Solté la foto por una arcada impresionante que subió a mi garganta, sabían perfectamente quien era yo y dónde estaba. Estoy en peligro y no solo yo sino todo este club. Me agache de al váter y empezé a vomitar como si no hubiera un mañana toda mi cena todo. 5 minutos después seguía teniendo arcadas vacías sin darme cuenta alguien se había agachado a mi lado y estaba masajeandome la espalda y cogiendome el pelo.
-Tardabas mucho y se me olvidó darte la llave me imaginé que estás aquí.-Dijo Connor levantadose para empapar una toalla y pasármela por la cara y la nuca.-Que pasa?.-Dijo y yo le señale la foto ni las palabras me salían ya.
-Pero que mierda?. Tranquila vamos a solucionar esto puedes levantarte?.-Dijo y yo asentí.
-Connor estáis en peligro, por mi culpa pueden joderos a vosotros.-Dije otra vez con ganas de llorar y vomitar.
-No va a pasarnos nada, sabemos cuidarnos las espaldas acabaremos con todo esto de una vez por todas vale?.-Dijo y yo negué con la cabeza.
-No puedo haceros estos Connor si algo os llega a pasar no se que haría, a mí me quiere viva hará lo que sea por tenerme sino fuera así me hubiera dejado en paz.-Dije y el me abrazó como nunca antes, como si pudiera quitarme toda la angustia sólo están así con el rodeándome con sus brazos.
-Para eso está la familia cariño, no es culpa tuya que alguien tenga ideas de psicópata no vamos a darle lo que quiere.-Dijo pero yo pensaba lo contrario.
-Y si se lo damos, me quiere a mí que me coja y cuando tenga la guardia baja atacamos.-Dije y el negó frenéticamente.
-No, no te va a tocar ni un puto pelo por encima de mi cadaver Lis no me voy a arriesgar a que algo salga mal.-Dijo pero cuando iba a contestar sonó su móvil.
-Vamos tu bella durmiente está despierto y dudo que quieras volver ahí abajo.-Dijo y yo sonreí débilmente.
-Dile a uno de tus hombre que me traiga el maletín que hay mi coche, lo voy a necesitar.-Dije y el me miró extrañado.
Cómo de costumbre me cogió de la mano y tiro de mi fuera de ese baño. Al salir nos topamos con Roise.
-Hola.-Le dije pero el ni me miró.
-Connor.-Dijo y entro en el baño de dónde acabábamos de salir.
-Me odia.-Dije apenada.
-Dale tiempo necesita superar cosas igual que tú y para ninguno de los dos es fácil.
-Ya...
Bajamos en silencio hasta abajo encontrándonos con 4 de sus hombres entre ellos el marido de Angélica que me saludo muy eufórico. Bajamos todos hasta el sótano atravesando 2 puertas de seguridad.
Connor encendió las luces y había todo tipo de cosas de tortura, cadena y grilletes una celda fortificada y mucho material para hacer más que daño. Y allí estaba mi presa atado a una silla con la cara partida de golpes y gritando como un hijo de puta.
-Todo tuyo, aún así nos quedaremos por si acaso, demuestranos tu magia.-Me dijo al oído dándome un beso detrás.
Cogí mi maletín y me acerque a el, era un hombre con algunas canas de un altura normal un poco gordo de unos 50 y algo de edad y con una expresión de superioridad que tenía ganas de quitársela a ostias.
-Vaya si me han traído a una putita y todo para divertirme, puedes chupármela cuando quieras preciosa seguro que se te da bien.-Dijo y yo solo sonreí y miré para al lado viendo como los hombres de Connor le sujetaban para que no viniera.
YOU ARE READING
La hija del diablo.
RandomCambié mi vida por otra, cambie lo que era y lo que deseaba ser por seguir con vida. Pero en la vida lo no resuelto te persigue. Tengo mal carácter No creo en el amor. Soy digna hija de mi padre.