52: JiSoo es una artista

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A JongIn siempre le había gustado que su pequeña hiciera lo que ella quisiera, que se expresara libremente, él siempre estaba de su lado, por lo que cuando KyungSoo fruncía el ceño o rodaba los ojos por su descontento, JongIn estaba listo para recibir un regaño que intentaría arreglar con besos más tarde.

JongIn llevaba a JiSoo de vez en cuando a su consultorio, donde Yeri hacía de niñera además de secretaria cuando casi no tenían gente, porque bueno, a Yeri no le molestaba y estaba encantada de cuidar a la pequeña JiSoo, que se entretenía casi siempre con un libro de colorear que le había comprado por su cumpleaños número dos.

Yeri había podido asistir a la mini reunión familiar donde fue invitada, le compró unos colores y el libro para que se entretuviera sin saber si era apropiado para su edad, y había quedado maravillada con todas las cosas que las abuelas de la pequeña le habían contado.

JiSoo había dejado el pañal con algo de dificultad, KyungSoo le había comprado una bacinilla para que fuera aprendiendo a ir al baño como sus papis. Y había sido todo un rollo, porque JiSoo quería orinar como ellos, no quería sentarse en la tacita del baño, y fruncía el ceño porque ella no podía hacer pipi parada.

La bebé había hecho pucheros porque ella quería aprender y KyungSoo tuvo que explicarle que era cosa de princesas y príncipes, que algunas cosas las tenían los niños como HyungSik y otras como ella, que más adelante lo entendería mucho mejor.

JiSoo había estado renuente, pero al final de cuentas y con mucho esfuerzo se había acostumbrado a ir a hacer de la pipi a la bacinilla, pese a todas las mojadas que se había dado en el intento.

JiSoo era una niña muy activa, le gustaba jugar con sus papis cuando estaban en casa y llevarse toda su atención; le gustaba ver las películas de princesas antes de dormir y se encariñaba mucho con sus peluches, que procuraba cargar a todos lados para no separarse de ellos.

También había tenido una etapa mala, donde las muelas comenzaron a molestarle, haciéndola tener fiebre y dolor que terminaba en llanto. Le costaba mucho trabajo quedarse dormida y era la mayor parte del tiempo KyungSoo quien lograba que al fin se le calmara un poco el dolor antes de meterla a la cama.

A JiSoo le encantaba que JongIn la bañara; esperaba paciente la hora del baño porque sabía que su padre pondría a llenar la tina con poca agua calientita para ella, le enjabonaría y después jugarían con las burbujas y los muñequitos de plástico que JongIn había comprado para ella.

El moreno siempre inventaba historias con la jirafa y el perrito, o con la ardilla y el dinosaurio. A JiSoo le gustaba jugar con todos ellos, pero le tenía un aprecio especial al ratoncito que su tío Dae le había regalado en su cumpleaños.

JongIn jugaba con ella mientras la bañaba y le lavaba la cabeza, para después secarla y envolverla en una toalla para secarla apropiadamente en su cuarto y que KyungSoo pudiera meterla a la camita con un montón de besos antes de dormir.

La niña estaba creciendo y ellos se sentían super orgullosos con cada marca en la puerta que agregaban cada mes, aunque también nerviosos de verla crecer y de ser siempre padres primerizos en todo lo referente a ella.

Con el libro de colorear que Yeri le había regalado a su hija, JongIn había descubierto cuánto amaba los colores JiSoo, así que se había dedicado a comprarle unas cuantas cajitas para ella sola y se las había dejado en casa para que jugara.

Desde el primer momento ❀ KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora