Capítulo 15

104K 7.3K 737
                                    

Raffael

Miro a Dalila quien está en la cama mientras duerme, el doctor había dicho que estaba bien, sólo necesitaba descansar.

Paso las manos por mi cabello una vez más, ¿Cómo fue posible que la dejara irse así como así? Pudo haberle pasado algo más, joder, pude haberla perdido.

-señor- Giorgio se asoma un poco en la habitación mientras que lo miro- todo está listo.

-en un momento voy- me pongo de pie mientras que me acerco a ella de nuevo dejando un beso en su frente para después salir de la habitación- Elena- llamo a la mujer de servicio quien aparece de inmediato.

-¿en qué le puedo servir señor?- pregunta.

-saldré un momento- comienzo- asegúrate de que la señorita Román este bien.

Ella asiente mientras le doy otra serie de órdenes y después voy en busca de Giorgio.

Subo a mi lamborghini y soy seguido por mis hombres mientras que llego hasta una de las bodegas.

-¿está aquí?- le pregunto a Giorgio quien asiente.

Guardo mi pistola en la parte trasera de mi espalda mientras que comienzo a caminar hasta entrar aquí, todo está oscuro y solo hay unas tenues luces alumbrando, hay hombres cuidando mientras se aseguran de que el hombre atado a la silla sufra.

-aquí está el gran hijo de puta- hablo mientras camino a aquel hombre.

Su rostro está lleno de sangre y débilmente levanta la mirada hacia mi.

-ahora si no te sientes muy cabrón para privar a una mujer de su libertad, ¿verdad?- pregunto mientras me detengo frente a él.

-perdón- susurra débilmente.

-¿qué?- fingo que no he escuchado lo que ha dicho.

-perdón por haber intentado secuestrar a esa chica- habla- no lo volveré a hacer.

-por supuesto que no- sonrio- yo me encargaré de que no lo hagas de nuevo.

Ordeno a mis hombres que lo tomen mientras que me dispongo a arremangar mis mangas. Volteo de nuevo y dos de mis hombre lo toman por los brazos.

-¿trabajas para alguien?- pregunto y él niega- no me mientas.

Suelto un golpe haciendo que mi puño se estampe en su rostro, este escupe sangre.

-¿A dónde la llevarías entonces?- vuelvo a preguntar.

-hay un burdel- comienza a hablar- nos pagan por cada mujer que llevamos- siento mi sangre hervir y sin pensarlo dos veces vuelvo a golpearlo, está vez golpeo su estómago haciendo que sus piernas flaqueen y si no fuera por mis hombres él ya estaría en el piso.

-hagan que les de la información sobre aquel lugar- hablo mientras limpio mis manos.

-¿qué hacemos después señor?- pregunta uno de los hombres.

-después asegúrense de que sea comida para los perros- respondo mientras camino a la salida, antes de subir a mi auto escucho los desgarradores gritos de aquel hombre.

Llego a mi Penthouse y me doy una ducha rápida para después colocarme un pantalón de chándal, miro hacia mi cama y la castaña continúa ahí.

Me acerco hasta quedar a su lado en la cama, sólo puedo admirar su rostro, cada faceta en ella me encantaba y me volvía loco.

El recordar el incidente de horas atrás me hace hervir la sangre de nuevo y el solo hecho de imaginar mi vida sin ella me hacia perder la calma.

Sonrió en cuanto la miro abriendo sus ojos lentamente.

-¿cómo te sientes?- pregunto mientras ella me mira, mira a nuestro alrededor e inmediatamente se da cuenta de que estamos en mi hogar.

-me siento bien- habla con voz baja mientras una de sus manos comienza a acariciar mi mejilla. Está a punto de hablar de nuevo pero me adelanto- todo ha sido arreglado- respondo- ese hijo de puta ha pagado por lo que ha hecho.

Asiente y no dice nada más.

Sé que ambos tenemos una conversación pendiente.

-tengo una hija- hable sin más, lo había hecho sin pensar, sus ojos se abren con sorpresa y su mano deja mi mejilla.

-¿qué?- pregunta confundida- ¿de qué hablas Raffael?

-tengo una hija- repito de nuevo- no es mi hija biológica.

-¿qué?- se mueve quedando así recargada sobre la cabecera de la cama- ¿hablas en serio?

Me siento sobre la orilla de la cama.

-tengo una hija y su nombre es Lara Morelli- comienzo- no es mi hija biológica, realmente ella es hija de mi hermano mayor pero él dejó de hacerse cargo de ella desde hace mucho tiempo- confieso- desde entonces he sido yo quien veo por ella, Lara me ve como su padre y yo la veo como mi hija aunque ambos sepamos que no es cierto.

Ella me mira y después se pone de pie mientras sale de la habitación.

-¿a dónde vas?- pregunto siguiendola.

Camina hasta la cocina y comienza a beber agua mientras me mira enfadada.

-¿te molesta que tenga una hija?

-¿qué?- exclama- por Dios, me molesta que no me lo hayas dicho antes.

Ella suelta realmente molesta.

-buscaba el momento perfecto para hacerlo.

-¿y ese momento es justo el día que intentan secuestrarme y que me desmayo en tus brazos?

-tú querías que fuera sincero contigo- respondo- y lo estoy siendo.

Me mira mientras me fulmina con la mirada.

-quiero conocerla- habla por fin- quiero conocer a tu hija.

Mierda.

Capítulo nuevo.

Espero que les guste.

No olviden comentar, votar y compartir.

Nos leemos pronto.

-Neftali.

Tentación ItalianaWhere stories live. Discover now