No continuó caminando, se dio la vuelta y fue directo a su casa. No sabía si era una ilusión, pero Chu Huan sintió que la niebla era más espesa que cuando salió, una vez más entendió el significado detrás de las palabras: "sellar la montaña".

Cuando Chu Huan entró a su casa, empacó el equipaje. De hecho, no tenía mucho equipaje, a excepción de la daga táctica y el cuchillo que Nanshan le había dado, básicamente todo lo demás podía dejarse aquí.

Se sentó en el borde frío de la cama y cayó en trance por un momento, haciendo compañía silenciosamente a la soledad del amanecer. Se quedó allí un rato antes de sacar medio paquete de cigarrillos del bolsillo de su abrigo. Buscó a tientas el paquete y le dio la vuelta en la mano; al final lo retuvo.

Primero: la adicción a los cigarrillos de Chu Huan no era muy grave. Segundo: no quería contaminar las verdes colinas y las aguas claras del clan Liyi. ... Y en la sede del condado, Nanshan parecía haber dejado en claro que no le gustaba que fumara.

En ese momento, sonó un crujido; Chu Huan levantó la cabeza y vio a la pequeña serpiente venenosa deslizándose sobre la cama yendo hacia él, parecía tener miedo al frío. Rápidamente subió por los brazos de Chu Huan, pasó sus hombros y fue directamente a su pecho. Ya estaba a mitad de camino cuando su piel tocó la daga táctica que Chu Huan había metido debajo de su chaqueta. Sus movimientos de repente vacilaron. La pequeña serpiente sacó su lengua y palpó la superficie de la daga. Rápidamente la evitó, rodeó la daga militar y se envolvió alrededor de la manga de Chu Huan, sacó su pequeña cabeza triangular y se estiró para mirarlo.

─Me voy a ir pronto.─dijo Chu Huan.

La serpiente estiró su cabeza, parecía un poco sorprendida. Pero... ¿Cómo se podía sorprender? era solo una serpiente

─Vete, de lo contrario te llevaré conmigo.─continuó diciendo.

La pequeña serpiente venenosa estiró tentativamente la mitad de su cuerpo, sus escamas heladas se frotaron contra el dorso de la mano de Chu Huan, y envolvió su cuerpo con fuerza alrededor del brazo.

─¿Qué? ¿Quieres venir conmigo?

La pequeña serpiente venenosa siseó su lengua.

─No puedes, tendría que comprarte ratones blancos cada día, sería muy problemático, lo siento ...─ Chu Huan se acercó para agarrarla.

Esta vez, la astuta serpiente mordió su manga y maniobró su cuerpo hasta tomar la forma de un clip, con la cola aún debajo de la manga de Chu Huan mostrándole que hiciera lo que hiciera, no se iría.

Chu Huan luchó con ello por un tiempo, las venas de sus manos casi fueron estranguladas por esa pequeña criatura malvada. Descubrió que la serpiente era como yeso; en el momento en que se pone, no se puede quitar. Al final, su corazón se suavizó y pensó:

«Sigamos sus deseos. De cualquier manera, criar esta pequeña cosa no es costoso. El único trabajo necesario es asegurarse de que no se escape».

Se preparó para salir llevando un brazalete inusual y cargando una maleta simple. Tan pronto como abrió la puerta, Chu Huan se sorprendió: Nanshan había estado allí esperándolo quién sabe cuánto tiempo.

Nanshan tiraba de un caballo blanco como la nieve. Había dos tubos de bambú colgando del cuello del caballo; incluso desde la distancia, se podía oler el alcohol.

Al principio nadie dijo nada, una persona se encontraba en el exterior mientras que la otra estaba en el interior. En momentos como este, decir algo sería innecesario.

─Tú...

La mirada de Nanshan se posó en la maleta de Chu Huan. Su mandíbula se tensó. Su garganta se contrajo un poco antes de susurrar:

Sobre montañas y ríos (Of mountains and rivers - Shan He Biao Li - 山河表里)Where stories live. Discover now