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Para la primera cita, Calum insistió en un a cenar a un nuevo restaurant de la ciudad. Al principio me había sentido sumamente nerviosa, no podía creer que en serio estuviera saliendo con él. Jamás me había planteado la idea de siquiera verlo más como un amigo.

Al principio fue incómodo por los nervios de los dos pero media hora después no paraba de reír por todos los tontos chistes que decía. Terminamos bailando una pieza de los músicos del mismo lugar, la verdad es que no había ninguna pista para hacerlo pero a él no le importo, hizo que me levantará junto a la mesa y bailar mientras los demás nos observaban.

*

-¿En serio quieres ver esto?

-Oh, vamos -me golpeó levemente con el codo- no es para tanto. Sobreviviras.

Suspiré y tome un puño de palomitas. Ir al cine me había parecido una buena idea pero Calum había comprado boletos para una película de terror. No era que no me gustaban, de hecho siempre las veía en mi televisor pero eso era muy diferente a verla en una pantalla gigante con el sonido a todo el volumen. Hacían que me mantuviera tensa todo el momento.

La película inicio y yo me fui encogiendo de poco a poco en mi asiento. En otros momentos cualquiera pensaría que Calum haría la tonta táctica de pasar su brazo sobre mis hombros pero solo se dedicó a reírse de mi haciendo que otras personas lo silenciaran.

-Mierda, nena. Eres una miedosa.

-Callate.

*

-Carajo.

-Esto no iba a salir bien.

-Carajo.

Me rei mientras lo veía tirar el pedazo de carne al bote de basura. Habia adquirido una clase de asador de uno de esos comerciales de media noche que venden productos inútiles. Me había invitado a usarlo por primera vez, ni siquiera el sabía porque lo había comprado.

-¿Quieres pizza? -preguntó mientras me pasaba una cerveza.

-Sabes que si.

Terminamos el día observando el atardecer a través del gran ventanal de su departamento. Recargue mi cabeza en su hombro mientras seguíamos comiendo pizza y Duke dormida a su lado.

*

Amarre mi cabello en una coleta alta antes de salir del club para ir en busca del auto. Calum tomo mi mano para dirigirme hacia donde lo había dejado, según él mientras más lejos lo dejaba, más tiempo pasaba conmigo. Al salir, sentí el aire frío contra mi cuerpo, la diferencia de temperatura con el interior era demasiada. Solté mi mano de la de él y comencé a tallar mis brazos. Acelere el paso para llegar pronto al auto y no morir de un resfriado.

-¿Porque vas rápido? La noche está increíble.

-Tengo frío. Vamos ya antes de que me congele.

En lugar de seguir avanzando, se detuvo haciendo que igual lo hiciera. Cuando voltee a verlo fastidiada, lo único que hizo fue ajustarse la chaqueta y subir el cierre hasta el tope.

Maldito.

Me miraba con demasiada suficiencia como si eso fuera un logro máximo en la vida. Sonreí y al segundo le mostré el dedo de enmedio antes de comenzar a avanzar y buscar un taxi. No tardó en tomar mi brazo y jalarme hacia el. Quedamos a tan solo unos centímetros separados.

imagines | lrhWhere stories live. Discover now