VENUS✅.

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Capítulo 13.

05 de mayo 2019:

Estoy angustia y desesperada en estos momentos, no saber quién es el papa de mi bebe me pone de un humor que no me agrada del todo. Soy una persona muy irresponsable, quedar embarazada y no tener ni puta idea de quien me penetro hasta dejar su esperma dentro de mí, es irresponsabilidad.

Estoy llegando ya al departamento, donde vivo con James, me encuentro en el ascensor. Mi plan para el resto de la tarde es comer helado debido a que es el antojo que más tengo y ver TV hasta estar totalmente tranquila.

Pero todo se viene de nuevo al carajo cuando el ascensor abre sus puertas, dejándome ver a Maurizio en la puerta del departamento junto con una mujer rubia que no es Bárbara.

Si es una jodida mujer de él, no me interesa en lo más mínimo en conocerla realmente sigo, sin estar interesada que él forme parte de mi vida, a pesar de su insistencia constante de intentar llevarse mejor conmigo.

Me acerco a ellos, ambos van vestidos deportivamente seguros, estuvieron haciendo ejercidos o algo por el estilo, cosa que me sigue dando igual. Los dos están susurrándose cosas al oído, pongo mis ojos en blancos y camino más a ellos.

-Maurizio – pronuncio su nombre para llamar su atención.

Ambos dejan de hacer lo que se encontraban haciendo para girarse hacia a mi con una sonrisa en sus labios. Me fijo en la mujer que está a su lado, rubia como Bárbara y como yo, su piel blanca y ojos azules, es de contextura delgada, sus facciones era muy finas, su nariz perfilada y sus ojos eran pequeños, una Barbie humana en conclusión.

Su rostro es parecido al de una pizza porque se asemejaba a una triángulo. Aunque si la analizo mejor, se parece mucho a Bárbara en ciertos rasgos y eso es extraño porque solo sé que tiene a Maurizio.

-Ella es Beatrice, nuestra hermana – dice Maurizio presentándola, sin saludarme o algo por estilo.

Me quedo viéndola de arriba hacia abajo, había escucho algo sobre Beatrice Payne – Town en la prensa. Algo sobre que ella era una copia exacta de Bárbara Twon de joven, digo era porque no se parece a dicha mujer de joven porque en mi adolescencia busque muchas fotos de mi madre por internet para saber si me estaba pareciendo a ella físicamente.

¿Y adivinen qué? Yo si soy una copia de Bárbara, salvo que los genes Collingwood se hicieron un poco más presente que los Twon. Por eso digo que Beatrice no es una copia de ella, sino yo, la hija que olvido por completo.

-¡Venus por fin te conozco! – dice con un tono de voz chillón.

En este momento siento que mis oídos sufren al oírla hablar. Ella me abraza sin mi permiso, dejándome perpleja y sin comprender el porqué de su gesto, pasaron segundos y ella me suelta, luego me mira con una sonrisita.

-Mommy, me ha hablado mucho de ti – habla sumamente sifrino con un acento mezclado entre inglés y españoléte.

Parpadeo varias veces, le doy una mirada rápida a Maurizio. Luego niego con mi cabeza, mirando a Beatrice.

-¿Qué hacen aquí? – pregunto con cierto eje de fastidio.

Ahora miro seria a los dos, no tengo ánimos de hablar sobre una familia ficticia que nunca se va a cumplir. El embarazo me carga sumamente mal, hormonalmente hablando debido a que mi cabeza da demasiadas vueltas con todo y todo me está afectando.

-Beatrice llego hace días a New York, ya ella sabe lo del divorcio de nuestros padres, así que no tenía sentido que se queda sola en España – explica Maurizio – Así que mama le compro un boleto para que viniera y poder estar toda la familia reunida.

Dulce error #1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora