

-Se acabó.- susurró dejando de lado las verduras y levantando un poco su blusa, revelando una cicatriz a lo ancho de todo su abdomen, Nami abrió mucho los ojos.- No fue él, fue una chica de la marina que venía por él.- se encogió de hombros bajando la blusa.- Pero abrí la puerta yo, venía dispuesta a todo por estar con él y me lanzó una estocada directo al vientre cuando estaba embarazada.

-¿Y qué hizo él?- Preguntó Nami observando cómo la pequeña bebé se acomodaba mejor entre sus brazos.

-Se salió de la casa con ella.- Susurró Robin escuchando ruido y bajando la voz.- Realmente no supe que pasó, regreso con cortes del enfrentamiento en los brazos, pero regreso con marcas de labial por el cuello... Y me enfureció el hecho de que entré en labor en esos momentos y tardo mucho, tuve que tomar el auto e irme sola al hospital, Kuina nació 8 semanas antes, por poco no sobrevive.

Nami se quedó sorprendida y con un nudo en la garganta, conocia a Zoro muy bien, y a Robin también, sabía que lo que había generado el enojo y pánico a Robin no era el hecho de que saliera con ella, ni que volviera con marcas de labial, lo que la había molestado era la tensión que sentía de saber que podría perder a su bebé.

-¿Y no hablaste con él después?- Preguntó curiosa, no queriendo que la historia de ellos terminase así.

-Cuando regresó yo estaba en el hospital, se habían llevado a Kuina a cuidados intensivos y yo estaba perdiendo bastante sangre, era una herida muy profunda.- Robin comenzó a contar las cosas con un poco más de fuerza... Y rapidez.- Él llegó y lo primero que vi fueron las heridas, pero ni siquiera se limpio las marcas de labial, yo estaba en pánico por Kuina, y le dije que si moría, sería su culpa.

Nami suspiró con asombro, Kuina dio un pequeño respingo y se acomodo mejor, Robin limpio una lagrima que quería bajar por su mejilla.

-Claramente hubo un gran pleito ahí, nos dijimos muchas cosas, nos gritamos de todo, y durante el mes que Kuina estuvo en el hospital era vernos y pelear, jamás le deje explicarme las cosas y el tampoco hizo esfuerzo en intentar arreglar todo.- Se dio la vuelta en dirección a la estufa y comenzó a poner las cosas en grandes sartenes.- Todo mejoró un poco cuando el peligro y tensión pasó y pudimos traerla a casa, yo aún tenía un poco frágil la herida, se infectó un poco, fue muy Estresante, y llegar a casa a descansar con Chopper cuidándome fue el paraíso.

Nami suspiró poniéndose de pie.

-¿Y después de que regresaron? ¿Todo siguió igual?- preguntó Nami, Robin asintió y señaló al pasillo.

-Puedes acostarla en la cuna, sólo trae contigo uno de los monitores y lo dejas en la barra.- dijo Robin, Nami asintió caminando por el pasillo hasta una bonita habitación blanca con el techo pintado como el cielo, acostó a la niña y encendió los monitores, llevando con ella uno, regresó con Robin y lo dejó en la mesa.

-Entonces, ¿Él jamás te buscó para arreglar las cosas?- Preguntó Nami y Robin asintió lentamente.- ¿Y no quiso ni siquiera explicar las cosas?

one shorts de ZoroxRobin.Onde histórias criam vida. Descubra agora