Capítulo 4

159K 9.5K 3.8K
                                    

Dalila

-me alegra saber que coincidimos en algo más que en la cama- habla el hombre de ojos azules mientras me examina con su mirada.

-¿qué es lo que quieres?- pregunto- se claro por favor.

-no necesito absolutamente nada de usted- responde mientras me mira de pies a cabeza- solo te vi y quería asegurarme de que eras tú- levanta sus hombros mientras trata de restarle importancia.

-bueno señor Morelli- comienzo mientras me alejo un poco de él- soy yo, eso ya ha quedado claro- mi intención de alejarme es evidente- así que si me disculpa, tengo que irme.

-en realidad- habla cuando estoy a punto de marcharme de ahí- puede que sí necesite su ayuda después de todo.

Volteo a verlo y él solo mantiene su semblante serio.

-¿si?- pregunto con una ceja elevada.

-eres abogada, ¿no?- pregunta y suelto una risa nerviosa.

-no lo soy- respondo- no aún.

-cierto- habla como si recordara algo- ven conmigo.

Comienza a caminar, ruedo los ojos, prácticamente me ha ordenado.

-¿qué pasa?- pregunta en cuanto es consciente de que no lo he seguido.

-podrías pedirlo- respondo cruzandome de brazos.

Me mira y en cuanto se da cuenta que no estoy jugando comienza a hablar.

-esta bien- se para frente a mi de nuevo- señorita Dalila Román- habla- ¿podría ser tan amable de venir conmigo?

-eso suena mejor- sonrio- lo sigo señor Morelli.

Vuelve a caminar abriéndose paso entre las personas que están en la pista, lo sigo y él se dirige hasta la zona VIP en donde no se detiene sino que camina atravesando toda la zona hasta llegar a un pasillo que está siendo cuidado por un hombre que nos deja pasar de inmediato en cuanto mira a Raffael, este pasillo conecta con algunas puertas, Raffael abre una de esas puertas después de ingresar el código y me mira.

-adelante- habla mientras me deja pasar primero que él.

-gracias- respondo entrando a esta.

Es una oficina, miro por el ventanal de esta y desde aquí se puede ver todo lo que ocurre en el exterior.

-ellos no nos ven- habla él llegando a mi lado- nosotros podemos verlos pero ellos a nosotros no.

Miro todo, todos se divierten.

-¿eres el dueño?- pregunto mientras me giro completamente hacia él.

-lo soy- suelta sin más, bebe de un vaso de vidrio que no había visto en su mano.

-¿para qué me necesitas?- camina hasta su escritorio y toma asiento, lo imito pero tomó asiento en la silla frente a él.

-una consulta- responde mientras me tiende un folder.

Dejo mi bolso mientras abro aquella carpeta y comienzo a analizar los papeles en su interior.

-bueno- respondo después de un buen rato- si quieres ir a la cárcel puedes firmarlo.

Él voltea hacia mí.

-¿a qué te refieres?- pregunta.

-sea quien sea que te haya dado esto lo único que busca es perjudicarte- comienzo- al firmarlo lo único que te traerá serán problemas y varios de ellos se pagan con la cárcel, no podrías quedarte ahí para siempre pero sí por un par de años.

Tentación ItalianaWhere stories live. Discover now