La hija del diablo.

Capitulo 88.

Si me preguntasen alguna vez si pudiera para el tiempo lo haría pero lo haría justo en este momento con Connor al que puedo llamar el amor de mi vida besandome como nunca antes, como si fuera nuestro último día en la tierra.

  -Te amo no lo olvides por muy imbécil que me ponga o por muy difícil que te parezca que soy eres el veneno más honroso de mi alma.-Mi corazón pálpito aún más rápido si se pudiera .

  -Y esa frase.-Volvi a besarlo mientras poco a poco se desahacia de mi ropa y yo de la suya.

  -Te acuerdas aquel día que te dije una palabra que no entendiste?.-Me quedé pensando y me acordé fue hace bastante tiempo.

  -Si y fue hace tiempo sentías algo por mi en ese entonces.-El solo me sonrió y me llevo hasta la cama.

  -Creo que desde siempre supe que tenías algo que me atraía pero no sabía hasta que punto eres la única que me completa como persona y hace que olvide mis demonios.-Le intrumpi con un beso que le costó seguir jamás pensé que me llegaría a enamorar o a sentir algo así por lo menos pero aquí está el rompiendo mis esquemas por completo y en su totalidad ya nada importa como si el mundo explotara.

Desde ese momento las palabras sobran le quite la camiseta y empezé a besarle todas y cada una de sus cicatrices que lo único que significaban para mí era lo gran luchador que era el sobrevivió y está aquí conmigo y con nuestro hijo.

Baje mis manos a sus pantalones y le desabroché el cinturón y el botón a la vez mientras le seguía besando y el acariciandome por todas las partes que podía. Le baje los pantalones y los calzoncillos a la vez y como no otra vez se me olvidó quitarle las botas y los calcetines momento de risa entre nosotros.

Le lleve hasta la cama prácticamente desnudo ya y con su amigo grande duro y con ganas de jugar apuntándome como siempre. Lo tumbe mientras me iba desnudando aunque ahora con un poco más de pudor estoy más gorda y han echo aparición alguna que otra estria, nunca me he avergonzado de mi cuerpo pero en este momento me sentía insegura.

  -No te tapes jamás estás preciosa como nunca antes el embarazo te hace ver incluso más perfecta que antes.-Se levantó para cogerme la cara y besarme lento pidiéndome paso para que su lengua jugase con la mia.

Me olvidé de temores y de todo lo que es conllevaba, le volvi a tumbar en la cama subiendome a horcajadas sobre el mirándonos el uno al otro con ese deseo encontrado e incontrolable.

   -Mojada y lista para mí.-Me dijo mientras yo me restregaba contra el piel con piel.

Me levanté levemente para cogerle la polla y dirigirla hasta mi por ahí abajo podría salir fuego ahora mismo. Fui bajando lentamente dejando que me penetrara despacio primero había pasado demasiado tiempo desde la última ves como echaba de menos está sensacion de plenitud, me acomode mejor aganchandome para besarle mientras el baja sus manos a mi culo y le daba un leve apretón. Empezé a moverme suavemente disfrutando de los gemidos y algún gruñido que salia de su boca con la mía.

Puse las manos en sus hombros y me levante un poco empezando a moverme de verdad. El captó la idea agarrándome de las caderas empezó a penetrarme como siempre duro, rápido y conciso este es la maldita gloria no hay nada ni nadie en el mundo que pueda satisfacerme como lo hace el. Siguió con su rio castigador viendo como mi final estaba cerca demasiado cerca.

  -Vamos cariño dámelo.-Me agache apoyando mi cabeza en mi pecho dejándome ir en un glorioso y perfecto orgasmo que me trastocó como nunca antes, el no tardó en seguirme.

Me quedé encima de su pecho un buen rato dándole pequeños besos mientras el me acariciaba la espalda en silencio.

  -Gracias, Lis, Mía o quien sea por todo lo que eres y lo que seras en mi vida.-Levante la cabeza para coger la suya y plantarle un beso sonoro.

   -Gracias a ti por hacer que volviera a poner los pies en la tierra y ver que hay más cosas que el rencor y la venganza.-Me sonrió quitandome suavemente raro en un motero y levantándome para ir a darnos una ducha.

Es por la mañana ya, anoche después de la ducha y una segunda tanda de sexo y caricias que parecía que nos íbamos a ahogar en el azúcar que desprendiamos me desperté antes que él y me quedé observándolo tiene pesadillas desde hace tiempo que no le dejan dormir en el hospital de soluciónaba con un poco de relájate aquí es más complicado. Se despertó sobreexaltado y buscándome con los ojos aún cerrados.

  -Estoy aqui, tranquilo estoy aquí.-Me abrazo fuerte agachándose hasta mi vientre rodeándome y poniendo su cabeza cerca suya.

  -Estais a mi lado te juro que no voy a permitir que os pase nada quédate conmigo por favor.-Dijo mientras me acariciaba la tripa y nuestro hijo reaccionaba pateandome.

  -No vamos a irnos a ninguna lado.-Sonrio mientras le daba golpecitos a mí tripa viendo como reaccionaba el bebé desde dentro contestándole con pequeñas patadas y movimientos.

  -Como sigas así conseguirás que la próxima sea en mi vejiga y no será nada graciosos.-Exploto en una carcajada sonoro haciéndo que yo me uniera a el casi llegando a llorar de la risa.

  -Solo tu tienes ese arte de joder estos momentos pero he de decir que me gusta.-Le aparte ligeramente y me levanté.

  -Te lo decía en serio tengo que ir al baño mi vejiga ahora aguanta lo mismo que la de una señora de 80 años.-Volvio a estallar en otra carcajada mientras yo le tiraba una almohada y me iba al baño.

Pase al baño termine de hacer mis cosas, lavando me me mire al espejo y vi que era feliz pero como siempre un sentimiento de miedo y preocupación no me dejaba disfrutar de lo tenía.

Bueno bueno capítulo nuevo enseguida vendrán más espero que lo disfruteis y os guste. Lean,voten y comenten. Gracias por seguirme en este viaje y estar a mi lado. Un besazo diablillos.