24.2

4.4K 252 45
                                    

-¿Izzy? -me agache para revisar debajo del sofa- ¡Izzy! 

¿En dónde diablos se podía meter una niña de apenas un año? No hacía más de un mes que había aprendido a caminar y ahora nada la paraba. Me levanté y voltee el cesto de sus juguetes esperando encontrarla debajo de el. No sería la primera vez que quedará encerrada luego de querer sacar un juguete pero no había nada.
Fui directamente al pequeño closet bajo la escaleras y busque en todos los rincones.

-¡Sal de dónde quiera que estés! ¡Mamá tendrá un paro cardíaco si no apareces!

Escuché el sonido de la puerta corrediza que daba al patio, sali del closet ilusionada con que Luke tuviera mejor suerte que yo.

-¿La encontraste? -repase su alto cuerpo con la vista pero no tenía nada.

-No está en el patio, pensé que estaría en su casa de jueguetes pero solo encontré una ardilla.

-¡Luke!

-¡Ya pedí disculpas! Solo fui a buscar un vaso de agua por cinco segundos.

-Sabes que ella no se queda quieta ni por un segundo -dije con reproche pero él solo me miraba atento- ¿Que?

-¿Dónde está Ian? -entrecerro los ojos.

-¿No está contigo? -frunci el ceño mientras el negaba lentamente.

-La última vez, lo tenías tu.

Ahogue un grito cuando me di cuenta que también de había perdido el segundo. Si, por alguna desconocida razón el universo de encargó de darnos gemelos. Luego de que Luke insistierá tanto por tener un bebé, la vida lo bendijo con dos.

Doble dolor.

Doble trabajo.

Doble problemas.

No éramos malos padres. gracias a dios, Liz y mi madre se encontraba a una llamada de distancia pero había veces donde nos volvíamos un poco descuidados, sobre todo con un par de niños que aprendían rápido. A veces creía que eran más listos que nosotros.

-No puedo creer que esto esté pasando -tape mi rostro con ambas manos- ¿Que tal que se lastiman? Les puede pasar cualquier cosa. Dios, somos unos pésimos padres.

-Tranquilizate, amor -me abrazo y apoye mi cabeza en su pecho- no pudieron haber salido de la casa. Estarán bien, lo están.

-¿De dónde sacaron tanta energía? Tu y yo no somos así. ¿Porque no pueden ser igual de perezosos?

-Porque así no sería divertido -se separó de mi y tomo mi rostro- los encontraremos. Solo son unos bebés, no pueden causar gran daño.

-Por esa misma razón me da miedo que estén solos -me dió un casto beso en los labios- eso no hará que se me olvide que dejaste sola a Izzy.

-Tu olvidaste que te encargabas de Ian y no te lo estoy reprochando.

Iba a contestar pero escuchamos un fuerte ruido proveniente de la sala de lavado. Fuimos corriendo hacia la habitación, Luke llegó primero y me detuvo antes de entrar para hacerme una seña de silencio. Me acerque a la puerta y pude ver a los pequeños revoltosos dormidos en el suelo junto a Petunia. Ambos suspiramos aliviados de verlos en buen estado aunque la habitación estuviera completamente en desorden. Parecía que habían estado jugando con la ropa sucia y la lavada, el detergente estaba esparcido por todos lados. Había un fuerte aroma del detergente líquido que usaba para la ropa de los niños.

-Diablos -me apoye en el marco de la puerta- estaba a punto de darme un infarto.

-No puedo creer que Petunia sea mejor niñera que nosotros.

imagines | lrhWhere stories live. Discover now