VENUS✅.

3.7K 226 44
                                    

Capítulo 49.

22 de octubre 2019:

Parte 2/2. 

Estoy nerviosa, no he pegado un ojo en toda la noche, mi cabeza ha dado demasiadas vueltas con respeto a cómo será todo a partir de ahora, dejará a mis pequeños en manos de personas que me han apoyado desde que se enteraron de mi embarazo.

Quisiera haber tenido más tiempo con ellos para poder compartir tantos momentos que imagine e idealice en mi mente mientras los llevaba en mi vientre, pero ya veo que el destino me tenía otra cosa preparada, las ganas de llorar se hacen presente, pero las evito, tengo que ser fuerte.

Los hermanos Darling no me han dirigido más la palabra, están sumidos cada uno en su mundo, quizás estén igual que yo dándole vuelta y vuelta a cómo será la vida de dos inocentes criaturas que no deben de pagar por los errores de los adultos.

Mi corazón late al recordar las palabras de Robert, sobre de volverme a elegir, nunca pensé que él iba a desarrollar esa clase de sentimientos por mí, me parece hasta chistoso. El chico perfecto de New York fijándose en la hija rebelde del comisionado.

¿Y Zeth Darling? Alguien que jamás pensé tropezarme en mi vida, ahora la tiene totalmente de cabeza. Sus momentos bipolares hacia mí, me han hecho dudar hasta el más mínimo detalle, nunca he logrado descifrar que es lo que realmente él siente hacia mí.

Mi piel se eriza, al recordar cada momento que viví junto a los hermanos Darling, cierro mis ojos al notar como mi vida cambio en tan poco tiempo, ha sido increíble este viaje que he vivido.

Suelto un suspiro abriendo mis ojos nuevamente mirando al horizonte, recuerdo algunas palabras de Maurizio sobre que nunca iba a dejar que sus sobrinos no les iba a faltar nada, si yo no estaba. Una pequeña risita escapa de mis labios, debido a las ironías de la vida, al principio odiaba a mi medio hermano, ahora simplemente estoy agradecida con él por todo su apoyo.

James no pudo evitar llorar, mientras me decía cuan orgulloso se sentía de tenerme como su hija, ya que él ha visto como he madurado y cambiando desde que supe de mi embarazo.

Eros admitió que admira, puesto que soy una gran mujer y que los mellizos se van a sentir orgullosos de que yo fuera su madre porque lo doy todo por ellos sin importar nada a cambio.

Por último, me encuentro en el puente de Manhattan, son alrededor de las tres de la mañana la hora que ella me cito, sabiendo que no iba a ver nadie para observar lo que está a punto de pasar.

En uno de los extremos del puente se encuentra la camioneta policial donde están papa, los hermanos Darling, Maurizio y Eros, ninguno quiso alejarse en este momento tan crucial.

De un momento a otro, llega un auto blindado negro, donde puedo observar que dos mujeres, una pelinegra y otra rubia. Eso hace que mi expresión de miedo y preocupación cambie a una de sorpresa, cada una lleva a uno de los mellizos.

- ¿Qué diablos? – suelto con asombro.

-Oh, querida, lávate esa boca – pronuncia la rubia con una sonrisa.

Ambas llegan a donde estoy, pienso detenidamente que esto puede ser un chiste de muy, pero muy mal gusto que estas dos arpías están haciendo.

-Una foto dura más – sigue hablando la rubia.

Niego lentamente con mi cabeza, simplemente esto no me podía estar sucediendo a mí.

-Pueden llevar a los niños a la camioneta, ahí está Robert – comunico.

Veo que Dakota hace un gesto pensativo, eso me pone en alerta porque no quería que nada malo pasara.

-Cambiamos de planes, puta – suelta Beatrice relajadamente.

Si mi media hermana Beatrice Payne Twon está frente a mí como cómplice de Dakota, la ex loca de Robert, esto cada vez parece una jodida novela de Wattpad.

- ¿Cómo que cambiaron de planes? – cuestiono confundida.

-Ya no nos interesa solo tu vida para matar Venus – habla Dakota – Mejor pensamos matarlos a los tres, para que Robert vea como su adorable familia se va al carajo.

Ese momento mis ojos se ponen como plato al escuchar aquello que acaba de salir de la boca de aquella horrorosa mujer.

-Sería mi mejor venganza contra Robert Darling – sonríe Dakota.

De pronto detrás de ellas salen dos hombres altos y robusto, caminan hacia mí, no sabía qué hacer, porque mis hijos están aún en los brazos de esas dos víboras, cualquier movimiento sería sumamente riesgoso.

De la nada escucho la voz de mi padre, mi corazón empieza a latir de una manera muy acelerada, aquello no detuvo a uno de los hombres que están del otro bando para agarrarme por el brazo de una forma brusca.

-Alto ahí – lo escucho decir.

Veo como Dakota no se intimida ante dicha orden.

-Qué idiota es James Collingwood si cree que solo, puede hacer esto – dice Dakota con fastidio.

Cuando creía que la situación podía empeorar, escucho de pronto un disparo, la persona que me sostenía el brazo, lo suelta repentinamente, frunzo mi ceño al notar que ha caído al piso, ha sido herido.

Otro disparo se escucha, mi piel se eriza, complementé al ver que el otro hombre yace en el suelo junto con su compañero ¿Quién es está disparando?

Miro de reojo ha sido mi padre, quien está disparando junto con.... ¿Eros Darling? Ambos están detrás de mí con sus pistolas a punto hacia el frente.

-Los bebes – dice James.

Miro hacia al frente donde están las víboras, aquellas con mis bebes.

- ¿Creíste que te ibas a librar tan fácil? –Cuestiona con rabia Dakota – No lo harás Venus Collingwood las putas como tú merecen morir – sentencia.

Entonces pasa algo sumamente extraño e inesperado para mí, dos oficiales de policía llegan detrás de ella apuntando a ambas chicas.

-Entreguen a los bebes – anuncia ambos oficiales al mismo tiempo.

Corro hacia Dakota para quitarle al bebe, el cual es Axel, no sé en qué momento paso, pero James tenía a Hera en sus brazos. Dakota aún tiene su pistola en sus manos, no podía hacer por, sino que la mataban ahí mismo.

Y paso lo que más temía no sé cómo lo logro, pero ella está nuevamente apuntándome con el arma, lo siguiente que paso fue tan rápido que no logre asimilar en ese instante.

Dos disparos se han escuchado nuevamente, pero no me ha impactado ni tampoco a James que se encuentra a mi lado, frunzo el ceño ¿Quién había recibido los disparos?

Miro hacia Dakota la cual tenía uno en su brazo izquierdo, ella recibido uno ¿Y el otro? Ambos habían sido continuos.

-Eros – pronuncia papa.

Bajo mi mirada, lo observo en suelo con un disparo en su abdomen suelto un jadeo de la impresión al verlo ahí desangrando. Unos paramédicos que no tenía ni idea que estaban ahí llegan para atenderlo, también nos quitan a los bebes para revisarlos.

No lo podía creer, Eros había recibido un disparo para protegernos a mí y a los mellizos, el disparo contra Dakota para no nos hiciera daño me encontraba impresionada ante los hechos. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dulce error #1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora