Dulce error #1.

VENUS✅.

Capítulo 41.

29 de agosto 2019:

¿Por qué sentía que mi cabeza dolía tanto? ¿Por qué hay un ruido insoportable que no me deja tener mis ojos cerrados? Pero lo peor y más inquietante de todo ¿Por qué estoy mirando fijamente un techo blanco que nunca antes había visto? ¿Dónde estoy?

Miro de reojo, puedo notar que hay un monitor chequeando mis signos vitales, frunzo levemente el ceño, me siento confundida. Luego sigo mirando todo, me puedo percatar que tengo puesto una vía de la cual me están surtiendo un suero o medicamento.

Ahora decido mirar hacia un costado de la cama, puedo visualizar a dos hombres sentados durmiendo en la cama de visitante, eso me causa más confusión aún, sigo mirando la habitación en los sofás de visitante hay también personas durmiendo.

Quería saber qué había pasado o que está pasando realmente, porque no comprendo mucho, lo último que recuerdo fue el carro impactando contra el taxi, ya de ahí solo recuerdo despertarme hace poco.

Puedo deducir que estoy en un hospital, algo grave tuvo que pasar para que terminara nuevamente en este estado, pero lo que más me sorprende es que mi cabeza no deja de doler.

-Hola – susurro intento llamar la atención.

No pasa nada.

-Despierten – vuelvo a susurrar, pero esta vez un poco más fuerte.

Sigue sin pasar nada, observo que hay un botón cerca de mi mano izquierda, sin dudarlo le doy clic, lo que ocasiona un ruido fuerte que hacen que los visitantes se despierten alterados y confundidos.

-Por fin – exclamo desesperada.

Ellos me miran sorprendidos con una sonrisa en sus labios los cuatro, eso hace que me encoja de hombros.

-Venus, despertaste – pronuncia Cayden.

Sonrió un poco apenada porque lucia cansado y con una ligera barba de días, lo miró fijamente.-Estábamos preocupados – dice mi medio hermano Maurizio captando mi atención, él luce igual que Cayden.

-Concuerdo con ellos – la voz de Robert me hace buscarlo para chocar con nuestra mirada, él no tenía barba.

No sabía qué decir o que hacer simplemente los miro, observo al único que no ha hablado él, está serio como siempre, todos cuatro lucen cansados, seguro no se han querido despegar de aquí.

-Ese botón que presionaste es para llamar a la enfermera – me explica Maurizio – Dentro de poco vendrá una ¿Te sientes bien? – cuestiona.

-Me duele la cabeza – explico.

Inconscientemente, llevo una mano a vientre, donde caigo en cuenta que está extraño, no lo siento hinchado y redondo, más bien se siente flácido, como si nada estuviera ahí.

De pronto siento una desesperación horrible y ganas de llorar, mis bebes no están ahí adentro, no siento nada, ¿Qué paso? ¿Dónde estaban?

-Mis.... Bebes.... – murmuro.

Miro rápidamente a los cuatro hombres que están frente a mí esperando que ellos me den una respuesta.

- ¿Dónde están mis bebes? – cuestiono preocupada.

Temía que algo malo les haya pasado, no quería eso, mis bebes debían estar bien. De pronto siento unos brazos rodearme, el olor a perfume se me hace familiar, no sé en qué momento Zeth vino a abrazarme, solo sé que en estos momentos me está buscando a calmar.

-Mis bebes – susurro nuevamente desesperado.

-Ellos están en una incubadora – habla calmadamente – Los tuviste prematuramente.¿Por qué tuve a mis bebes antes de tiempos? Ellos aún no estaban listos para nacer, por eso no habíamos decidido tenerlos aún.