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Shawn's Point of View
—Esta casa es preciosa, el jardin es perfecto para Theo y Tessa. Adoraran ese árbol.—Taissa deja a aquellos blue staffy afuera y besa mi mejilla.—Echale un vistazo a la casa, amor. Estaré afuera fumando un cigarrillo.
—¿Puedes acompañarme?
—Si. Anda, vamos.
No quita su mano de mi hombro durante todo nuestro recorrido. Queria hacerme saber que estaba ahí y no se iría. Ha estado algo seria desde que Devon se unio a nuestra investigación y, aunque no quiere admitirlo, sé que sabe que he estado trabajando por mi cuenta. Ese sujeto no me agrada pero no estoy en posición de pedirla a Taissa que deje de frecuentarle.
—Mis padres traerán a Saskia en un rato. Los de la mudanza están por llegar. Quise traer a Theo y Tessa antes, no vaya a ser que hagan un espectáculo ante tantas personas en este sitio.
—Me hubiese gustado ser yo quien hiciera todo eso. Ya sabes, cuando nos mudamos juntos...
—Es un nuevo inicio. Tomalo con alegría, cielo.
—Eres muy optimista.
—Alguien tiene que serlo.
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—Taissa, ¿Sigues despierta?.—Mi mujer solo se da la vuelta y coloca su cabeza en mi pecho. Deja un beso en el sitio de mi esternón y me mira algo adormilada.
—¿Que sucede, cielo?
—¿Sigo haciéndote sentir mujer?
—A pesar de no sentir tu toque de la misma manera que antes sigues enloqueciendome.
—¿Si?
—Claro que si cielo.
—¿Podemos hacerlo?
—¿Estás seguro? Tenemos tiempo sin hacerlo.
—Solo quiero saber que aun me amas. Que aun puedo hacerte sentir lo mismo que antes.—No me dice nada. Solo siento su cuerpo sobre el mio y sus labios en mi cuello. Sus manos toman las mias y las deja sobre su cintura conciente que aun puedo usar mis manos un poco y puedo hacer el intento de retirar su pijama.
—Te adoro. Nadie va a ocupar el lugar que solo a ti te pertenece.—Aun no sé que pasará con ella en cuanto me vaya. Y eso me aterra.
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Taissa's Point of View
—Buen día, cielo.—Shawn me sonríe con timidez y me da todo su apoyo para poder sacarle de la cama. Ya no puede moverse como antes pero hace el intento. Mientras me encargo de vestirle le veo sonreirme sonreirme como chiquillo enamorado.
La noche anterior, a pesar de las circunstancias, me di cuenta de todo el amor que aún seguía encendido entre nosotros. Fue maravilloso.
—Te amo.—Solo sonrió y le beso.
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Me enfundo en un traje sastre y tomo mi bolso del perchero. Observo a Shawn ver televisión mientras Tessa y Theo duermen a sus pies, durante estas últimas semanas hemos estado mas juntos que nunca. Sus padres se encuentran aquí asi que no me apura mucho el hecho de que el se quede solo. Beso sus labios y me despido de sus padres para después salir de casa y dirigirme sin pensarlo hacia el apartamento de Devon. Shawn no lo sabe pero sigo trabajando en aquella investigación junto a aquel hombre.
Me recibe con un cálido abrazo y una copa de vino la cual no dudo en rechazar. Pasamos a su estancia y pasamos lo que parecian horas en nuestras computadoras.
—Necesito un descanso. ¿Te parece si cenamos algo?
—Esta bien.—Ambos nos ponemos de pie dispuestos a dirigirnos a su cocina. Durante el trayecto tropiezo con la alfombra y me sostengo de sus brazos siendo rodeados por ellos de manera inmediata. Me mira fijamente pasando su mirada por todo mi rostro analizandolo con cuidado.
Una de sus manos suelta mi cintura después de dejarme completamente estable en mis pies, acaricia mi mejilla y, sin pensarlo dos veces, decide unir sus labios con los míos. Diablos, esto se siente bien. Devon decide intensificar aquel pequeño beso y me sujeta con mas firmeza mientras que, con pasos ciegos y torpes, nos hace llegar al sofá y toma lugar en este para posarme sobre él. No lo permito. Sé que esto está mal. Shawn no se lo merece.
—No, Devon. Shawn no lo merece. Sueltame.
—Él no va a enterarse, Taissa. ¿No extrañas tener a un hombre de verdad dándote placer? Puedo ser mejor que él en muchisimos aspectos. No meceres atarte a un inútil.
—Shawn es mi esposo y le prometí estar ahí ante cualquier adversidad. Él no es un inútil, idiota. El tiene algo que tu no, tiene humildad y muchísima dignidad. La suficiente como para no mendigar por el cuerpo de la mujer de otro.
Salí de ahi lo más rápido que pude con la conciencia pesada y sucia. ¿Cómo pude atreverme a hacerle algo asi a Shawn? Me quedo dentro del auto durante un tiempo tratando de armarme de valor para enfrentarle. No tenía corazón para hacerlo. En cuanto lo hago y cruzo la puerta puedo escuchar casi un silencio total, solo leves murmullos provenientes de la pequeña oficinaque hemis montado en casa para él. Creo que sigue despierto. No puedo posponer esto y dejarlo como un secreto. Si él lo descubriera por si solo sería un caso perdido.
—¿Estás en casa, linda? Tengo que agradecerte por este asistente, escribe todo lo que le digo. Es una maravilla. Tienes que ver esto, he descubierto que las neuronas pueden... ¿Que sucede?
—Lo lamento tanto.
—¿Que sucede? Taissa, deja de llorar. No puedo juzgarte por algo que aun no sé.
—Estuve con Devon... Solo estábamos trabajando en la investigación lo juro pero he tropezado y una cosa ha llevado a otra y...
—¿Has estado con él, Taissa?
—No he dormido con él. Te lo juro. Pero no puedo perdonarmelo, te traicione.
—Sé que pensarás que soy un estúpido pero no puedo enfadarme contigo por algo que posiblemente yo he ocasionado. Sé que nuestra relación no es la misma que antes y no puedo juzgarte por algo que ya no te doy.
—¿De que diablos hablas? Te adoro. A pesar de todo nunca permitiría que alguien tomara el lugar que te pertenece. Te he amado por tantos años que pensé que los miedos habían quedado atrás. Lo lamento muchisimo.
—No te disculpes.—Mientras sigo arrodillada frente a él tomo sus manos y les beso con cariño.—¿Accediste a algo, Taissa?, ¿Bebiste?
—No, no he bebido nada. Solo fue un beso, lo juro.—Me mira extrañado pero no dije nada.—No puedo beber alcohol.
—¿Señorita Merlot no bebe alcohol?
—No-no quería decirtelo de esta manera. Quería algo lindo, algo qhe no pude hacer hace un año por nuestra situación.
—¿Que sucede?
—Tendremos un bebé. Tengo tres semanas apenas.—Su expresión es suave, no tarda mucho en ponerse a llorar. Me siento en sus piernas y me abrazo a su cuerpo sintiendo la caricia de sus dedos en mi cuerpo. Su rostro solo muestra paz pero aun asi logro percibir algo de miedo.
—Es muy pronto. Saskia tiene nueve meses, estoy muy jodido, no sé si llegaré a conocerlo. Pero no tienes idea de lo feliz que me hace tener otro bebé contigo. Eres asombrosa.
—Sé que lo lograremos. Encontraremos la manera de curarte. Aún tenemos grandes esperanzas.
—He dejado la patente de mi traramiento en tus manos si llego a morir. Si eso pasa, te pido que publiques mi trabajo, no el de ese sujeto. Tiene buenas ideas pero sé que su participación no es mas que ambición disfrazada de altruismo.
—¿La has terminado, cielo?. —Me señala debilmente con la cabeza su tableta. La misma tableta que ha tenido en los últimos siete años. La tableta que le ha acompañado desde sus primeros días de estudiante de medicina y posiblemente ahora tenga entre sus archivos la cura para la esclerosis lateral amiotrofica. Desbloqueo la pantalla e ingreso a la ultima nota modificada por él y leo el articulo de pies a cabeza para darme cuenta que, después de estos meses, lo ha logrado.—¿La encontraste? ¿Encontraste la cura, Shawn?
—Creo.—El pecho se me llena de orgullo y muchisima felicidad ante esa casi afirmación. ¿Será que finalmente tendremos un final feliz?
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Shawn's Point of View
—¡Lo encontró! ¡El doctor Mendes ha encontrado la cura para la esclerosis lateral amiotrofica!.—Taissa esta emocionadisima ante mi descubrimiento.
El encontrar la cura le da esperanzas y de cierta manera me contagia a mi. Tengo la esperanza viva de ser el primero que reciba aquel tratamiento. Me vuelve loco la idea de pensar que pronto podré vivir una vida normal, cuidar de mis hijos, terminar mi especialidad a un lado del amor de mi vida, poder seguir creciendo junto a ella. Solo espero que todo este esfuerzo no sea en vano y aun si esto no funciona conmigo poder dejar en la tierra un legado inquebrantable.
Han pasado cinco meses desde la exposición de mi trabajo final. Estamos listos para probar este tratamiento en una persona real y esa persona sería yo. Nunca me habia encontrado tan nervioso en toda mi vida como ahora, Taissa se encuentra a mi lado acariciando mi cabello con dulzura y no para de murmurar cuanto me ama. Mi mano descansa sobre su barriguita abultada tratando de sentir el más mínimo movimiento de mi proximo heredero. Si esto sale mal tal vez sea la última vez que haga esto.
—Si no despierto...
—Lo harás. Estoy segura de ello. Despertarás y en cuanto menos lo esperes volverás a ser el de antes. Aun tenemos un par de sueños pendientes.
—Te amo, Taissa.
—No más que yo.—Sonríe y besa mi frente con cuidado. Un par de camillero, una enfermera y el jefe de neurología están en mi habitación preparándome para el procedimiento que cambiará mi vida. Me despido de mi chica tomandome mi tiempo y permito que estos sujetos me lleven con ellos.
Soy capaz de sentir la plancha fria tocar toda la piel de mi espalda, como las jeringas atraviesan mi piel en busca de una vena viable y como rapan una parte de mi cabello para tener acceso al interior de mi cabeza. Escucho las voces de los doctores a cargo de este procedimiento y por último, siento aquella mascarilla de látex cubrir mi nariz y boca.
—Bien, Shawn. Cuenta de manera regresiva hasta el diez. No temas, estas en buenas manos.
Diez.
Nueve.
Ocho.
Siete.
Seis.
Cinco.
Lo único que deseo es salir con vida de este sitio.
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Taissa's Point of View.
—Mami. —Saskia trepa a mi cama y señala la puerta de su hermanito quien llora muy levemente en busqueda de atención. Me levanto de la cama y camino en dirección a aquella habitación topandome con la sorpresa de ver a Shawn sentado en la mecedora con Seth en sus brazos.
—Estaba en la oficina y le he escuchado llorar. ¿Puedes creer que he logrado tomarlo de la cuna? Nunca pensé que podría hacerlo.
—Estoy muy orgullosa de ti, cariño. Dame al niño, terminaré de alimentarle y te alcanzo en la cama.
Le veo ponerse de pie con algo de desconfianza, se que aun siente algo de debilidad pero lo intenta, deja al bebé en mis brazos y besa mi mejilla antes de tomar su lugar en la silla de ruedas y dejar la habitación. Termino con las necesidades de mi pequeño, dejo a mi pequeña en su habitación y regreso a la mía donde mi esposo me espera en la cama medio vestido.
—Aún no puedo desabrochar mis botones.
Me acerco a él y me tomo el tiempo de desvestirle siendo víctima de sus caricias casi al instante. No me detengo, enserio extrañaba sentir su toque. Su recuperación ha sido todo un éxito, avanza poco a poco llegando al punto de poder realizar tareas sencillas. Hemos pactado volver a nuestra resistencia pronto y seguimos mejorando la patente de nuestro tratamiento logrando salvar muchísimas vidas. Esta dejando un legado escrito, algo que podrá ir creciendo de generación en generación, una lección aprendida. El nuevo inicio para persona que solo esperaban su final.