Capítulo 57

95K 6.6K 689
                                    

Dalila 

No puedo evitar sentirme nerviosa al recordar las palabras de Raffael, mierda, mi bebé aún no nacía y ya corría peligro, miro a mi padre quien va leyendo unos mensajes en su celular. 

-¿te emocionaste cuando mi madre te dijo que estaba embarazada?- pregunto y él quita la vista de su teléfono móvil para mirarme y después sonreír. 

-por supuesto- responde- fue la mejor noticia en ese entonces- continúa- tu madre creía que no podría tener hijos- comienza y solo escucho con atención- ella deseaba demasiado ser madre.

-¿y tú?- pregunto y me mira, piensa por algunos segundos y después habla. 

-para ser sinceros yo no quería tener hijos- comienza aún mirándome- antes de conocer a tu madre me había convencido de que no quería formar una familia pero eso cambió el día que coincidimos- sonríe- supe desde que vi a Rosalie que ella sería la mujer que me volvería loco para siempre- ahora soy yo quien sonríe- fui demasiado feliz a su lado- no puedo evitar ponerme melancólica al recordarla- cuando me dijo que estaba embarazada tardé unos segundos en procesarlo pero en cuanto lo hice sentí una gran felicidad dentro de mí pero al mismo tiempo sentí un gran miedo- lo miro y él prosigue- siempre había sido un solitario y en cuanto me casé con tu madre todo el mundo supo que ahora tenía una debilidad. Tenía miedo, no quería que la lastimaran, cuando eres el líder de una mafia tus enemigos siempre te tendrán en la mira, sabía que en cuanto ellos supieran que un heredero venía en camino intentarían hacer todo por lastimarme. 

-tú esperabas un varón, ¿no es así?- pregunto con un poco de miedo pero curiosidad al mismo tiempo. 

Sonríe. 

-estoy en contra de esos estúpidos ideales de que se necesita ser varón para liderar una mafia- habla- en cuanto supimos que serías niña estuvimos ilusionados de la misma manera.

-todo sería diferente, ¿no?- comienzo- si yo me hubiera criado contigo posiblemente hoy sería tu heredera perfecta.

-eres la heredera perfecta por el simple hecho de ser mi hija- responde- eres lo mejor de nosotros y eso te hace perfecta- sonrío.

-¿mi madre siempre supo sobre tu mundo?- continúo interrogando.

-desde el primer instante- se apresura a responder- era inteligente lo descubrió desde el primer momento. 

Es ahí en donde yo me sentía la más estúpida de toda Italia, sabía las razones por las que Raffael había mantenido oculta su identidad ante mí, él quería protegerme pero al mismo tiempo me mentía; tenía algunas señales frente a mí, ¿no? Aún así no pude descubrir la verdad. 

-¿por qué los Morelli creen que eres tú quien asesinó a Fabrizio?- pregunto y él responde después de unos segundos.

-creen que asesine a Fabrizio porque él y yo nos veríamos el día en que lo mataron- comienza- él quería hacer un trato conmigo y después de tantos años de rivalidad estaba dispuesto a escucharlo- continúa- pero nunca llegó así que decidí irme, horas después de que regresé a Rusia supe que lo habían matado- frunce su ceño- es raro- habla y lo escucho con detenimiento al mencionar eso- nadie sabía que nosotros nos veríamos, habíamos acordado que sería una reunión privada, solo él y yo y nuestros hombres de confianza- prosigue- en fin, los italianos terminaron culpandome de su muerte diciendo que fui yo quien lo mató en aquella reunión a la que él nunca llegó.

-¿tienes alguna idea de quién pudo hacerlo?- pregunto y espero su respuesta pero esta es negativa. 

Él recibe una llamada y la acepta mientras comienza a hablar mientras que yo solo puedo pensar en lo que él acaba de decir, alguien más había sido el responsable de la muerte del padre de Raffael, el problema aquí es que no poseía ni puta idea de quién era el verdadero asesino pero me encargaría de eso. 

°

Estaba saliendo del trabajo mientras iba junto a Matteo quien me estaba hablando sobre un caso, prestaba total atención al hombre a mi lado hasta que miro hacia la acera, ahí estaba el auto de Raffael, continúo caminando pero mirando hacia ese lado hasta que el ojiazul baja de este y se recarga mirando en nuestra dirección.

-¿lo conoces?- pregunta Matteo al ver al italiano.

-sí- respondo mientras nos detenemos lentamente- debo irme- él asiente, nos despedimos y comienzo a caminar hasta donde está el pelinegro- hola- hablo y él responde después de unos segundos.

-hola- responde mientras mete sus manos en los bolsillos de su pantalón. Estoy a punto de preguntar que es lo que hace aquí pero una voz femenina interrumpe. Volteamos en esa dirección y Antonella Barone quien es una abogada más en este despacho está de pie ahí.

-¿listo Raffael?- pregunta y entiendo que él ha venido por ella. El ojiazul asiente y ella vuelve a hablar después de revisar su bolsa- he olvidado mi celular- habla- iré por él y después nos vamos- el hombre frente a mí asiente. 

Miro mi celular y hay un mensaje de la persona con la que me vería hoy, respondo y veo a Luka llegar también, saco algo de mi bolso y  se lo tiendo a Raffael quien lo acepta para después verlo mientras sonríe un poco.

-es un ultrasonido que me realizaron ayer- explico mientras me acerco un poco para señalar tal y como me lo indicó la doctora- esta pequeña mancha es nuestro bebé- él sonríe al igual que yo mientras miramos la fotografía en su mano, ambos dejamos de mirar en el momento que Antonella regresa, me alejo de nuevo de él y solo miro a Luka quien espera por mi- yo debo de irme, hasta luego- sin esperar una respuesta comienzo a caminar hasta donde se encuentra el ruso quien abre la puerta del auto para mí, subo en el asiento del copiloto y antes de arrancar puedo ver como Raffael abre la puerta de su auto para mi compañera de trabajo y después él sube también para después irse de aquí.

-hasta acá puedo sentir tus celos- suelta burlón Luka, ruedo los ojos y no digo nada mientras nos vamos de aquí.

°

Llego a la cafetería en la que había quedado con la persona que esta vez me ayudaría. 

Entro y lo visualizo en una mesa a la distancia, ha elegido un buen lugar, lo bastante apartado para que podamos hablar. 

Camino hasta él y se pone de pie en cuanto llego.

-señorita Román- saluda.

-hola Giorgio- respondo- ¿estás listo para responder mis preguntas?- él asiente mientras tomamos asiento y comenzamos a hablar. 


No se pasen de lanza chicas jaja, también dejenme comentarios bonitos y no solo exigiendo que actualice jaja ;(

Nos leemos pronto.

-Neftali.



Tentación ItalianaWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu