Sobre montañas y ríos (Of mountains and rivers - Shan He Biao Li - 山河表里)

Capítulo 38

En ése momento, Yuan Ping tuvo un mal presentimiento. De hecho, solo que había que poderse en el lugar del monstruo y pensarlo, cualquiera que haya perdido un diente por causa de su comida, se enojaría y gritaría de dolor.

Efectivamente, al siguiente momento, la bestia sonora que había perdido su diente, rugió y una onda de sonido invisible golpeó al guardián en el pecho. Yuan Ping no pudo evitarlo, rodó de costado en el suelo, sujetándose la cabeza con ambos brazos, recibió un fuerte golpe, pero eso no fue todo. Ése rugido sonaba como un "disparo al inicio de una carrera", las otras dos bestias sonoras de repente parecían haber recibido algún tipo de señal y abrieron la boca al mismo tiempo.

Chu Huan agarró el arco de la mano de Dashan y saltó de la pendiente, silbó en un tono tan fuerte y alto como el amanecer, los animales sonoros eran más sensibles al sonido e inmediatamente dirigieron su atención a Chu Huan.

La primera flecha de Chu Huan ya había salido del arco. Pero su mano estaba temblando, esa flecha realmente falló. Su flecha golpeó las grandes fosas nasales de la bestia, había fallado por un pelo. La cabeza de Chu Huan se volvió "zumbante", todo su cuerpo quedó en blanco.

Era casi imposible que esto le sucediera a Chu Huan, con la sofisticación del arco en su mano, podría haber disparado una flecha en el ojo de un gorrión a decenas de metros de distancia, pero el gran ojo de la bestia sonora era tan grande no como la cara de un gorrión, sino como la de un hombre, entonces ¿cómo pudo equivocarse?

Las manos y los pies de Chu Huan estaban fríos, sus articulaciones estaban rígidas y el sudor frío en sus palmas casi lo hizo incapaz de sostener el arco. El dedo medio levantado intencionalmente por Yuan Ping, y su silueta que de repente cayó al suelo ya estuviera vivo o no, hicieron que los recuerdos de de Chu Huan y volvieran a su mente, el olor a sangre fresca era persistía,.

«¿Qué estoy haciendo? ¿Qué diablos estoy haciendo? ¿Como es que cometí un error tan barato?» Pensó.

Por supuesto, a pesar de la flecha perdida, la atención de la bestia sonora todavía estaba sobre él.

En ese momento, Nanshan se atrevió a cruzar el bosque de piedra, y aprovechando el momento en que la bestia giró la cabeza, agarró a Yuan Ping y se retiró rápidamente.

Las tres bestias sonoras reaccionaron de inmediato a los sonidos de los fugitivos, al mismo tiempo recobraron el sentido y corrieron hacia Nanshan.

Nanshan dejó escapar un grito bajo, y con él al centro, una corriente de aire similar a un huracán barrió los alrededores, su ataque fue explosivo y en poco tiempo, cada roca a dos metros de él se desplazó como un dragón azul gigante moviendo la cola.

La bestia sonora que había perdido su diente se desequilibró y fue arrojada a tres o cuatro metros del camino, su cuerpo pesado terminó cayendo sobre su compañero de un lado.

Los dos animales sonoros rodaron en una bola. Nanshan no se atrevió a dudar e inmediatamente se retiró del huracán con Yuan Ping sobre su espalda. Después de un poco tiempo, ya estaba más sobrio, Nanshan lo arrastró, pero aún se tambaleaba ligeramente.

─¡Chu Huan, ven!

El rostro de Chu Huan estaba tan pálido como sus nudillos, sus dedos irregulares cubrían la cuerda del arco, su mirada parpadeante pasó por el rostro de Yuan Ping, se dio la vuelta para dejarlos ir.

─Lo haré yo mismo, no necesito protección. Yo conseguiré a la reina.

Al escuchar ésas palabras, Nanshan corrió sin detenerse, recogió a Yuan Ping y como si fuera una zanahoria, lo suspendió en el aire, al siguiente instante, Xiaofang y Bangchui, que estaban cerca, proyectaron sus cabezas al mismo tiempo, uno a cada lado y tácitamente agarraron a Yuan Ping. Tomaron ambas manos de Yuan Ping, y lo colgaron como si fuera un acróbata.