Capítulo 75

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Entro a la casa mientras aquellos dos me miran curiosa, el hombre usaba ropa desgastada, podía suponer que cortaba leña, ya que tenía algunos materiales de estos en casa. 

-¿usted es Dalila Román?- pregunta y volteo hacia ellos mientras asiento. 

-soy yo- respondo de nuevo- sé que sonaré como desesperada- continúo- pero, ¿es cierto?- pregunto mientras mi voz baja un poco su tonalidad- no podría soportar si ustedes me dicen que no es cierto.

-¡es cierto!- el niño grita emocionado- ¿verdad, papi?- mira a su padre y este asiente. 

-no sabemos qué hacer- continúa este- esperamos haber hecho lo correcto- asiento y ambos comienzan a caminar mientras me piden que los siga y eso hago.


Meses atrás. 

Miro al hombre frente a mí, Raffael Morelli mira la carta en sus manos mientras decide que platillo pedir.

-¿vienes seguido aquí?- le pregunto a aquel hombre quien levanta su mirada y sus ojos azules me miran mientras una sonrisa comienza a dibujarse en sus labios. 

-no siempre- responde- solo algunas veces- asiento- así que espero que sea de su agrado señorita Román- sonrío.

-es hermoso- miro a mi alrededor- ha sido una buena opción señor Morelli. 

El mesero se acerca a pedir nuestra orden y después de unos minutos este llega con nuestros platos y así comenzamos a comer entre pláticas amenas que ambos tenemos por contar, esta sin duda era una de las mejores citas que había tenido desde hace mucho tiempo. 

-me la he pasado bien- hablo mientras el italiano camina a mi lado, habíamos salido ya por un par de meses pero esta noche en específico se había vuelto una de mis favoritas. 

-me alegra escuchar eso- él responde mientras me acompaña hasta mi departamento, abro la puerta y él solo se queda de pie afuera mientras que yo estoy frente a él pero dentro de mi departamento. 

Está a punto de decir algo pero no espero más y me lanzo a sus labios para besarlo mientras que él corresponde tomándome por la cintura. Lo jalo por su saco y hago que entre por completo mientras cierro la puerta aún con sus labios sobre los míos. 

Él me alza en sus brazos mientras comienzo a indicarle en donde está la habitación y va hasta allá depositándome lentamente en la cama e inclinándose sobre mí sin apoyar su peso completo. 

-esto e...

-shhh- pongo un dedo sobre sus labios- quiero hacer esto- hablo y se inclina a besar mis labios, esta vez es un beso lento y dulce, correspondo de la misma manera mientras el comienza a tocar mi muslo perdiéndose dentro de mi vestido. 

-solo tienes que decirme que pare- habla sobre mi cuello- y lo haré- asiento- solo tienes que decirme que es lo que quieres de mí y te lo daré. 

Siento como entra lentamente en mí, estaba entregándome a él como nunca lo había hecho. 

-te quiero a ti- respondo mientras su mirada coincide con la mía, sonríe y se inclina a besarme de nuevo mientras comenzamos a perdernos el uno en el otro.


Actualidad 

Camino detrás de el hombre y su hijo y solo los sigo mientras llegamos al segundo piso para después ir hasta el final del pasillo y llegar a la puerta de una habitación.

Tentación ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora