Capitulo 40.

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Pase a mí habitación y me sentía tan extraña de vuelta en mi casa, no entiendo porque es como si me faltará  el aire imagino que es por lo que pasó ese día no me asustan esas situaciones las tengo como normalidad. Me fui al baño me desnude y me di una larga y calida ducha que mi hizo quedarme relajada y con ganas de empezar la noche salí y me eche mi crema favorita por todo el cuerpo me puse un conjunto de lencería negra os dije soy muy básica en cuanto a colores y fui a mí armario. Hoy iba a ser Lis la motera la que quise ser cogí una de mis faldas favoritas de cuero negro con una abertura en la pierna derecha y una top con escote en V de color rojo vino, con mis botas negras de tachuelas por encima del tobillo. Me peine con una ondas en el pelo pero los dehice con los dedos para que fuera algo casual y me maquille. Iba vestida para matar Cog mi chupa negra y salí de mi habitación para encontrarme a una Melissa con unos pantalones largos de cuero negro como yo y una camiseta blanca con escote cuadrado y su chupa roja nos miramos la una a la otra y empezamos a reírnos y fundirnos en un perfecto abrazo.

  -Dios me encanta esto Lis estás increíble reina te echa de menos.-Me dijo cogiéndome la cara y otra vez a punto de llorar.

  -Venga mariposa que tenemos una última parada antes de volver.-ella río con nostalgia por el apodo y asintió.

Nos encaminamos ambas hacia la puerta y vi un sobre tirado en el suelo, no le di mucha importancia lo cogí y lo metí en mi bolso salimos y cerré la puerta con llave. Fuimos hasta el garaje y volvi a quitarle la lona a mi preciosa Gun.

  -Venga mariposa la próxima vez que montes en moto serás más old lady más guapa que existe.-Le dije y ella se sonrojo .

   -Tu también podría ser y lo sabes pícara.-Dijo apuntándome con el dedo mientras yo sacaba a Gun del garaje.

   -Sabes que eso no va conmigo amor no quiero ser la que se queda en casa y que me oculten cosas para protegerme, me encantaría ser una es un gran honor y lo sabes.-Le dije y ella asintió.

  -Escuchame bien preciosa yo estaré el día que te den tu chaleco y entonces te diré te lo dije.-Yo solo solté una carcajada.

  -Anda vamos payasa.-Le dije y nos montamos.

Dónde quería llevar a Meli era a nuestro sitio particular donde íbamos cuando nos sentimos sobrecargadas y llenas de problemas y queríamos huir un poco de la realidad. Era un mirador precioso al norte de la ciudad donde se podía ver todo hasta las estrellas. Llegamos y Meli ya se había dado cuenta y ya estaba otra vez sensible

  -Dios Lis es nuestro sitio siempre me ha gustado esto inspira paz, y ya se porque me has traído aquí.-Dijo con una sonrisa.

  -Si cariño este es nuestro sitio y aquí quiero desearte lo mejor del mundo que seas feliz y crees esa familia que siempre has querido, no eres mi amiga eres mi hermana.-Ella me apretó en una largo y axifixiante abrazo y amabas empezamos a llorar, dijimos que si algún día volvíamos a encontrar lo que nos hiciera felices vendriamos aquí y nos emborachariamos pero visto la situación de Meli con un abrazo nos vale.

  -Anda vamos tu noche espera.-Le dije y nos fuimos hacia la moto otra vez.

Conduje hacia el club de Connor a una velocidad prudente llevaba a una embarazada detras, cuando llegamos nadie reconocia la moto ni a la personas que iba en ella. Enseguida avisaron a Connor enseguida y este salió con todo su consejo a la puerta. La primera en quitarse el casco fue Meli y se fue corriendo hacia Roise y este la recibió encantado. Me baje de la moto con cuidado de que no se me viera nada y me quite el casco y lo guarde en las alforjas, me di la vuelta y todos abrieron la boca como si hubieras visto un fantasma o algo raro, empezaron a silbarme y soltar cumplidos muy subidos de tono típico de unos moteros que se follab a clips ricos todas las noches. Connor tenía la boca abierta y parecía que le había dado un telele. Me acerque a el y le cerré la boca con la mano.

  -Cierrala o te vas a comer una mosca.-Le dije y el me cogió de manera posesiva por la parte baja de la espalda, con la otra mano cogió mi nuca y estamos sus labios contra los míos de manera feroz y con muchas promesas.

  -No, a quien me voy a comer es a ti, joder estas que me dan ganas de follarte hasta que no puedas ni sentarte bien.-Me dijo y aunque os parezca raro esas palabras me pusieron como una jodida moto.

   -Hazlo.- Le dije para ahora ponerme de puntillas y besarlo yo.

   -Ohh no lo dudes.- me dijo acercándose a mi oído para susurrarlo provancado que yo empapara mis bragas por la anticipación de lo que venía.

  -Pero mi machote lo primero es lo primero y después quiero hablar contigo. -Le dije y el se pudo serio.

  -Me gustará esa conversación?-Dijo un poco dudoso y yo ya había observado que no había nadie fuera del club estábamos solos fuera y aún abrazados.

  -Mmm yo creo que si, sobre todo por lo que vendrá después.-Le dije y el inmediatamente sonrió.

   -Anda vamos a acabar la gilipollez de Roise que tengo demasiadas ganas de follarte.-Dijo y yo solo me reí y le di otro beso.

  -La noche promete y no va a desfraudar anda vamos.

Entramos dentro y empezamos con la fiesta.

Bueno amores aquí os dejo el capítulo 40 pronto subiré más os lo juro, estoy pasando una epoca jodida pero cada día me encanta ver qué que me leéis y me votais de verdad muchísimas gracias me dais la vida. Lean, voten y comenten os quiero un besazo.

La hija del diablo.Where stories live. Discover now