Capitulo 104.

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Realmente creo que si empezaba a volverme loca, no me gusta estar encerrada ni atada vamos creo que realmente a nadie le gusta esta mierda. Mucho menos cuando quieres ducharte y no tienes con que cambiarte y teniendo que ponerme la misma ropa interior que traía y que decir de el echo de que han pasados dos días y no he podido sacarme leche y mi bebé no come de mi, se me acumula la leche haciendo que tenga un dolor horrible.

Conseguí tapar el grifo que no paraba de goterar, solo bajaba aquí la chica que me traía la comida y alguna vez Marcus solo para quedarse mirándome fijamente durante horas y reírse de mi triste suerte, en cierto momento casi consigo cogerle pero no me lo puso para nada fácil . Escuché la trampilla haciendo que me enderezara al instante.

  -Hola Lis.-Dijo la chica que me trae la comida y está esperanzada en que si yo salgo de aquí ella saldrá conmigo, intentaré por todos mis medios que sea así, ella ha sido un apoyo aquí dentro.

  -Hola... Eh creo que nunca te he preguntado por tu nombre real.-Dije y ella soltó una pequeña sonrisa débil y muy frágil, imagino que reirá pocas veces al día en su vida, estas personas han conseguido que una chica realmente preciosa y con ganas de comerse el mundo no tenga ni ganas de vivir.

  -Me llamo Anna como mi abuela materna, ella me crío y siempre decía que yo era como una pequeña copia suya, supongo que tenía algo de razón.-Dejo la bandeja a mi lado y se sentó en la cama conmigo, el deje de su voz nostálgica me hizo pensar a mí también en mi familia, en mi bebé solo era eso un bebé en Connor y todos los que me rodean hasta que termine pensado en mí madre, limpie una lágrima solitaria que se escapó sin permiso.

  -Estas bien Lis.-Dijo limpiando me las otras lágrimas.-Saldremos de esta yo sé que lo haremos por fin seremos libres.-Me dio un. Abrazo que por raro que parezca necesitaba.

  -Como llegaste a esta situación Anna.-Dije y su cara cambio a miedo y oscuridad sus ojos se perdieron en un punto de la habitación.

  -Es una larga historia.-Ahora la que lloraba es ella.-Una vez una amiga me dijo que hablar las cosas liberaba el alma.- Ambas reímos amargamente.

  -Pues veras, hace cinco años yo vivía en Texas con mis familia, aunque somos de descendencia rusa, me enamoré de el hombre perfecto que aparecio en el pueblo, guapo, listo, rico, con encanto lo tenía todo, ni me podía creer la suerte que había tenido por encontrarle. Empezamos a salir me llenaba de regalos y de atenciones y me decía que me amaba gritandolo a los 4 vientos.-Limpio las lágrimas intento calmar los hipidos.-Despues de dos meses de estar en el paraíso más absoluto me pidió matrimonio como una loca dije que si quería a ese hombre le amaba como a nunca había amado. Éramos felices me dijo que debíamos venir aquí para que yo conociera a su familia, acepte encantada ya que quería formar parte de esta familia por fin había encontrado mi sitio en el mundo. Pero después de un largo viaje llegamos aquí me trajo a este club me encerró en una habitación donde me dieron la paliza de mi vida, entonces me dijo que todo había sido un engaño que yo había sido vendida al club y que si no quería más palizas o por lo menos seguir viva debía hacer lo que me dijera en mi vida había sentido un dolor tan grande más allá del dolor físico provocado.-Empezo a llorar y yo a consolarla la había tratado como carne y pasado cosas horrible entiendo su desesperación por salir de aqui.-A ti te conoci por ellos he estado cerca tuya aunque tú no lo sabías.

  -Como?.-Me aparte un poco para mirarla ella escondió la cara avergonzada.

  -La primera vez fue en un motel, yo era la encargada de llevarte las cartas las fotos quise hablar contigo aquel día pero tenía miedo venían conmigo y me tenían vigilada.-Entonces me acordé de ella en el motel y creo que hasta en mi edificio.

  -Eras tu Dios mío eras tú.-Dije sin poder salir de mi asombro.

  -Siento no haberte ayudado antes solo tenía miedo, pánico llámalo como quieras.-La abrace.

  -No es culpa tuya, no tienes porqué disculparte o sentirte mal.-Se limpio las lágrimas y se levantó rápido al escuchar la trampilla.

  -No voy a poder reaccionar con lo que va a pasar ahora lo siento en el alma.-Dijo poniendose de pie y dejándome a mí preocupada.

  -Que tal mi preciosa futura vieja dama, veo que por fin comes algo me gustan las mujeres con curvas, rezo porque sobrevivas amor mío.-Dijo riéndose como un desquiciado.

  -Creo que no sabes bien el asco que te tengo.-Dije y el empezó a reír aún más.

  -Hoy vamos a dar un paso más para demostrar que eres mía mi diabla.-Dijo haciendo que dos mastodontes bajarán por la trampilla.

  -Cogerla y quitarle la camiseta.-Mis alarmas se encendieron con todas mis fuerzas me resisti pero me abatieron arrancancome la camiseta y haciendo que me pusiera de rodillas enfrente de la cama.

  -Hoy te voy a marcar como mía diabla llevarás mi marca y todos sabrán a a quien perteneces.-Otros dos mastodontes bajaron una gran cubeta de la cual salía mucho humo. 

  -No te atrevas.-Grite como una loca haciendo que se acerca a mi dándome una bofetada que hizo que mis dientes rechinaran, bajo su mano hasta mi cuello y luego a mis pechos dándoles un apretón, ganadose una arcada de mi parte.

  -Es la hora.-Se acercó a la cubeta y cogió un sello de hierro como con los que marcan a las vacas para una finca pero en esta estaba su inicial al rojo vivo.-Sujetarla bien, hoy gritara y será música para mis oídos.

Los mastodontes me sujetaron más fuerte todavía mientras Anna me miraba con la cara horrorizada y el padre de Connor sonriendo como el Joker, acercó el sello a mí y lo puso encima de hombro, al segundo empezé a notar el intenso ardor y dolor de mi piel quemándose como si se estuviera haciendo en una barbacoa y fue entonces despues de años siendo fuerte e impenetrable fue entonces cuando me permití gritar.

  -AHHHHHHHH, PARA HIJO DE LA GRADISIMA PUTA TE JURO POR TODA MI FAMILIA QUE ME LAS VAS A PAGAR.-Quito el sello ardiendo de mi hombro dejándome marcada a fuego para siempre.

  -Espero que te lo cures bien o la marca será más fea y la quiero perfecta, eres mía y ahora estás marcada, vámonos.-Los mastodontes me soltaron hacien que cayera de bruces la suelo hundiendome en mi propia miseria.

  -Tranquila, todo irá bien ya lo verás todo irá bien.-Me decía Anna mientras yo no era capaz de moverme.

Capítulo nuevo amores, a ver qué si parece, lean, voten y comenten amores. Un besazo enorme y mil gracias por todo el apoyo y el cariño que me dais.

La hija del diablo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora