09: ¡Estoy gordo!

4.7K 739 150
                                    

.

.

.

JongIn no podía concentrarse, no cuando KyungSoo se paseaba de un lado a otro por la pequeña estancia fuera de su consultorio.

Había tenido varias citas programadas esa tarde, por lo que se había tardío más de lo esperado para poder salir. KyungSoo le había dicho a Yeri que no se preocupara, que ellos se encargarían de bajar las cortinas y que podía irse tranquila a su casa, para que no se le fuese a hacer tarde.

JongIn había visto demasiado ansioso a KyungSoo desde hacía varios días, o quizá unas cuantas semanas. Y es que se había puesto a comer como loco, como si estuviese famélico todo el tiempo y los antojos iban en aumento. El moreno siempre procuraba hacer que KyungSoo se alimentara bien y que tuviera sus raciones extra de lo que él quisiera.

Pero habían ido a cenar a casa de sus suegros hacía dos semanas aproximadamente y desde entonces KyungSoo se comportaba extraño. JongIn lo notaba, pero no había querido darle importancia porque había creído que eran asuntos del trabajo.

JongHyun  le había conseguido otro asistente para que él hiciera lo menos posible y había hablado con él para que se retirará a descansar a partir del sexto mes, porque TaeYeon insistía en que las cosas se le iban a complicar más y que se sentiría más fatigado y pesado.

KyungSoo no había dicho gran cosa como el niño regañado que era, simplemente le había hecho un puchero adorable a su padre que se dedicó a elogiar su trabajo y a despeinarle el cabello, diciéndole que esperaría su regreso cuando se acomodara a su nuevo estilo de vida. Que no pasaba nada, porque la empresa seria suya de cualquier modo.

JongIn terminó de acomodar los papeles que tenía sobre el escritorio y antes de que pudiera siquiera levantarse de su silla levantó la mirada al escuchar el abrir de la puerta.

KyungSoo entró en el lugar y cerró la puerta tras de sí, pegándose a ella por la espalda mientras con un gesto serio se daba pequeños golpes contra la madera en la nuca.

JongIn tragó saliva porque su marido tenía demasiado tiempo con esa seriedad encima y francamente ya lo estaba poniendo nervioso.

ㅡ ¿Sucede algo? ㅡ  JongIn arqueó una de sus cejas, con la misma seriedad que el tema requería. 

KyungSoo simplemente se hundió de hombros y siguió en el mismo lugar sin hacer o decir nada.

El moreno se extrañó porque definitivamente esa no era la manera de actuar de su esposo. KyungSoo siempre le decía las cosas a la cara y después entre ambos intentaban poner una solución a las cosas.

Pero no, KyungSoo se estaba quedando callado, permanecía con ese gesto en los labios de corazón y esa mirada que aunque estuviese cargada con un sentimiento, era indescifrable y el moreno no podía adivinar sus pensamientos.

Hubiese querido tener telepatía para poder conocer todo lo que quería transmitirle con sus pensamientos sin siquiera abrir la boca. Pero JongIn era un hombre común y la única solución que encontraba era hablar las cosas de frente.

ㅡ ¿No me vas a decir qué está pasando? ㅡ  preguntó con un tono de voz un poco más demandante.

KyungSoo le regresó la mirada cargada de lo que parecía ser coraje y JongIn se acordó justo en ese momento que hacía poco había hablado con su madre, YooNa, y le había preguntado cómo iba su esposo con los cambios de humor.

Quizá KyungSoo estuviese atravesando una de esas etapas pesadas en el embarazo, por lo que debía ser comprensivo.

ㅡ ¿Te gusto? ㅡ  KyungSoo soltó repentinamente, haciendo que un distraído JongIn se removiera en su lugar, saliendo de sus pensamientos.

ㅡ ¿ Qué?

ㅡ  Creo que la pregunta es bastante clara JongIn.

ㅡ Por supuesto que me gustas, te amo… KyungSoo.  ㅡ  El moreno respondió asombrado de la simple duda que su marido tenía.

ㅡ Puedes amarme, pero quizá ya no te parezco atractivo… quizá piensas que estoy gordo, quizá podrías buscar a alguien más que te satisfaga.

ㅡ Hey, hey… espera un segundo ¿Quieres? ㅡ  JongIn frunció el ceño y observó a KyungSoo avanzar a paso lento hacia su lugar, rodeando el escritorio con una seguridad desbordante. ㅡ  ¿Te has vuelto loco? Nunca he pensado en engañarte.

ㅡ  Quizá estoy loco JongIn, quizá no… estoy tan gordo que soy indeseable para ti.

ㅡ Estás hermoso así como estás ahora. ㅡ  JongIn  lo tomó de la mano en cuanto estuvo a su alcance, pues KyungSoo se había detenido casi frente suyo, sentándose en el borde del escritorio.

ㅡ  ¿Entonces por qué ya no me tocas, JongIn?

El rostro de JongIn era un poema en ese momento, estaba incrédulo de escuchar los reclamos de su marido y tragó saliva sin saber qué más hacer.

ㅡ Pero mi amor, hace…

ㅡ Hace casi tres semanas que no hacemos el amor… y yo parezco una vaca inflada.

La voz de KyungSoo estaba afligida, llena de un remolino de sentimientos que lo hicieron sentir culpable por haberlo descuidado un poco.
JongIn había tenido mucho trabajo esas últimas semanas y aunque siempre estaba al pendiente de KyungSoo, algunas veces salían a cenar o a comer, pero llegaba rendido a dormir. Además de que últimamente se le había metido la idea en la cabeza de que quizá podía lastimarlo si tenían sexo.

Desde que se había juntado con sus amigos a comer y ChanYeol le había preguntado si no le daba miedo seguir teniendo acción con KyungSoo.

ㅡ ¿Es porque como demasiado? ㅡ  Kyungsoo prosiguió con su lluvia de reclamos y JongIn negó en automático.

ㅡ No, Jagi… eres perfecto.

JongIn trazó una bonita sonrisa para él y apretó el agarre de sus manos, atrayendo ligeramente hacia él para abrazarlo, haciendo que KyungSoo se inclinará sobre la silla para atrapar sus labios abultados y besarlo.

Lo llenó de besos por todo el rostro y bajó peligrosamente por el cuello, haciendo a KyungSoo gemir por lo bajo mientras se acomodaba para sentarse sobre sus piernas.

JongIn quería complacerlo, quería hacerle sentir cuánto lo amaba y que así subiera los kilos que fueran, seguía con el antojo de su cuerpo, que seguía ansiando intimar con él como la primera vez, en cualquier lugar, en cualquier momento.

Así que sin importar que estuviesen en el consultorio, JongIn iba a llenar de besos a su esposo y le iba a recordar entre besos y gemidos, cuánto lo deseaba.

.

.

.

Notas:

Siento que esto quedó raro, lo siento.


No sé cómo le voy a hacer más adelante, me he hecho a la idea de que esto es tan rosa y Fluff que no puede llevar lemon, pero esta serie de viñetas surgió a partir de una idea en específico, una viñeta que viene más adelante y donde el lemon es imprescindible... así que supongo me tocará poner advertencia antes.

No sé cómo lo vean ustedes.

En otras noticias, mis cambios de humor andan peor que los de KyungSoo y yo no estoy preñada, maldición.

Besos posholatosos.

🌠Ary.

Desde el primer momento ❀ KaiSooWhere stories live. Discover now