Dedicado a sofshawnie17
—¿Embarazada?.—Asentí emocionada mientras le mostraba la prueba de embarazo digital que me había realizado hace un par de horas.—Es maravilloso.
Shawn me abrazó y besó mi rostro tanto como pudo. Estaba realmente feliz por la noticia y eso me tiene muy aliviada. Esperábamos un bebito desde hace más de cinco meses y por fin ha llegado.
El primer mes de embarazo fue algo difícil, tuve un intento de aborto y eso nos tenía muy preocupados. El segundo y el tercer mes fueron más sencillos aunque los síntomas tomaron un poco más de fuerza. Los vómitos mañaneros y los constantes mareos me tenían algo derrotada y al borde de no salir de mi cama por nada, este bebé estaba dándonos batalla pero no me importaba, daríamos todo por que él esté bien.
—¿Cómo te sientes?.—Miré por un momento a mi novio y volví a hundir mi cabeza entre las almohadas.
—Quiero dormir mas.
—Tengo que irme a trabajar. Regresaré temprano.
Por regresar temprano solamente pensé que llegaría un par de horas antes junto con la cena, no pensé que me llamaría dos horas después de haberse ido diciéndome que se sentía tan mareado que necesitaba que fuese por él.
—¿Dónde estás?.—Diablos, ¿Porque tanto malhumor?
—Estoy casi llegando, no tienes porque gritarme.—Ahora era yo quien se puso de malhumor. Genial.
Cuando bajé del taxi que me había traído hasta aquí pude notar que Shawn ya estaba esperándome en la puerta, lucía algo pálido y su semblante demostraba su mal genio. No me importó mucho, si el estaba malhumorado yo lo estaría el doble. Conduje a casa en completo silencio, Shawn movía con impaciencia uno de sus pies y miraba por la ventana sin punto fijo hasta que su mirada se iluminó cuando pasé frente a un Krispy Kreme.
—Detente en ese lugar.
—¿Porque?
—¿No quieres una? Son deliciosas.
Me detuve en aquel establecimiento gracias al caprichito de Shawn, ambos bajamos del auto y caminamos hacia la entrada del establecimiento. El olor a aceite era tan fuerte que mi estómago se revolvió en segundos pero Shawn no me dejó salir del lugar. Parecía un niño pequeño.
—¿Quieres una?
—Quiero salir de aquí.
—¿Podría darme una docena de donuts glaseadas?.—Pidió amablemente ignorando mi comentario. ¿Ahora resulta que él tiene los antojos?
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—¿Te sientes mal?.—Shawn asintió y se acostó boca arriba tapando su rostro con su brazo.—Te dije que no tenías que comerte toda la caja de donuts.
—Tú también comiste.—Contestó algo ácido.
—Solo comí una, y la mitad de ésta quedó en el retrete. Te traeré algo para el estómago.—Solo me tomó tres minutos cruzar nuestro hogar y tomar un par de mis buscapina*. Cuando regresé a la habitación éste ya se encontraba en el baño devolviendo todo lo que comió. Que asco.
—Diablos.— Y así pasó la noche, yendo constantemente al baño devolviendo todo lo que su estómago ya no tenía dentro. ¿Que sigue? ¿Armarme escenas dramáticas por todo?
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—¿Cómo te sientes, cielo?.—La señora Mendes me habló con mucho cariño mientras tocaba la pequeña barriga que comenzaba a notarse. Estaba encantada con la idea de ser abuela por primera vez.
—Estoy mucho mejor, mamá. Gracias por preguntar.
—Estoy hablando con Sofia, cielo.
—Claro, tú también vas a despreciarme. No se ni siquiera para que vine.—Un momento dramático muy corto pero comenzaba a colmar mi paciencia.
—¿Que sucede con él, cariño?
—He llegado a pensar que él es el embarazado.
—Sólo debe estar nervioso. Después de lo que te ocurrió el primer mes no debe ser muy sencillo para él asimilar todo esto. Tenle paciencia y si llega a molestarte lo pondré en su lugar.—Solo asentí riendo. Tiene razón, solo debe estar ansioso.
Conforme mi embarazo fue avanzando, mis síntomas y achaques fueron a la par con los de Shawn. Sigo sin entender muy bien que es lo que le sucede pero creo que hemos aprendido a sobrellevarlo.
Que Shawn esté en ese estado tiene sus ventajas y desventajas. Una de las muy buenas ventajas que gozo es de comer todo lo que quiera a la hora que quiera porque él también lo quiere, una desventaja enorme eran las discusiones si no era yo quien lloraba era él y esto llegaba a tornarse en largas horas de llanto por parte de ambos.
A mis seis meses de embarazo aun no sabíamos con certeza el sexo de nuestro bebé por lo que este mismo día iríamos a ver a mi doctor y probar algo de suerte. Tal vez hoy sea el día en el que nuestro pequeño milagro se deje ver en todo su esplendor.
—¿Estás lista, Sofia?
—Sí.—El doctor tomó el transductor del ecógrafo y una botella llena de un gel azul.
—Veamos si esta vez hay suerte.—Miré con atención la pantalla de aquel aparato y entonces vi aquella figurita humana que tanto adoraba, el doctor bajó un poco más el transductor y siguió completamente concentrado buscando el sexo del bebé.—¿Estás lista para saber que será? Será un niño.
Mi corazón no cabía de la emoción que sentía, un precioso niño que se convertiría en el orgullo e nuestra familia. Un niño que sería amado y llenado de cariño en nuestra pequeña familia creciente. Durante aquella cita al doctor, por mera curiosidad, le comenté al médico sobre los síntomas de Shawn y éste sonriente me dio la respuesta. Fue algo muchísimo mas sencillo de lo que pensé.
—¿Shawn, estás en casa?.—Éste se encontraba en la cocina picoteando con una cuchara mi tarro de helado de queso con zarzamora, levantó la mirada y me sonrió al ver el sobre amarillo en mis manos.
—¿Porque no me dijiste que tenías cita con el doctor? Hubiera aplazado la junta de hoy.
—¿Podemos hablar?.—Él asintió y ambos nos dirigimos al sofá. Una vez ahí saqué del sobre la ecografía.—Ya sé que ocurre contigo, cariño. Tienes el síndrome de Couvade.
—¿Y es algo grave?
—No, solo significa una pequeña cosa.
—¿Qué?
—Que serás un excelente padre.
Lo fue. Shawn fue un padre maravilloso para todos nuestros hijos y este pequeño problema solo quedó como una muy graciosa anécdota para contar.
Buscapina* .- Medicamento desinflamatorio normalmente usado para cólicos menstruales. No se automediquen xdxd.