79: Pasitos de bebé

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JongIn se sintió sorprendido por la vida y por sus pequeños cada día, porque cada día siempre había algo nuevo que lo hacía sentir feliz al menos por un momento.

Y no, eso no significaba que JongIn siempre estuviera sonriente y que la vida fuera toda azúcar, flores y amor para él y su familia. Por supuesto que no, JongIn también tenía sus malos ratos, donde a veces ni él se soportaba, mucho menos KyungSoo.

Pero esa tarde, cuando llegó después de un día tedioso de trabajo lleno de extracciones, limpiezas y brackets, abrió la puerta y dejó sus llaves y su maletín en la pequeña mesa, mientras que se quitaba los zapatos y los dejaba en la rejilla, escuchó la música tranquila fluir hasta sus oídos.

ㅡ Jagi, ya estoy en casa ㅡ JongIn habló en voz alta para que lo escucharan.

ㅡ Estoy en la cocina... ㅡ la voz de KyungSoo se escuchó bajita y JongIn la siguió hasta detrás de la barra, donde su marido estaba terminando de preparar la cena.

Las manos de JongIn se apoderaron de su cintura, completamente posesivas mientras que lo abrazaba con fuerza, dejando caer su mentón sobre la base de su cuello, dándole un pequeño beso sobre la mejilla.

ㅡ Estoy aquí...

ㅡ Estas aquí, Jagi-yah

Los besos sobre su mejilla se esparcieron un poco y JongIn hundió su nariz sobre su cuello para hacerse de su fragancia corporal que tanto amaba, a la par que sus manos posesivas lo mantenían prensado contra su cuerpo.

ㅡ Deberías ir a ver a tus hijos... te lo recomiendo. ㅡ KyungSoo sonrió con las mejillas coloradas, sintiendo que las piernas le temblaban un poco, como cuando JongIn hacía eso, ponerse en plan de hacer que su corazón revoloteara con tan solo abrazarlo de aquella manera.

JongIn asintió contra él y le propinó otro beso antes de despegarse y suspirar, dándole una nalgada pequeña a su marido como broma personal mientras se alejaba por la cocina con rumbo hacia los cuartos. No era nada nuevo que bromearan de ese modo, después de todo.

Desde que JongSoo había comenzado a caminar, JiSoo se había encargado de enseñarlo a perseguirla, también se acurrucaba con él en la sala para ver películas aunque el bebé era muy distraído y no le gustaban las películas animadas.

Al final JiSoo había dado con sus gustos raros, como ella misma había dicho y le ponía todas las tardes después de la escuela, un disco de música clásica que había comprado para él, porque JongSoo se entretenía viendo las presentaciones musicales de esa índole.

A KyungSoo y a JongIn les parecía algo muy curioso, pero les encantaba ver como su pequeño bodoque se quedaba atento a la música, como si la sintiera fluir por sus venas.

Así que definitivamente ya no le sorprendió mucho cuando escuchó a Tchaikovsky a través de la rendija de la puerta y cuando se hizo de la perilla para girarla, se encontró a JiSoo sentada en un rincón, aplaudiendo a su hermanito regordete que estaba moviendo sus piecitos en lo que debería de ser un baile.

Uno como el de todos esos bailarínes que salían en la tele, pareciendo que flotaban sobre el piso. JongSoo siempre quería imitarlos, dando pequeños saltitos en el mismo lugar, haciendo como si danzara por la habitación, intentando copiar uno que otro movimiento que por supuesto no salía bien, porque era apenas un bebé de tres años que no podía hacer todo lo que los bailarines hacían, pero lo intentaba, y a su hermana le encantaba.

JiSoo aplaudió para él y JongSoo corrió a abrazarla, dejándose caer en sus brazos abiertos mientras sonreía con sus bonitos labios gruesos, las mejillas gorditas del bebé estaban coloreadas mientras se escondía en el cuello de su hermana.

ㅡ Lo hiciste perfecto JongSoosie ㅡ lo animó JiSoo mientras le daba besitos por toda la carita.

JongIn estaba impresionado por el baile de su bebé, así que se dedicó a aplaudir desde la puerta, haciendo sobresaltar a JongSoo que se hizo chiquito por la vergüenza, pero su padre como todo un señor oso se acercó a ellos y los abrazó con sus fuertes brazos.

JongIn levantó a JongSoo con algo de dificultad y el bebé se encargó de enroscarle las piernas a la cintura, mientras JongIn le besaba la punta de la nariz y le decía lo orgulloso que se sentía de él.

ㅡ JongSoosie no es flojo papá, pero no le gustan muchas cosas, le gusta bailar.

JiSoo se hundió de hombros mientras se ponía de pie para recibir otro abrazo de su padre, que le besó la frente porque la adoraba, los adoraba a los dos.

ㅡ Le gusta el ballet ㅡ murmuró JongIn soltando un largo suspiro, con una diminuta sonrisa creciendo en sus labios ㅡ habrá que decirle a KyungSoo.

ㅡ Papi Soo ya sabe que le gusta, pero deberían de considerar las clases de ballet ㅡ JiSoo se puso de puntitas para alcanzar el cachete de su padre y lo besó antes de salir de la habitación, para ayudar a su otro padre con la mesa y la cena.

JongIn se quedó sonriendo, observando a su precioso bebé que se movía gustoso en sus brazos con la música, y JongIn comenzó a balancear sus pies a su vez, para intentar bailar un precioso vals que sonaba en ese momento.

ㅡ Así que... ¿te gusta bailar?

ㅡ Si, papi... ㅡ JongSoo le mostró sus dientitos de leche que aún estaban a medio crecer y JongIn asintió, completamente sumergido en su nube de ensueño.

Porque él no era quien para impedir que los sueños y gustos de sus hijos se dieran, por lo que definitivamente más adelante si JongSoo seguía interesado, lo llevarían a clases de ballet, para que bailara lo que tanto le gustaba.

ㅡ Ya está la cena servida. ㅡ ambos escucharon a KyungSoo hablar desde el comedor.

Y JongSoo pataleó un poco mientras JongIn lo dejaba en el piso nuevamente, y el pequeño se echaba a correr hacia su padre para que lo sentaran en una silla y JiSoo le diera de comer, porque a JongSoo le gustaba que su hija fuera quien lo alimentara, pese a que KyungSoo siempre había sido quien se encargara de ello.

JiSoo era una buena hermana pese a que tuviera más ocupaciones con la secundaria y con sus amigas, JongIn se sentía orgulloso porque sus calificaciones seguían siendo buenas y a la pequeña no le interesaba todavía andar en la calle y todas esas cosas que decían sus pacientes algunas veces, como algo terrorífico para los padres y para lo que JongIn no se sentía tan preparado.

Así que cuando llegó al comedor después de apagar el televisor, JongIn observó a su pequeña familia con los ojos brillosos, con el orgullo apoderándose por completo de él, porque su marido lo esperaba para darle un beso en los labios, y sus hijos ese día estaban de buen humor, porque estaban sonrientes cada uno en su lugar, disfrutando de los alimentos que KyungSoo había cocinado para ellos.

Ese definitivamente y pese a que llegara cansado, sería un buen día.

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Notas:

Nuestro bebé dormilón se siente bailarín ♥ y bueno no, aquí JongIn no es bailarín xD

Quedó cortito pero espero que les haya gustado ♥ muchas gracias por leer

besos posholatosos

🌠ary

Desde el primer momento ❀ KaiSooحيث تعيش القصص. اكتشف الآن