Capítulo 8

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Dalila

Estoy en la Universidad, había pasado ya casi una semana desde que Raffael se fue y aún no tenía fecha alguna de su regreso, me preocupaba, sabía que algo me ocultaba aunque no estaba en mis planes insistir para que él hablará.

-¿todo bien?- pregunta Leonardo a mi lado una vez que el maestro sale del aula.

-sí- respondo tomando mis cosas- pensaba en el examen de la próxima semana.

Caminamos mientras salimos adentrandonos entre los estudiantes que ya están en el pasillo. Llegamos hasta la cafetería ya que teníamos clase libre y comenzamos a estudiar apoyándonos mutuamente.

¿paso por ti?

Era un mensaje de Anna, respondo mientras le hago saber que está bien y que la veré al termino de mis clases.

-¿en dónde estábamos?- pregunto al hombre frente a mi mientras retomamos nuestra lectura.

°

-¡nena!- Anna grita mientras sacude su mano de un lado a otro, sonrió mientras camino en su dirección. Me abraza una vez estoy cerca de ella.

-vaya- hablo intentando tomar una gran bocanada de aire, me había apretado tanto y tan fuerte- ¿alguien amaneció más amorosa que de costumbre?

-tenía tanto tiempo que no te veía- suelta con fingida exageración, nos habíamos visto hace unos días- ¿vas a la cafetería?

Asiento mientras subimos a su auto.

°

-¿qué estuviste haciendo estos días y por qué no me habías hablado?- pregunta Anna mientras está frente a mi comiendo un emparedado.

-había estado ocupada- respondo, no mentía del todo.

-¿por qué tengo la ligera impresión de que me estás mintiendo?- pregunta entrecerrando sus ojos azules.

-no podría contestar a eso- respondo con una sonrisa mientras tomo asiento frente a ella, era mi hora de descanso así que ella había decidido comer conmigo.

La cafetería estaba vacía y las personas que estaban aquí estaban afuera en la terraza lo cual agradecía.

Algo en la televisión de aquí llama mi atención, eran las noticias, hablaban sobre algunos homicidios que habían ocurrido en estos días.

-es impresionante como hay personas que pueden arrebatarle la vida a otras- habla Anna mirando también la pantalla- deben de ser lo bastante frívolos- me mira- ¿qué opinas sobre esto?

-hemos analizado algunos casos en la Universidad- comienzo- en la mayoría de los casos siempre hay una razón por la que lo hacen, claramente eso no justifica el matar a alguien más pero creo que siempre hay una razón, un motivo para hacerlo.

-si conocieras a alguien que ha matado a alguien más, ¿qué harías?- pregunta.

-no lo sé- respondo, nunca había pensado en eso.

-eres casi una abogada- vuelve a hablar- debes de estar del lado de la ley ¿no? Del lado de lo correcto.

-debo de estarlo- afirmo.

-¿qué harías si conoces a alguien que ha matado a alguien más? Si conocieras a alguien que ha arrebatado vidas como si no importara nada- ella habla mirándome fijamente.

-no lo sé- vuelvo a responder- creo que huiría de esa persona o tal vez denunciaría a esa persona- suelto sin más.

°

Estoy atendiendo unas mesas cuando la campana suena, miro en esa dirección y bufo en cuanto veo a Carina entrar junto a sus amigas.

Toman asiento en una mesa mientras ríen.

-Cristal- hablo hacia mi compañera de trabajo- ¿qué tal si atiendes esa mesa?

Ella me mira y después mira la mesa.

-esta bien- responde- sólo porque te debo este favor. Hoy saldaré mi deuda.

Sonrió mientras ella va hasta aquel grupo de chicas. Sentía un poco de lástima y pena por Carina, las personas que siempre estaban a su alrededor solo lo hacían por su dinero, que en realidad no era su dinero sino de mi abuelo.

-a veces me dan ganas de ser amiga de tu prima- habla Cristal llegando de nuevo conmigo- siempre paga ella a donde sea que salga con ellas, que suertudas son.

-solo le ven la cara- respondo.

Había pasado lo mismo con Dimitri, no diré que me rompió el corazón porque para ser sincera nunca lo amé, no de la manera en que amo a Raffael, creo que incluso cuando estaba con Dimitri aún pensaba en Raffa, el poco cariño que sentía por Dimitri murió cuando lo descubrí teniendo sexo con Carina aunque después descubrí el verdadero motivo por el cual estaba con ella, su dinero.

Dimitri me engañó solo por el hecho de que  no recibí dinero alguno de la herencia de mi abuelo, todo lo que me correspondía fue robado por mi tío y se lo entregó a su pequeño tesoro y Dimitri se fue con la nieta que tenía más dinero, era impresionante.

Termino de preparar los cafés que ellas habían encargado y Cristal va a dejarlos mientras yo me dedico a atender otras mesas.

-¿quieren algo más?- escucho su voz mientras se dirige a las perras a su alrededor.

Agradezco que solo falten algunos minutos para mi hora de salida, cuando mi horario termina suelto un suspiro frustrado y voy por mis cosas dejando también mi mandil y colocandome un abrigo.

Salgo del área de descanso y desde aquí puedo ver que mi prima y sus amigas se han retirado.

-me voy- aviso a Cristal quien asiente, me despido de ella y comienzo a caminar hasta la salida.

Carina y sus amigas me estorban, están simplemente paradas aquí mientras miran en una dirección frente a nosotras, del otro lado de la calle.

-Carina acercate a él- una de las mujeres habla hacia mi prima.

Puedo ver finalmente hacia la misma dirección que ellas y una sonrisa se instala en mi rostro al ver a Raffael recargado en su auto, sin pensarlo más comienzo a caminar hacia él y cuando estoy lo bastante cerca me lanzo a sus brazos y lo abrazo.

-alguien me extraño bastante- habla mientras me abraza de la misma manera.

-¿tú no me extrañaste?- pregunto esperando su respuesta, mi corazón se acelera mientras espero su respuesta teniendo miedo de que esta sea negativa.

-también te extrañe- responde después de unos segundos haciendo así que ese miedo se esfume.

Capítulo nuevo.

Espero que les guste.

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Nos leemos pronto.

-Neftali.

Tentación ItalianaWhere stories live. Discover now