Capítulo 27

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Dalila

-por supuesto que tienes que ir- Anna habla- ¿dejarás que su madre interfiera en su relación?

-estamos hablando de su madre- respondo- no quiero que Raffael tenga problemas con ella- finalizo mientras sigo escribiendo en mi cuaderno, estábamos en mi departamento.

-estarías cometiendo un gran error si no vas a esa fiesta- bufo mientras despego la vista de mi tarea y la miro- sobretodo si la perra de Gianna va, ¿sí es ese su nombre?

-lo es- respondo- y claramente estará ahí- continúo- esa debería de ser otra razón para no ir.

-Dalila no seas estúpida- habla mientras come helado envuelta en una cobija, aún estaba en duelo por lo de Adriano- no permitas que esas perras se salgan con la suya, tienes que ir y defender tu lugar, tu lugar es a lado de Raffael y debes dejar eso en claro- me señala con su cuchara- ve con la frente bien en alto y muestrales que ese hombre seguirá siendo tuyo.

Sonrío.

-Dalila Román no se deja doblegar por nadie- continúa- que esta no sea la excepción.

-no tengo ni siquiera un vestido decente que pueda utilizar.

-ese no es problema alguno- habla- utiliza alguno de los que tu abuelo te regalo

-podría quedarme aquí y hacerte compañía- hablo mientras la miro.

-no quiero tu compañía- responde burlona- quiero que vayas y seas una perra. ¿puedes hacer eso por mi?

-está bien- hablo resignada mientras ella sonríe.

Estoy en la Universidad, tenía que entregar algunos trabajos y presentar algunos exámenes.

-Dalila- escucho la voz de Leonardo, lo miro rápidamente para después volver la vista al libro frente a mi- ¿podemos hablar?

-creo que no tenemos nada de que hablar- respondo mientras tomo mis cosas para irme de aquí.

Me toma del brazo impidiendo que me vaya.

-lo siento- habla- no sé que me pasó, solo me dejé llevar, lo siento- habla, lo miro y aún hay evidencia del golpe que Raffael le dio.

-no te preocupes- me suelto de su agarre- lo entiendo y te disculpo- sonríe- pero preferiría que no te acercaras más a mi.

Borra la sonrisa en su rostro.

-si lo prefieres así respetaré tu decisión- habla.

-gracias.

Me alejo de ahí para ir hasta mi última clase.

Después de dos horas más por fin termina mi día, salgo y voy hasta la cafetería de Olga.

Llego a esta y me detengo a mirar los autos que están aparcados afuera del local. Tres lujosos autos estaban aquí y reconocía uno de ellos, el auto de Raffael.

Me apresuro a entrar e inmediatamente lo puedo ver aquí, está en una mesa junto a dos hombres más, un rubio y un castaño, nuestras miradas coinciden, sonrío a su dirección y el corresponde, decido no acercarme él debía de estar ocupado así que sólo camino hasta adentrarme a la sala de descanso en donde dejo mis cosas mientras me coloco mi mandil para salir al mostrador.

-¿qué haces aquí?- pregunto una vez que salgo y veo a Anna aquí.

-no puedo continuar encerrada- habla, a pesar de que se había arreglado y maquillado aún lucía triste- así que vine aquí.

La miro y asiento lentamente mientras tomo un mandil y se lo paso.

-si vas a estar aquí debes de trabajar- respondo- te ayudará a distraerte.

-Olga, Dalila quiere explotarme- habla a la mujer detrás de mi.

-Dalila está en lo correcto- habla mi jefa- a trabajar Anna.

Ella bufa mientras se coloca aquel mandil y comienza a atender mesas.

Estoy atendiendo a quienes vienen aquí hasta que mi vista se enfoca en una pareja que entra, una mujer embarazada en compañía de un hombre. Ambos caminan hasta la mesa de Raffael y toman asiento con ellos después de saludarlos.

Su cumpleaños era mañana y aún no sabía que podía regalarle, tal como lo había dicho Giovanni, ¿que le puedo dar a alguien que ya tiene todo? Algo debía de haber.

Estoy sumergida en mis pensamientos que no veo el momento en que alguien llega frente a mi, un hombre con un enorme ramo de rosas, rosas negras.

-disculpe, busco a Dalila Román- habla aquel hombre, me recompongo en mi lugar.

-soy yo- respondo.

Sonríe y me entrega un papel para firmar de recibido, lo hago y después deja el arreglo floral frente a mi. Agradezco y sale de aquí.

Salgo del mostrador y camino hasta quedar frente a este para después tomar la nota, esta está escrita en ruso lo cual llama mi atención, comienzo a leer lo que dice,

Es triste saber que la persona que amas te miente en tu propia cara.
¿Qué otros secretos esconderá Raffael Morelli? Apuesto a que mueres por saberlo así como yo muero por contartelos.

No tenía remitente y no decía nada más pero la persona que había enviado esto aseguraba saber los secretos de Raffael, secretos que al parecer aún no conocía y no podía mentir, el leer esto lo único que había hecho era crear dentro de mi una sensación de inseguridad así como la curiosidad en querer saber a lo que se refería esta persona. Raffael Morelli seguía ocultandome cosas y ahora más que nunca quería saberlo todo.

Capítulo nuevo.

Espero que les guste.

No olviden comentar, votar y compartir.

Nos leemos pronto.

-Neftali.

Tentación ItalianaWhere stories live. Discover now