15: ¡No puedo dormir!

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KyungSoo se removió entre el montón de cobijas que tenía puestas encima de su cuerpo. Abrió los ojos que hasta ese momento habían permanecido cerrados sin voluntad, pues los había estado apretando como si ese hecho fuese a hacer la diferencia para que él pudiera dormir.

El frío azotaba la ciudad de Seúl desde hacía más de un mes, pero hacía apenas un par de semanas que las nevadas habían comenzado. KyungSoo recuerda lo maravillado que estaba de ver los primeros copos de nieve caer sobre su cuerpo y el de JongIn, cuando habían salido a dar un pequeño paseo al parque.

Al bajito le gustaba caminar, sentía que permanecer recostado o sentado tanto tiempo le iba a hacer mal, necesitaba que le circulara más la sangre puesto que los pies se le hinchaban un poco más que antes todos los días.

JongIn siempre lo abrigaba y le colocaba los guantes, le peinaba el cabello con los dedos y le insertaba el gorro para que tuviera el menos frío posible, y cuando llegaban a casa el moreno se encargaba de hacer que él tomara una ducha con agua caliente y se cambiara en el mismo baño, con el vapor rodéandolo por completo, le hacía sentarse sobre la tapa del retrete y se arrodillaba para ponerle un par de calcetines gruesos antes de que pudiera salir del pequeño lugar.

KyungSoo amaba cada uno de sus mimos y preocupaciones, pero en momentos como ese, cuando el cristal de la ventana se encontraba demasiado empañado por las bajas temperaturas en el exterior, cuando su cuerpo estaba recubierto por completo de un montón de ropa que lo sofocaba, KyungSoo algunas veces quería estrangular a JongIn.

Y es que verlo ahí recostado tan plácidamente con las facciones completamente relajada y su respiración lenta que le indicaba que estaba sumergido en el más profundo de sus sueños le molestaba. Le jodía ver como sus bonitos labios que solía adorar se curvaban en una diminuta sonrisa y de vez en cuando gracias a la mala postura que tenía por el montó de almohadas acompañando su figura, se ponía a roncar.

Para KyungSoo los ronquidos de JongIn eran el colmo de su situación, de que dormía y él no podía terminar de conciliar el sueño. Ni siquiera podía moverse adecuadamente con el estómago colosal que tenía.

El doctor le había dicho que faltaban solo un par de semanas para que naciera JiSoo y él se sentía cada vez más cansado, con más sueño y lo peor del caso es que no podía acomodarse en la maldita cama de ninguna manera.

KyungSoo como pudo comenzó a moverse lentamente hasta que su cuerpo cayó de lado, haciendo que su estómago le estorbara porque sentía que el bebé se le había recargado específicamente en una parte del mismo. Era como si le estuviesen encajando desde adentro una enorme piedra que no lo dejaba estar.

Suspiró rendido y comenzó a moverse nuevamente, con la sangre hirviendo porque la molestia iba en aumento ya que deseaba dormir, deseaba ser él quien estuviese en ese momento soñando con lo que sea que JongIn soñara, porque el moreno se veía tan campante y feliz que él deseaba robarle el sueño.

Infló los cachetes cuando estuvo completamente boca arriba y sentía que la posición era demasiado incómoda, eso sin contar con que el calor corporar iba en aumento y quería aventar al otro lado de la habitación el montón de sábanas que lo arropaban.

¿Era demasiado pedir? Que JongIn dejara de dormir, que se pusiera en su lugar. ¡Bah! Si JongIn se la había metido hasta el fondo, lo había dejado con premio y ahora no le pasaba absolutamente nada de lo que él sentía.

Desde el primer momento ❀ KaiSooWhere stories live. Discover now