Capítulo 48

90.5K 6.7K 753
                                    

Raffael

-¿¡cómo que no lo saben!?- pregunto hacia Giorgio quien vuelve a hablar.

-no hay información alguna señor- responde y maldigo- es como si simplemente hubiera desaparecido.

Y eso es lo que ella quería, ¿no? Desaparecer de mi vida y lo estaba haciendo, Dalila había desaparecido y lo peor de todo esto es que no sabía si ella estaba bien, ¿cómo mierdas voy a saberlo si ella se ha encargado de no dejar ni una pista sobre donde está y esto estaba matándome lentamente.

-¿aún no hay noticias sobre ella?- pregunta Giovanni entrando a la oficina en la mansión, niego mientras veo por la ventana de esta- ¿hay algo que pueda hacer?- niego de nuevo y sale después de unos segundos dejándome solo de nuevo.

Tomo mi celular y marco su número de nuevo pero este me dice que está fuera de servicio.

Anna tampoco sabía de ella e incluso hable con su abuela quien tampoco se ha comunicado con ella.

Estaba como un loco desesperado por tener aunque fuera una puta señal de ella, ¿cómo era posible que desapareciera de un momento a otro sin dejar rastro alguno? Joder, estaba volviéndome loco, lanzo el vaso en mi mano y este se estrella en la pared mientras paso una mano por mi cabello. Tomo mi saco para salir de aquí.

Necesitaba tomar un poco de aire. Salgo a la pequeña terraza en casa y me recargo en el barandal de este mientras veo todo desde aquí, cada muro de la mansión estaba custodiado discretamente por mis hombres quienes estaban armados, no era una fortaleza pero me gustaba mantener todo en orden; comienzo a pensar en donde puede estar mi castaña pero lamentablemente no poseía idea alguna, ya me había encargado de asegurarme en los sitios que ella solía frecuentar pero no estaba, Antonio había dicho que estaba de viaje pero ¿a dónde podía ir? Ella acababa de iniciar su trabajo no sería capaz de irse y dejarlo.

-te han dejado en la mierda- escucho la voz de Dante detrás de mi, me recompongo lentamente para después voltear y verlo de pie en la puerta- y estoy disfrutando tanto eso.

Me cruzo de brazos mientras lo escucho.

-¿qué mierdas haces aquí?- pregunto y sonríe.

-no te preocupes- responde- mi madre ha sido muy clara al decirme que no quiere verme más aquí- comienza- y pienso cumplir a su petición, además- se detiene un poco- ya no los necesito más- vuelve a sonreír- sólo venía a dejar la invitación para mi boda con Gianna- continúa- me voy a casar.

-me importa una mierda- respondo.

-siempre creí que Gianna y tú terminarían juntos- vuelve a hablar- pero tuviste que fijarte en una jovencita que solo te ha traído dramas a tu vida- comienza- Dalila Román no ha hecho más que arruinarte la vida- prosigue, sabe a la perfección lo que hace- el famoso diablo italiano presentó una debilidad, ahora todos tus enemigos saben que para herirte y terminar contigo primero deben de terminar con ella- sonríe antes de volver a hablar- ¿y qué crees? En este mismo instante ella está desaparecida, a toda la merced de cualquiera que quiera lastimarte. Una pobre chica sola, sin ningún tipo de protección, no puedo imaginar de que manera terminará eso.

Es suficiente, me acerco hasta él mientras comienzo a golpearlo, él no se queda atrás y hace lo mismo, estamos ahí mientras peleamos puño a puño.

-no sabes cuanto tiempo espere por esto- habla antes de golpear mi estómago, detengo su puño antes de que golpee mi rostro y comienzo a golpearlo también hasta que cae al piso y me acerco sobre él mientras continúo golpeando su rostro, en un movimiento se mueve y queda sobre mi ahora haciendo lo mismo, soy más rápido y lo empujó haciendo que caiga hacia atrás y me pongo de pie rápidamente mientras saco la pistola detrás de mi pantalón y apunto hacia él.

-¿vas a matarme?- pregunta desafiante mientras limpia la sangre de su rostro.

-debería hacerlo- respondo mientras me acerco más- la única persona aquí que siempre me ha traído problemas eres tú- continúo- te creías la gran cosa solo por ser el mayor de los Morelli, creíste que mi padre te dejaría al mando, ¿no?

-nunca debió de nombrarte líder- habla él poniéndose de pie- nunca debiste de serlo.

-Soy mejor que tú en cada uno de los aspectos- sigo apuntando hacia él- y eso él lo sabía.

-mi tío Bruno siempre tuvo razón respecto a ti- él comienza a hablar- eres igual de estúpido que mi padre, dejaste que esa chica te hiciera débil.

-y mi tío Bruno era un estúpido como tú- respondo- creyendo que el poder es más importante que todo lo que pasa a tu alrededor.

-¿vas a repetir la historia?- pregunta mientras se acerca lentamente- vas a matarme tal como mi padre lo hizo con su hermano, ¿Lo harás?¿me matarás?

-no sabes cuántas ganas de hacerlo tengo- respondo- he deseado hacerlo desde los dieciséis- ríe.

-¿desde que Adriana me eligió a mi?- pregunta.

-ella era mi amiga- respondo- y ahora está muerta por tu culpa- digo entre dientes.

Aprieta sus puños.

-si vas a matarme hazlo ahora, termina de una vez con esto.

Sé que debía hacerlo, él lo único que hacia era traer problemas y aún así no disparo, había una persona que me lo impedía, Lara, no podría decirle más adelante que fui yo quien mató a su propio padre, a mi propio hermano, no quería repetir la historia de mi padre y mi tío, no quería repetir eso, quería ser mejor que ellos, debía de ser mejor que ellos.

-no seré yo quien te mate- respondo mientras bajo lentamente la pistola- tu solo eres quien se ha puesto en bandeja de plata  para aquellos que te tenían en la mira desde hace tiempo- guardo de nuevo mi arma- Alek Ivanov ha dejado afuera a los Rizzo- comienzo- la protección que decías tener se ha esfumado, ni tu matrimonio arreglado podrá salvarte esta vez- veo como traga saliva- disfrutaré ver como te cazan poco a poco- tomo mi saco de nuevo- lárgate de aquí ahora mismo antes de que ordene que vengan por ti.

Salgo de ahí mientras voy hasta mi habitación, una vez cierro la puerta mi celular suena, lo tomo sin mirar siquiera quien es.

-diga- respondo pegando el aparato a mi oreja.

-deja de llamarme más- escucho su voz y hace que me quede estático en mi sitio- creo que estoy siendo clara, no quiero saber más de ti.

-amore- logro articular- déjame verte, debemos de hablar, per favore- siento un nudo formándose en mi garganta.

-no quiero verte- responde aunque su voz tiembla un poco- no quiero saber más de ti.

Eso logra desequilibrarme por completo.

-Dali...

-¡me mentiste!- su voz se rompe por fin- todo este puto tiempo me mentiste, te importó una mierda todo lo que yo sintiera.

-solo intentaba protegerte- respondo en un hilo.

-puedo protegerme sola- responde con dureza- aunque fallé- frunzo mi ceño- debí protegerme de ti- eso sin duda alguna duele- lo diré una vez más y espero así lo entiendas- habla de nuevo, su voz muestra enfado- no me busques más, no insistas y déjame en paz por una puta vez.

-ti amo- hablo antes de que termine la llamada, se queda en silencio- di que me amas también- insisto- per favore- ruego pero lo único que ella hace es terminar la llamada.

Tentación ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora