Capítulo 9

116K 7.6K 1.3K
                                    

Raffael

Miro a la mujer frente a mi quien está leyendo el menú que tiene en sus manos mientras analiza cada platillo.

He decidido lo que pediré así que sólo me limito a mirarla.

La charla con Noan me había ayudado a aclarar un poco mis sentimientos hacia Dalila, pero, ¿estaba enamorado de ella? Nunca me había enamorado de alguien, no sabía lo que era amar y no creo que pueda comparar el amor a mi familia con esto.

La castaña me hacia ser alguien diferente, alguien mejor dentro de lo que las palabras pueden explicar y eso me aterraba un poco.

-¿ya sabes que pedirás?- pregunto mientras veo como deja la carta sobre la mesa.

-lo sé- responde con una sonrisa- ¿tú?

Pregunta y asiento.

-así que dime- comienzo a hablar de nuevo mientras sus ojos cafés me miran- ¿qué hiciste estos días?

-absolutamente nada interesante- responde- mi semana de exámenes se acerca así que lo único que puedo hacer por el momento es concentrarme en aprender leyes y artículos.

-y ¿por qué estás aquí conmigo sí deberías de estar estudiando?- pregunto y sonríe.

-porque puedo tomarme un descanso por Raffael Morelli- responde y eso me hace sonreír a mi.

El mesero llega y ambos pedimos para después comenzar a comer mientras reímos y hablamos de algunas cosas.

-¿te has enamorado alguna vez?- pregunta Dalila mientras caminamos por una explanada.

-no- respondo- ¿tú te has enamorado?

Ella me mira por unos segundos y después habla.

-sí- responde por fin- sí me he enamorado.

Escucharla hablar sobre eso me hace poner un poco celoso, el saber que alguien había conquistado su corazón era algo que lograba ponerme nervioso.

-¿lo amas?- pregunto de nuevo y espero ansioso su respuesta aunque intento disimular los nervios dentro de mi, ¿qué mierdas hacia esta mujer conmigo?

-lo amo- responde- aunque él es demasiado tonto para darse cuenta de que lo amo.

-sí debe de ser bastante estúpido- respondo y ella ríe.

-Raffae...- ella comienza a hablar pero nos vemos interrumpidos por el sonido de mi celular, es Giovanni.

-¿pasa algo?- pregunto mientras le indico a Dalila que espere unos minutos y ella asiente.

-mamá pregunta por ti- responde él- la cena no puede iniciar porque el jefe no está aquí- había olvidado por completo la cena de esta noche.

-iré enseguida- respondo y cuelgo de inmediato.

-¿Tienes que irte?- pregunta la castaña frente a mi y asiento- puedo tomar un taxi así llegarás a tiempo.

-de ninguna manera- respondo- vamos, te llevo a casa.

Sonríe mientras entrelaza su brazo con el mío y caminamos hasta mi auto.

-Buona notte- saludo entrando a casa, todos se encuentran en la sala de estar.

Gianna se pone de pie y camina hasta mi, me abraza y solo me quedo congelado en mi sitio, no me gustaban estas demostraciones de afecto, me alejo lentamente de ella.

-Raffael- saluda Piero Rizzo, el padre de la pelirroja.

-Piero- me acerco hasta él mientras estrechamos nuestras manos.

Estamos en la mesa mientras hablamos de algunos negocios.

-¿has encontrado al ruso?- pregunta Piero y niego.

-si necesitas ayuda no dudes en pedirla- habla él y agradezco sin decir nada más mientras volvemos a retomar el tema anterior.

Estoy concentrado en lo que Giovanni y Piero hablan hasta que comienzo a sentir algo en mi pierna, miro disimuladamente y es Gianna quien tiene su pie acariciandome, me muevo logrando así que su tacto se aleje, me mira y frunce su ceño.

-¿todo está bien?- pregunta lo suficientemente bajo para que sólo yo pueda escucharla.

-todo perfecto- respondo volviendo a mirar a su padre.

Si hubiera sido otra situación muy posiblemente hubiera dejado que ella hiciera lo que quisiera pero en estos momentos no me interesaba ninguna otra mujer.

-¿qué pasa contigo?- pregunta Giovanni mientras llega a mi lado, había decidido salir a fumar un cigarrillo.

-nada- respondo mirándolo rápidamente- ¿debería de pasarme algo?

-estás más serio que de costumbre, luces pensativo todo el tiempo e incluso tu mal humor se ha esfumado un poco- responde- ¿debería de preocuparme por eso?

-solo he estado ocupado pensando en papá- miento- y en Dante.

-¿irás con Dante?- pregunta y asiento.

-iré- afirmo- él quiere hablar y hablaremos.

-Dante solo busca provocarte- responde mi hermano- no deberías de darle ese placer.

-no tengo nada que perder- suelto tranquilamente.

-a veces envidio eso de ti- habla él y lo miro curioso.

-¿a qué te refieres?

-no tienes ninguna debilidad- responde- no hay alguien o algo que te haga perder el control, saber que tus enemigos pueden venir y simplemente esperar por ellos porque sabes que sólo te tienes a ti mismo.

-tengo a mi familia, a ustedes- respondo.

-no es lo mismo- habla él de nuevo- créeme, no hay nada peor que saber que la persona que amas puede sufrir en cualquier momento gracias a ti, tener que llamarla cada cinco minutos para asegurarte de que está bien, tener miedo de estar con ella y que esa sea la última vez que la veas- finaliza- no hay nada peor que ese sentimiento dentro de ti.

Así era justo como me sentía y eso era ahora mi miedo más grande. Nunca había tenido miedo a nada, ni siquiera a morir, pero las cosas habían cambiado de un día a otro, morir era lo último que estaba en mi lista ahora al igual que mi miedo ahora era perder a esa mujer, Dalila Román encabezaba mi lista de prioridades y por fin podía admitirlo.

Capítulo nuevo.

Espero que les guste.

No olviden comentar, votar y compartir.

Nos leemos pronto.

-Neftali.

Tentación ItalianaWhere stories live. Discover now