Dalila
Bebo el shot de un solo trago mientras que todos mis amigos que me acompañan aplauden y gritan, siento como aquel líquido baja quemando por mi garganta.
Hago una mueca mientras veo a Anna frente a mi.
-debes dejar de beber de esa manera- habla tomando el vaso en mi mano- no entiendo el porqué estás haciendo todo esto pero es suficiente.
Niego mientras intento tomar el vaso de nuevo pero ella es más rápida y logra esquivarme.
-Anna- intento hablar y vuelve a negar.
-ni lo pienses- ruedo los ojos mientras comienzo a alejarme de aquí.
Salgo de este lugar intentando tomar un poco de aire, el ambiente adentro era algo denso, sólo necesitaba respirar un poco.
-¿pasa algo?- escucho la voz de Leonardo a mi lado.
-nada- respondo- solo necesitaba un poco de aire.
Nos mantenemos en silencio mientras nos quedamos aquí.
-Dalila, hay algo que siempre he querido hacer- Leonardo voltea en mi dirección, lo miro frunciendo el ceño.
-¿qué es?- pregunto y él luce notablemente nervioso.
-esto- habla sin más mientras toma mi rostro y me besa, intento alejarme pero sus manos en mis mejillas me lo impiden, es hasta que logro empujarlo por su pecho cuando por fin me suelta.
-¿¡qué demonios te pasa!?
-yo...
-sabes que estoy en una relación- interrumpo- eras mi amigo no tenías derecho alguno a besarme sin mi consentimiento.
Él intenta hablar de nuevo pero justo en el momento que está a punto de hacerlo alguien llega golpeando su rostro. Abro los ojos sorprendida.
Raffael está aquí, digo, estábamos afuera de su club, tenía que estar aquí.
-Raffael- hablo mientras me interpongo cuando está a punto de golpear a Leonardo de nuevo- es suficiente.
Miro a Leonardo quien se encuentra en el suelo mientras que limpia la sangre que sale de su nariz.
-deberías de pensarlo antes de volver a poner una mano sobre ella- es todo lo que dice para después adentrarse a aquel lugar, comienzo a seguirlo.
-no tenías porque golpearlo- hablo una vez que llegamos a su oficina, sus hombres se mantienen de pie simplemente mirando.
-él te besó- responde- tenía todo el derecho a golpearlo.
-no vengas a hablar de derechos- suelto irónica mientras lo veo servirse licor en un vaso de cristal.
Solo me mira por algunos segundos y después camina hasta el ventanal del lugar, ruedo los ojos y doy vuelta para salir de aquí, justo en el momento en que planeo irme alguien entra haciendo que detenga mis pasos mientras me mira curiosamente.
-creí que habías dicho que las mujeres aquí estaban prohibidas hermano- habla aquel hombre.
Era hermano de Raffael al parecer.
-lo están- responde Raffael a mis espaldas.
¿Estaba corriendome?
Sin más vuelvo a caminar con la intención de irme de aquí.
-yo te conozco- aquel hombre habla de nuevo y vuelvo a mirarlo.
Lo miro detenidamente analizando cada facción de su rostro hasta que por fin logro reconocerlo.
-frappe de chocolate con chispas de colores para la princesa Lara- repito el pedido que había hecho hace un tiempo en la cafetería.
-buena memoria- habla él mientras guiña un ojo en mi dirección y toma asiento en el sofá aquí.
-¿se conocen?- Raffael pregunta mirándonos a ambos.
-nos atendió una vez en la cafetería del centro- responde él otro hombre.
-¿son hermanos?- pregunto yo ahora.
-Giovanni Morelli- se pone de pie de nuevo y me extiende su mano, regreso y la acepto.
-Dalila Román- acepto su mano.
-¿qué tipo de relación tienes con mi hermano?- pregunta mirándonos a ambos.
-eso no debe de importarte- habla el otro hombre aquí.
-se supone que soy su novia pero nunca me lo pidió- respondo yo y Raffael gira los ojos mientras que Giovanni sonríe.
-¿novia?- pregunta- Raffael no me había dicho nada.
-me niega con todo el mundo- respondo de nuevo- no deberías de sorprenderte.
Él mira incrédulo a su hermano quien solo se limita a beber.
-pensé que ya te ibas- responde por fin Raffael en mi dirección.
Elevó una ceja molesta.
-¿estás corriendome?- pregunto cruzandome de brazos.
-nunca dije eso cara- responde.
Lo miro desafiante.
-bien- respondo por fin y vuelvo a mirar a su hermano- creo que ya sé quién es el hermano amargado.
Giovanni ríe.
-definitivamente cara- sonríe.
-ha sido un placer- habló en su dirección y asiente, vuelvo a caminar con rumbo a la salida de este lugar pero otra persona vuelve a entrar.
Una mujer pelirroja y de ojos azules entra mientras me mira de arriba a abajo.
-¿quién eres tú?- pregunta mientras cambia su bolso de mano.
Frunzo mi ceño, no entendía porque debía de darle explicaciones.
-Gianna- Raffael habla y la mujer frente a mi lo mira sobre mi hombro- ¿qué haces aquí?
-Raffael- habla con un toque de exageración en su voz- debemos de hablar.
-no tenemos nada de que hablar - escucho la voz de mi hombre.
-mi padre me ha dicho que te has negado a nuestro matrimonio- ¿qué? Mi rostro en este momento debía de ser un dilema, ¿un matrimonio?
Volteo lentamente hacia Raffael quien solo masajea su sien y su hermano quien solo está sonriendo con gracia viendo la escena.
-Giorgio, acompaña a la señorita Román a la salida- habla Raffael por fin.
-¿estás hablando en serio?- pregunto y él me mira.
-Dalila- advierte.
Miro de nuevo a aquella mujer y me mira de nuevo con una ceja elevada.
Estoy a punto de irme pero ella habla.
-¿quién eres tú?- pregunta de nuevo, siento mucho enfado dentro de mi y solo me dejo llevar por este.
-Dalila Román- extiendo mi mano hacia ella- la novia de Raffael.
Es ella quien abre ahora sus ojos sorprendida.
Capítulo nuevo.
Nos leemos pronto.
-Neftali.
KAMU SEDANG MEMBACA
Tentación Italiana
Romansa¿Puede un mafioso enamorarse? Una mirada y una sonrisa son suficientes para que alguien caiga rendido a sus pies y Raffael Morelli sin duda no es la excepción. Balas, armas, mafia y amor. "-No eres bueno para ella Raffael, entiéndelo. -Eso no...