La hija del diablo.

Capitulo 36.

Después de lo que realmente pareció una hora de el abrazándome y yo llorando en silencio, agradecí que no dijera nada que simplemente estuviera ahí dándome consuelo por algo que el ni sabia en ese momento me di cuenta de algo, de que alomejor si valía la pena arriesgar aunque saliera mal parada o herida de todo esto y que debería dejarme llevar y disfrutar de todo lo que él me podía ofrecer le daré esa oportunidad a Connor que tanto quiere y se lo diré mañana en la fiesta de Meli pero también le diré la verdad sobre mi.

  -Bueeeeno, puede que no sea el momento pero dime qué pasa Lis.-Dijo sacándome de mi profundo pensamiento.

   -Que?.-Le dije y el se rio viendo que estaba en la total inopia en mis pensamientos y en disfrutar de sus caricias en mi piel desnuda.

   -Que me cuentes que ha pasado para que vengas aquí eches a mis hombres y me hagas follarte aunque de esa parte no me quejo.-Dijo sonriendo y subiendo la cejas para luego cogerme de la barbilla y besarme, umm joder los besos de este tío me dejan idiotizada.

  -Ahh si perdona por lo de tu hombres y lo otro te acuerdas deo informe que me dio mi ayudante cuando estabais en mi despacho?. -Dije para sentarme un poco mejor.

  -Si, por cierto quien es ese gilipollas?.-Otra vez marcando territorio.

  -Es mi ayudante y amigo no tienes porqué desconfiar.-Dije para darle una de mis mejores sonrías Vitaldent.

   -No te lo has tirado no?.

   -No Connor es mi compañero de trabajo no hago esas cosas en mi trabajo, sigo un buen consejo de mi padre.-Dije con voz más dura está vez.

   -Y que consejo es ese?.

  -Pueeees el siempre decía donde pongas la olla no metas la polla, es decir que no te tires a nadie que veas todos lo dias por si algo sale mal y después todo se vuelve la ostia de incomodo, pero no es aplicable para todo el mundo hay bonitas relaciones que salen de esas cosas.- Le sonreí para tranquilizarlo.

  -Jajajajaja tu padre es la ostia que buen consejo.-Dijo descojonandose pero lo que él no sabía es que mi padre estaba muerto.

  -Eeei que pasa porque has puesto esa cara, es por lo de hoy? Que ha pasado Lis?.-Tome un poco de aire y empecé a contar.

  -Pues el informe era sobre un pequeño niño de 6 añitos con cáncer en la tráquea, si tan solo hubiera bajado de tamaño con el tratamiento.-Dije notando mis lágrimas de nuevo pero qué mierdas me pasa yo no lloro y mucho menos así por cualquier cosa.

   -Shhh tranquila si quiere para de contar lo entenderé.-Dijo preocupado.

   -No, puedo contarlo, he tenido que operarlo porque el tratamiento ya no funcionaba y estaba creciendo era eso o morir pero de todas formas ha muerto en la mesa de operaciones era demasiado grande y el demasiado pequeño y con pocas defensas y fuerzas ya para seguir luchando, soy cirujana y se que cada día muere gente en las mesas de operaciones pero este pequeño tenía la vida por delante y me siento culpable de su muerte yo que se solo me he venido abajo, malos recuerdos supongo, vivo con la muerte presente todos los días y nunca me he terminado de acostumbrar a ella.-Dije soltado lo todo de sopeto porque así parecía que dolería menos.

  -Lis tranquila todos somos humanos incluso tu y nos afectan las cosas es bueno que te expreses yo tengo la misma emoción que un jodida piedra y aún así hay días no sé cómo sigo adelante se lo que es la muerte y se lo dura que es de llevar para los que nos quedamos aquí pero eres fuerte y puedes con esto, además en menos de dos semanas has salvado 4 vidas.-Me dijo tan convencido y bajo a darme un beso quita penas.

  -4? Jajajaja y lo de la muerte lo dices por tu mujer?.-Me daba intriga su difunta mujer tampoco quería ser el parche del descosido de nadie ni vivir con el fantasma de otra mujer entre nosotros pero claro esto no me atrevía a decirselo en este momento, mira la calienta que cobarde se ha vuelto ahora.

  -Si 4 vidas, la mía, la del subnormal de Roise y los niños de Angélica, yvsi me refiera a mi mujer y muchos hermanos que han muerto en peleas en discusiones y en enfrentamientos de clubs, pero lo de mi mujer fuerte algo que...-Dijo para quedarse callado, no iba a hacerle hablar de algo que claramente le incomodaba.

  -Tranquilo no hace falta que me lo cuentes si no quieres, lo entenderé.-Le dije mirado lo a esos preciosos ojos suyos que hipnotizaba a cualquiera, se me olvidaba lo que es la vida en un club y los peligros que pueden conllevar.

   -No es que no quiera, te lo contaré pero no ahora no puedo solo dame tiempo.-Dijo para levantarse y empezar a vestirse oh oh he tocado mal tema.

  -Oye lo siento no quería hacerte sentir incómodo o revivirlo .-Dije para empezar a vestirme también.

  -Lis tranquila solo no es el momento.-Me dijo acercándose para ayudarme con el sujetador y darme un beso en el hombro.- Y toma ponte mi camiseta he roto la tuya.

  -Joder jaja es verdad-Dije para después escucharse un precioso rugido de mi estómago.

  -Jajajajaja creo que alguien tiene algo de hambre, vamos a por otra camiseta para mí y a alimentarte.-Dijo volvienfo a sonreir.

  -Ohh si por dios alimentarme quiéreme y no me dejes nunca.-Dije sin tan siquiera darme cuenta las palabras que salían por mi boca.

   -Eso es lo que pretendo si tú me dejas.-Dijo para salir del despacho dejándome con cara de flipada y unas ganas de volver de a comermelo a besos.

  -Vienes?-Dijo para extender la mano desde el marco de la puerta.

   -Contigo a donde sea.-Dije para cogerla de la mano y sabiendo que era verdad con el iría a donde sea.

Bueno aquí os dejo el capítulo 36 espero que os guste de verdad y que lo disfrutéis, Lean, voten y comenten. Muchas gracias por leerme y darme la oportunidad de expresarme os quiero mucho. Un besazo para todos. Se avecinan turbulencias, nuevos personajes y nuevos problemas.