08: ¡Se mueve!

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Observar el estómago gordo de KyungSoo podría haberse convertido en uno de sus pasatiempos favoritos, si no es que en el predilecto por completo. A JongIn le encantaba levantarle la camiseta que usaba para dormir y se fascinaba de observar el bulto que había crecido considerablemente en poco tiempo.

Quizá los antojos que últimamente KyungSoo se aventaba habían sido demasiado y definitivamente no solo le habían ayudado a recuperar su figura gordita, si no que le había crecido el estómago más de lo que él hubiese podido imaginar para los casi cinco meses que tenía de embarazo.

JongIn hizo pucheros como cada noche antes de dormir, mientras soplaba un poco de aire hacia la panza como si con eso se ventilara un poco más ahí adentro, donde estaba la bolita de carne más preciosa de todo el mundo.

El moreno estaba muy atento a lo que ocurría ahí dentro, con el ceño un poco fruncido mientras que comenzaba a tararear una canción de amor para su bebé, para que escuchara que papá estaba ahí afuera esperando por algo, por que diera una pequeña señal de que también estaba consciente de las cosas que le decía.

ㅡ ¿Sigues ahí? ㅡ KyungSoo suspiró con una mueca lastimera en los labios, su marido ni se inmutó. Ni siquiera le había respondido.

El bajito siguió leyendo su revista de economía mientras se recargaba en las almohadas para descansar, con la camiseta enroscada en el pecho para complacer a JongIn en su implacable guardia por esperar que el bebé reaccionara a su presencia.

Y es que JongIn se había indignado con él cuando llegó a casa del consultorio y se había puesto a decirle sobre su día, sobre los dientes de JongHwa que necesitaba frenos y cómo HongKi era un chico rebelde pero obediente con todo lo que le decía.

KyungSoo había estado emocionado y saltando de emoción, mordiéndose la lengua para esperar a que el moreno terminara de contar su relato sin interferirlo porque no era de buena educación.

Pasaba que KyungSoo había ido de compras con MinSeok, después de varios intentos de salir los cuatro, MinSeok se había pasado por la casa y salieron con planes para pasar toda la tarde fuera. Se habían ido a ver cosas en el centro comercial y a comer en un buen restaurante.

Fue entonces cuando ocurrió, estaba comiendo alegremente cuando sintió cómo su estómago se contraía como con una ligera punzada e inmediatamente se llevó la mano hasta la zona y sintió como si algo desde su interior empujara hacia afuera con un poco de presión.

KyungSoo sonrió en automático, le había dolido un poco pero respiró profundamente y se relajó, tomando la mano de MinSeok que soltó inmediatamente los cubiertos siendo arrastrado por KyungSoo, sintiendo el golpe que el bebé le propinó desde lo más recóndito de su ser.

El simple movimiento fue una maravilla que jamás podría considerar comparar con algo más. Era inigualable sentir que su bebé se movía dentro de él y que le daba señales de estar alerta a lo que hacía.

Que seguía creciendo con el paso del tiempo y que se volvía fuerte y más activo en su vientre, consciente de su vida que apenas estaba comenzando. MinSeok abrió los ojos con destellos brillantes, maravillado de sentir el golpeteo una vez más y sin dudarlo se inclinó y posó su oído en el estómago... sin importar lo que la gente tuviera para decir de él o de su amigo, escuchó unos sonidillos extraños que o bien venían de bolita de carne o quizá eran los intestinos de KyungSoo que se quejaban porque ya tenía mucha hambre.

ㅡ ¡Se movió! ㅡ KyungSoo le contó a JongIn cada detalle por mínimo que fuera, y también vio su sonrisa caer hasta el piso.

El brillo de los ojos de JongIn duró demasiado poco, porque estaba celoso. Él era el padre, él había engendrado a bolita de carne y esperaba ser él quien se llevara el montón de primeras veces. No sus amigos y conocidos.

JongIn se comportó como un niño pequeño haciendo berrinche, le había sonreído y le había felicitado mientras avanzaba hacia la cocina como si no tuviese importancia. KyungSoo había rodado los ojos pero había preferido no decirle nada y esperar a que él se desahogara, sabía que más temprano que tarde JongIn sacaría todo lo que tuviera dentro, su marido era así.

ㅡ JongIn... ㅡ KyungSoo susurró con un poco de timidez y culpabilidad, aunque ciertamente él no tenía la culpa de que el bebé se moviera en un horario de trabajo del moreno.

ㅡ Shh... ㅡ JongIn lo silenció con la mirada y unos segundos después regresó la vista hacia el estómago de su esposo frunciendo el ceño mientras seguía tarareando esa canción. ㅡ Papi está aquí... papi te ama y te va a esperar todo lo que tú quieras, mi amor.

La voz de JongIn lo enterneció, haciendo que su corazón se contrajera en su pecho porque se veía tan cálido en ese momento, sin importar que afuera estuviese lloviendo, en esa habitación JongIn creaba una burbuja alrededor de ellos y se empeñaba en protegerlos, en construirles su propio mundo de ensueño.

KyungSoo dejó la revista en la mesita de noche con cuidado de no moverse demasiado y con una de sus manos alcanzó la cabellera de su marido para pasar sus dedos por las largas hebras azabaches, propiciándole caricias salidas desde el fondo de su corazón.

JongIn tragó saliva y permaneció quieto cuando de pronto abrió los ojos como platos, porque estaba seguro de haber visto cómo el estómago parecía haberse deformado por un ápice de segundo. KyungSoo se apresuró a tomar su mano y la llevó hasta el lugar donde había sucedido y el proceso se repitió.

A JongIn se le aceleró el corazón de sentir en la palma de su mano cómo la vida de su bebé comenzaba a terminar de formarse dentro de su esposo y el sentimiento se le aglomeró en su garganta, subiendo directamente hasta sus ojos donde las lágrimas comenzaron a estancarse en sus lagrimales, listas para salir rodando por sus mejillas.

JongIn se sentía un ser increíble, se sentía insuperable cuando el movimiento se percibió ligero una vez más sobre la palma de su mano. Había dado una vida, había hecho posible que ambos fueran padres y estaba maravillado con ello.

ㅡ Hola mi amor, papi te quiere... papi te espera. ㅡ La voz de JongIn salió un poco rota por la emoción que se acumuló en su garganta, formando un nudo que hacía que sus palabras se estancaran en ese lugar.

JongIn cantó canciones de amor sobre el estómago de KyungSoo esa noche, completamente embelesado de la belleza de su retoño que crecía y creía cada vez más, haciéndolo sentir que en definitiva era el hombre más afortunado del universo.

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Notas:

Voy terminando esto porque estaba fangirleando con mis amigas sobre los colores de cabello de los chicos, el comeback se siente cerca... y KIM JONGDAE se lo llevó todo con él. EL KAISOO es perfecto, como siempre y no puedo más.

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¿Qué tal les fue a ustedes con las fotos?

Por otro lado, fue día del padre en mi país así que quiero enviarles un saludo especial a todos sus papis en su día, merecen tener un bonito día igual que las madres :), además de que fue por este día que surgió esta historia :P

Gracias por leer y espero que esta viñeta les haya gustado, mi madre me habló sobre los tiempos estimados a que se mueva un bebé en el estómago, pero no les digo por completo lo que me dijo hasta que no les diga qué es. Que seguramente ya será en el próximo capítulo :P

El misterio ante todo.

Besos posholatosos, mucho amor para ustedes.

🌠Ary.

Desde el primer momento ❀ KaiSooWhere stories live. Discover now