Nami asintió y todos se despidieron, Robin miró a Nami, quien le dio una enorme  sonrisa.

-No me dijiste que él iba a ir.- dijo Robin mientras ambas comenzaban a caminar en dirección a casa de Nami.

-¿De quien crees que es la casa?- preguntó Nami sonriendo.

-¡Me dijiste que la habías conseguido!- dijo Robin abriendo mucho los ojos.

-Si, la conseguí con él.- dijo sonriendo.- si tan solo le hablaras más, sabrías que todo lo que dicen de él es una gran bola de mentiras.

-Jamás he creído en todo lo que dicen de él.- se encogió de hombros Robin.- Siempre he sabido que es un buen chico.- Nami dio una enorme sonrisa.

-Y por que babeas cada vez que lo ves.- se encogió de hombros Nami, Robin rodo los ojos. - Realmente deberías hablarle, es un buen chico.

-Podré hacerlo este fin.- sonrió Robin un poco dudosa, no sabía si tendria valor para hacerlo, había una persona en el mundo que la ponía nerviosa, y era él.

Al llegar a la casa de nami, las recibió su madre, bellemere, con un delicioso estofado en salsa de mandarina que ambas amaban.

-Buenas tardes bellemere.- sonrió Robin hacia la mujer, quien le dio un enorme abrazo y una gran sonrisa.

-¡Hola Robin! ¿Que tal tu madre?- le pregunto caminando a la cocina.- Nojiko no ha regresado, creo que vendrá para cenar, vengan, vamos a sentarnos.

Saludo a su hija y las tres caminaron a la cocina.

-Muy bien, gracias, de hecho debe estar trabajando a esta hora, sale en un rato más.- bellemere asintió mientras se sentaban a comer.

-¿como va a estar su rutina hoy, chicas?- pregunto bellemere sirviendo su plato.

Nami le paso un plato a Robin con bastante comida y sirvió uno para ella.

-Iremos a comprar unas cosas que hacen falta, luego iremos a casa de Robin por sus cosas y los chicos vendrán por nosotras aquí.- dijo Nami haciendo grandes ademanes.

-¿Alcanzarás a ver a tu mamá antes de irte?- preguntó bellemere hacia Robin.- Te daré un poco de estofado para ella, queremos juntarnos este fin aprovechando.- les sonrio a ambas.

-Si, ella llega como en una hora a la casa, alcanzaré a despedirme, y muchas gracias, a mi mamá le encanta su estofado.

Siguieron comiendo entre platicas y risas, lavaron los platos y las chicas comenzaron a terminar todo lo que les quedaba pendiente por hacer antes de irse.

Unas cuantas horas después ambas se encontraban esperando a que los chicos llegaran, ambas iban vestidas bastante cómodas para el viaje.

-Parece que han llegado.- dijo nami mirando por la ventana una gran camioneta negra con vidrios polarizados.

Robin miró por la ventana algo curiosa, y se sorprendió.

-¿Esa camioneta la rentaron?- pregunto curiosa al verlos bajar del coche.

-No, es de él.- dijo nami encogiendose de hombros.- Bueno, de su papá.- dijo mientras Caminaba hacia la puerta y la abría.- Bienvenidos.- les guiño un ojo.

Zoro asintió con la cabeza hacia ella, sanji entró sonriendo y abrazando a ambas chicas, seguido de luffy.

Robin miró a zoro, llevaba un pantalón verde y unas botas militares junto a una camisa blanca y una camisa grande con estampado militar,  tenía el cabello desordenado.

one shorts de ZoroxRobin.Where stories live. Discover now