Tentación Italiana

Capítulo 54

Dalila

Después de que Raffael se fuera decidí venir al doctor, quería saber que el resultado que aquella prueba arrojó era cierto y no quería arriesgarme a que algo malo pasará.

-Dalila Ivanov- me llaman y me pongo de pie lentamente y con un nudo de nervios, camino hasta donde está aquella secretaria y me guía hasta aquel consultorio en donde una mujer me espera, me sonríe mientras comienza a hacerme unas cuantas preguntas hasta que me pide que me acueste en una pequeña camilla, lo hago y levanta un poco mi blusa para dejar mi estómago descubierto, aplica un poco de gel para después con un pequeño aparato comenzar a esparcirla alrededor de mi estómago mientras ve algo en una pantalla aquí, miro también pero no logro identificar nada.

-vaya- sonríe- sí hay un pequeño creciendo aquí adentro- habla mientras mira detalladamente la pantalla, aquellas palabras me hacen sonreír mientras intento no llorar- mira- señala algo aunque no lo distingo mucho- en unos meses será más fácil que puedas verlo completamente bien- comienza mientras sigue moviendo aquel aparato, después de unas pequeñas vueltas más en donde se asegura que todo esté bien limpia mi abdomen y volvemos al escritorio en donde me hace una receta con algunos suplementos para que todo esté bien y en orden, agradezco y después salgo de ahí mientras guardo todo lo que me ha dado.

Me siento feliz, sabía que sin duda no era el mejor momento para la llegada de este bebé, quiero decir, su abuelo y su padre estaban en una gran disputa de poder y yo no quería ese ambiente para mi bebé, me iba a asegurar de que él llegará a una familia llena de amor, antes de decirle a alguien más sobre mi pequeño ángel me encargaría de que todo a nuestro alrededor sea tal como lo quiero, correría el riesgo.

Sí Raffael quería volver conmigo debía de esforzarse en demostrarlo y si mi padre quería estar en mi vida debía de hacer lo mejor para nosotros si esos dos hombres querían que nosotros estuviéramos en su vida debían de arreglar sus diferencias de lo contrario mi bebé y yo nos alejariamos, no dejaría que creciera en un ambiente lleno de odio, venganza y rencor, merecía más que eso y yo se lo daría con o sin ellos.

Llego a mi departamento de nuevo y comienzo a leer concentradamente la receta mientras veo cada medicamento y organizo todo, mi celular suena y respondo mientras continúo leyendo aquellas cajas.

-cariño- la voz de mi padre se escucha.

-hola papá- respondo mientras camino hasta mi habitación en donde comienzo a colocar todo en mi mesa de noche- ¿pasa algo?

-yo llamaba para preguntar eso- responde- no he podido ir a verte a pesar de que estamos en el mismo lugar- sonrío.

-no te preocupes- respondo mientras me recuesto en mi cama- estoy bien.

Hablamos un poco más hasta que nos detenemos en un tema.

-¿salimos a cenar esta noche?- le pregunto y se mantiene en silencio antes de responder.

-me encantaría cariño- responde- pero tengo un compromiso- continúa- es el cumpleaños de un viejo amigo y hará una fiesta.

Lo último que sé es que todos los amigos de mi padre pertenecían a la mafia.

-¿un amigo mafioso?- pregunto con cierta burla aunque en realidad quería saber la respuesta.

-lo es- responde de la misma manera.

-¿debo de preocuparme de que haya alguna masacre o algo por el estilo?- pregunto y ríe haciéndome sonreír.

-cariño- comienza- no debes de preocuparte por eso- responde- los Ivanov somos indestructibles- sonrío mientras dejo una mano en mi vientre y veo la fotografía que tengo con Raffael del día de mi graduación, sin evitarlo los recuerdos de todo regresan a mi, posiblemente había sido cruel y una completa perra al hablar con él hace unas horas- ¿Dalila?- la voz de mi padre me regresa a la realidad.