Raffael
Estoy en el club mientras arreglo algunos papeles, tenía que ponerme al corriente en estos días de ausencia.
-¿alguna novedad?- pregunta Noan entrando a mi oficina.
-ninguna- respondo- mis hombres se han hecho cargo, eliminaron cualquier pista que nos pudiera involucrar.
Él asiente tomando asiento frente a mi.
-¿estamos haciendo lo correcto?- pregunta y lo miro mientras dejo los papeles en la mesa.
-¿estás arrepintiendote?- pregunto y él niega.
-soy un hombre de palabra- responde firme- pero, ¿estamos haciendo lo correcto al meternos con el ruso?
Suspiro cansado.
-él fue quien se metió primero con nosotros- respondo- debió de pensarlo antes de robarnos.
-¿no has encontrado ninguna otra debilidad?- pregunta y niego.
-no hay nada más- respondo- es un hombre solitario, sin familia sin amigos sin nada.
-mi padre conocía a su esposa- habla Noan y llama mi atención- él estuvo casado hace años.
-¿sabes que pasó con su esposa?
-nadie lo sabe- responde- mi padre dice que murió en un atentado, querían venganza en contra de Alek y fue por eso que mataron a su mujer- bebe del vaso en su mano- mataron a su esposa y a su heredero.
Me sorprende un poco lo que escucho, Alek Ivanov tenía más secretos que aún faltaban por descubrir.
-¿tenía un hijo?- pregunto y él asiente.
-mi padre dice que aquel niño tendría hoy en día la edad de Max- continúa- pero al igual que su madre murió en aquel ataque.
Ahora Alek estaba completamente solo, había perdido a su familia, le habían arrebatado a su familia y eso me hacia entender un poco su actitud, estaría igual o incluso sería peor si llegarán a meterse con alguno de los míos.
-supongo que ahora no tiene miedo de perder nada- continúa el rubio- perdió lo único que tenía hace años.
No podía estar más de acuerdo con él.
♤
Llego a la mansión después de dejar el club, llego encontrándome a mi madre aquí.
-he dejado que interfieras en mi vida- hablo llamando su atención- aún cuando no deberías de hacerlo- me mira- pero no tenías derecho alguno en meter a Lara en esto.
Ella sonríe.
-solo le he dicho la verdad- responde- merece saber que en cualquier momento la dejarás por esa mujer.
-es tu nieta- hablo entre dientes- es tu propia sangre, es sólo una niña y te importa una mierda eso, ¿no es así?
-amo a Lara- responde.
-tus acciones no dicen lo mismo.
-intento hacer esto para ti para que...
-no te he pedido nada de esto- interrumpo- y no lo necesito- me pongo de pie frente a ella quien ahora también está de pie- así que no me obligues a tomar decisiones sobre esta casa.
-nunca estás aquí- habla entre dientes.
-me importa una mierda- sus ojos azules me miran, está molesta pero no me importaba, había sido muy paciente- no dejaré que envenenes a mi hija.
-no es tu hija- habla duramente.
Sonrío.
-soy mejor padre que el idiota de Dante- aprieta sus puños- y Lara es mi hija porque soy yo quien la ha criado desde que el idiota de tu hijo decidió perderse en las drogas- me da una bofetada haciéndome callar, lo único que logra es hacerme enfadar más- siempre hemos sabido quien es tu favorito- vuelvo a mirarla, aprieta su quijada- es una lástima que el hijo predilecto haya resultado ser una basura.
Se da media vuelta.
-si me entero que haces o dices algo en contra de Dalila hacia Lara me la llevaré de aquí- vuelve a girar hacia mi.
-no puedes hacer eso.
-lo haré- respondo- me llevaré a mi hija de aquí si me entero que haces algo de nuevo- camino hasta las escaleras- así que deberías de decirle a Gianna que mantenga su boca cerrada porque esta advertencia va para las dos, para ti y para ella- su mirada está cargada de enojo- no me obligues a tomar cartas en el asunto.
Es lo último que digo para después subir las escaleras hasta llegar a mi habitación aquí.
Capítulo nuevo.
Espero que les guste.
No olviden comentar, votar y compartir.
Nos leemos pronto.
-Neftali.
YOU ARE READING
Tentación Italiana
Romance¿Puede un mafioso enamorarse? Una mirada y una sonrisa son suficientes para que alguien caiga rendido a sus pies y Raffael Morelli sin duda no es la excepción. Balas, armas, mafia y amor. "-No eres bueno para ella Raffael, entiéndelo. -Eso no...