Dedicado a loa__223
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—Solo es una foto, no seas celoso.—No le hacía caso a sus críticas por estar en mi teléfono.
—¿Una foto? ¡Es mi novia y mi mejor amigo demasiado cerca! ¿Que diablos pasa contigo?
—¡No hicimos nada, Shawn! ¡Deja de tratarme como a una bebé!
—¡Con esa irritable actitud lo pareces! No quiero decir palabras que nos hieran. Hablaremos más tarde.
No ví a mi novio por tres días, su enfado era completamente infantil que llegaba a tornarse estaba cansando. Cuando volvió a visitarme en mi hogar pensé que todo estaba mejor al tener una candente y dulce noche juntos pero supe que no era así cuando despertamos al día siguiente.
—Buenos días, cielo. ¿Shawn?.— Él se encontraba en la orilla de la cama usando solamente calzoncillos. Miraba a la nada mientras mantenía mi teléfono en sus manos.—¿Pasa algo?
—¿Quien es James y porque te ha mensajeado?
—¿Porque tienes mi teléfono?.—Él no contestó solo me miró con seriedad mientras me observaba colocarme mi ropa interior.—Te he hecho una pregunta, Shawn. ¿Porque tienes mi teléfono?
—Tu no has contestado la mía, Loana.
—James no es nadie importante.
—Mientes. ¡Siempre me mientes! ¡Estoy cansado de que siempre sea lo mismo!
—Yo también estoy cansada de tu desconfianza. Te amo, ¿Porque te engañaría?
—Dímelo tú. Sabes, creo que será mejor que dejemos la relación aquí.
—¿Que?
—Si esto seguirá de esta manera...
—Esta bien.—Mi voz se cortó pero no dejé que eso me derribara.—Yo también estoy cansada de tus celos tan enfermos. Vete de mi casa.
—Bien.—Nos miramos diez segundos fijamente antes de que este se abalanzara sobre mí y terminaramos teniendo un rudo sexo de despedida. Después de ello él se fue sin dar marcha atrás.
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—No lo entiendo, James. Nunca le he dado razones de celarme y nunca le he celado.—El alcohol hablaba por mí en aquella plática con mi nuevo amigo.
—Eres muy valiosa. Talvez él tenía miedo de perderte.
—Pero él me dejó.
—No lo sé, quizás esté arrepentido.—Comentó bebiendo su shot de tequila de un solo trago. ¿Que? Cualquiera puede emborracharse sin culpa si lo acaban de dejar.
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—¿Hola?
—¿Loana?
—¿Que quieres?.—Solté un pequeño sonido de hipo a través del auricular. Contestar ebria no es buena idea.
—No.
—Iré por tí, ¿Dónde diablos te metiste?
—Ya no estamos juntos. Fue hermoso y cojes muy rico pero esto se terminó.
—Loa...
—Adiós, baby.—Colgué su llamada sintiendo el alcohol bajarse y hacerme pensar con la suficiente claridad para ponerme a llorar. Como lo extraño.
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—
¿Que harías si el volviera a buscarte?
—No lo sé. Lo extraño muchísimo pero tampoco quiero volver a lo mismo.
—Deberían hablar y arreglar sus diferencias. Ustedes hacen una pareja hermosa.
—Voy a llamarlo.
—No será necesario.—Su voz detrás de mí me congeló. Me di la vuelta y al hacerle le observé con cuidado, simplemente era bellísimo. Me acerqué a él más no hice nada solo esperé.—Lo siento por ser tan celoso. Confió en ti y en todo lo que sientes por mí. Te amo.
—Yo también te amo.
—¿Volverías conmigo? Estos cuatro meses han sido los más largos sin tu compañía.
—Sí.—Sonreí y me abracé contra su pecho levanté mi mirada y entonces uní mis labios a los suyos. Era la mejor sensación de todas.
Era un alivio que esto no volverá a repetirse y solo sucedió para volvernos más fuertes. Lo amo y él me ama y así será por el resto de nuestras vidas.