Dalila
Estaba sentada en una pequeña mesa de la terraza mientras revisaba algunos papeles, había hablado con Matteo y accedió a que trabajará desde aquí así que estaba revisando algunos casos.
-¿qué haces?- escucho la voz de Luka mientras se sienta frente a mi, está comiendo un sándwich.
-trabajo- respondo mientras continúo tecleando.
-¿no es difícil para ti?- pregunta y lo miro con el ceño fruncido- el ser abogada y saber que tu padre y el amor de tu vida son mafiosos.
Elevo una ceja.
-cuando elegí estudiar leyes no sabía que tendría personas así en mi vida- respondo.
-pero ahora lo sabes- continúa- ¿qué harás?¿meterlos a la cárcel?
Por un pequeño instante de pánico había pensado en eso e incluso lo mencioné pero no lo haría, no podría hacerlo.
-se supone que debo de hacer el bien- respondo- pero tampoco soy la mujer que va delatando a todo mundo.
Sonríe.
-es lindo saber que sigues siendo la misma niña que recuerdo- lo miro confundida.
-¿estás diciéndome que tú y yo éramos cercanos?- pregunto y sonríe más.
-¿en verdad no me recuerdas princesa?- niego lentamente- vaya, supongo que ya no nos vamos a casar.
Abro mis ojos sorprendida y comienza a reír.
-bromeaba- responde- cuando éramos niños decías que te casarías conmigo.
Sonrío.
-tal vez era una niña tonta- bromeo y ríe.
-fingiré que no has herido mis sentimientos- sonrío- entonces- habla de nuevo- ¿te gusta Rusia?
-no he salido de esta casa- respondo.
-eso se puede arreglar- se pone de pie mientras deja lo que resta de su sándwich- vamos, ponte de pie- alienta mientras arregla su traje- te llevaré a conocer Rusia.
Elevo una ceja y hace lo mismo imitandome.
-¿hablas en serio?
-por supuesto- responde- seré tu guía y guardaespaldas.
Termino asintiendo después de unos segundos y entramos a la mansión.
-¿pasa algo?- Alek pregunta mientras nos ve llegar juntos a la sala en donde él hablaba por teléfono.
-Dalila y yo saldremos- Alek eleva una ceja- como amigos- aclara Luka.
-¿estás de acuerdo con eso?- pregunta él en mi dirección.
-por supuesto- asiento.
-lleva hombres contigo- habla Alek hacia Luka quien asiente.
-no harán falta- responde- conmigo es más que suficiente.
-fuiste entrenado por mi así que no lo dudo- asegura Alek- pero quedaría más tranquilo si van acompañados- él asiente y después de tomar un abrigo subimos a un deportivo para salir de la mansión seguidos por una camioneta.
-¿Alek es tu padre?- pregunto y él sonríe mientras conduce.
-si te sientes intimidada porque pueda quitarte la fortuna diré que no tienes que preocuparte de eso- responde- Alek es como un padre para mi, desde que mi madre y yo llegamos a la mansión siempre fue bueno conmigo, me entreno, se encargó de mi educación y hasta la fecha sigue viendo por mi lo cual agradezco pero no es mi padre.
CITEȘTI
Tentación Italiana
Dragoste¿Puede un mafioso enamorarse? Una mirada y una sonrisa son suficientes para que alguien caiga rendido a sus pies y Raffael Morelli sin duda no es la excepción. Balas, armas, mafia y amor. "-No eres bueno para ella Raffael, entiéndelo. -Eso no...