"Suéltame".
— No.
"He dicho que me sueltes".
— No lo haré.
Yasuo seguía aferrado a Sona, protegiéndola con su cuerpo mientras la sujetaba desde su espalda. Jinx y Malphite se habían marchado para rastrear los alrededores en busca de Zed.
"Confié en ti y aún así me privaste de...", Sona no pudo seguir hablando y bajo su rostro.
— ¿Estabas dispuesta a vivir con ello?
Ella sólo asintió.
— ¿Con ese dolor y odio a ti misma hasta tu último aliento?
"Protegía el ora, seguramente este..."
— Pero esto no era solo por el ora ¿cierto? — la interrumpió suavemente.
Sona puso gesto de dolor inconscientemente, pero casi inmediatamente volvió a debatirse.
"¡Suéltame ahora mismo!".
Él cerró sus brazos alrededor de ella con más fuerza.
"Zed podría estar cerca aún ¡Debo hacerlo!"
— Sona, no quiero verte herida de ninguna forma. Estás agotada, apenas puedes tenerte en pie y no creo que puedas abrir ningún portal por el momento.
"¡Es mi deber!", su voz iba subiendo en tono y urgencia.
— Es peligroso.
"¡Suéltame!"
— ¡Podría matarte, Sona!
Ella lo miró de reojo algo sorprendida.
— Estas vulnerable emocionalmente, débil y no piensas con claridad.
Lentamente aflojó su agarre y luego hizo que ella volteara. La miro a los ojos mientras sujetaba con delicadeza sus hombros.
— Él te asesinará sin vacilar si le das la oportunidad , Sona, es por eso que no puedo dejarte marchar por el momento.
Ella frunció ligeramente el ceño y luego desvió su mirada. Si Yasuo no estaba dispuesto a dejarla ir por las buenas, tendría que hacer algo de lo cual seguramente se arrepentiría; deseaba que hubiera otra forma, pero no la había.
"Por última vez: suéltame, Yasuo".
— Lo siento, Sona.
"Tu hermano..."
Ella sintió como Yasuo se tensaba ante su sola mención.
"... yo lo mate".
— Sona, estas confundida. Sé que todo es un caos ahora mismo y...
"¡Yo lo asesiné!"
Sona tomó sus manos y las apartó bruscamente; lo miro fijamente completamente seria, demostrando que hablaba en serio.
— Sona, ¿qué estás diciendo?
"Lo que oíste".
Entonces se estableció un largo silencio. Ambos se miraban fijamente sin quitar los ojos del otro, intentando leer sus miradas y sus pensamientos, al mismo tiempo que Yasuo altercaba sus expresiones entre sorpresa, incredulidad, confusión e ira.
— Tu... no, es imposible...
"Ese era lo que debía decirte fuera antes de todo este caos... mi gran secreto".
Yasuo retrocedió unos pocos pasos con angustia, sin quitar su vista de ella y tensando los labios.
"Lo lamento".
A continuación se perdió entre la maleza y todo quedo en silencio. Luego de unos cuántos minutos Yasuo recobró la compostura, se irguió tranquilamente mientras se llevaba las manos a sus caderas, apoyaba su peso en la pierna derecha y soltaba un suspiro.
— Sé que están ahí, salgan de una vez.
Kayn se acercó lentamente a Yasuo, sosteniendo perezosamente su hoz con una sola mano, seguido de Ziggs que tenía el rastreador y estaba claramente incómodo. El Ordinal y el capitán de la Morning Star se observaron mutuamente, midiendo sus temperamentos y estados físicos.
— Supongo que no piensa ir tras ella, capitán.
Yasuo apretó la mandíbula.
— Debo dar crédito a su tripulación, su amada piloto se las ingenió para llegar aca y alcanzarlo a usted y el grandote antes que nosotros pese a que la dejamos a buen recaudo atada a un árbol.
No hubo respuesta y Kayn supo que no había nada más de que conversar, además no es que alguno de los dos quisiera estar más tiempo con el otro.
— Bien, creo que ya debo marcharme.
De pronto el viento se agitó y Ziggs cerró los ojos debido a la polvareda, cuándo volvió a abrirlos observo con asombro que Yasuo había recorrido los 4 metros que los separaba y la hoja de su espada chocaba contra la hoz de Kayn, que había bloqueado el ataque sin mayor esfuerzo.
— Si le pones un dedo encima a Sona... — la voz amenazante de Yasuo era clara y firme.
— Vaya capitán, y yo que creía que era un hombre razonable.
Yasuo lo asesinó con la mirada y Kayn solo le dio una sonrisa ladeada.
— Sona necesita un tiempo a solas, Ordinal.
Kayn iba a contestar, pero escuchó un repentino susurro llamándolo, exigiendo su atención y mostrando una clara ira y sed de sangre. "¿Rhaast?", se preguntó internamente.
"Claro que soy yo, idiota".
Kayn le dio la espalda a Yasuo y se marchó hacia el bosque sin mirar atrás, seguido de un extrañado Ziggs.
— Si fuera tu, no lo seguiría — le dijo Yasuo al yordle, que se sobresaltó un poco.
— ¿P-por qué lo dice?
— Si amiguito ha vuelto, es mejor que le des algo de espacio.
— ¿"Amiguito"?
Yasuo se le acerco tranquilamente, se acluclilló a su lado y le puso la mano sobre la cabeza.
— Nos encontraron rastreando la fuente de ora, ¿cierto?
Ziggs lo miró entre desconfiado y asustado, pero asintió lentamente.
— Bien, ahora me servirás durante un tiempo.
— P-pero solo soy un ingeniero ¡Además usted ya tiene a esa loca!
— Eso quedó atras ¡Ahora serás una maquina de matar!
— ¡¿Qué?!
— Lo que oíste — se incorporó y levantó a Ziggs para llevarlo con él. — Ya viste el tipo de peligros con los que te metiste por aceptar un trato con ese Ordinal. Espero que tengas buena puntería y nervios de acero.
Ziggs lo miraba con la expresión con que se contempla a alguien que ha perdido la cabeza por completo y podría llegar a ser peligroso.
— No hay tiempo para explicaciones, debemos darnos prisa.
— ¡Capitán!
La voz de Malphite se escuchó en las cercanías y casi inmediatamente despues Jinx asomó con una expresión de molestia.
— Yasuo, dile a Malphite que me deje...
— No — respondió de manera inmediata.
— ¡Pero ni siquiera escuchaste lo que...!
— No puedes utilizar su cuarto como deposito y laboratorio.
— Pero solo usaría 3/4.
— ¿Encontraron algún rastro, Malphite? — la ignoró.
— Sólo algunas huellas cercanas capitán, pero luego se esfumaron, como si el planeta se lo hubiera tragado.
La piloto y el grandullón miraron los alrededores y luego a Yasuo y Ziggs.
— ¿Y Sona? — Malphite preguntó por lo bajo.
— Digamos que quería un tiempo para ella sola.
Ziggs miró extrañado al capitán de la Morning Star, pero luego se encogió de hombros.
— ¿Qué hace aquí el yordle?
— El Ordinal estaba entretenido con un asunto de vida o muerte y me lo prestó por el momento.
— ¿Entonces Kayn se fue? ¡Nunca me espera! — Jinx parecía decepcionada.
Malphite observó un pequeño brillo dorado en el suelo.
— ¿Qué es eso?
— Ora, mi lento amigo — Ziggs cruzó sus brazos altaneramente. — Y no cualquier ora, polvo de pureza nivel 10.
Yasuo inhalo profundamente y luego soltó un sonoro suspiro.
— Malphite, necesito que recolectes todo el ora que puedas. Jinx, échale un ojo a tu amorsito por mí ¿ok? y Ziggs, ve con Jinx.
— ¡¿Qué?! — dijeron los dos últimos al unisono.
— La maquina de Ziggs les dirá si Zed o Sona están cerca ¿quieren vivir un día más para hacer explotar cosas? Hagan lo que digo.
— A mi no me gusta hacer explotar cos... — trato de decir Ziggs, pero se calló ante la mirada de Yasuo.
— Y Jinx, no quiero que te acerques demasiado a tu novio, sólo vigilalo.
Ella rodó los ojos y, junto con Ziggs, se alejó del lugar.