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76.2

—Por dios, cálmate. Pareciera que tu te vas a casa en lugar de mi.

Llevé las manos hacia mi estomago y corroboré que no fuera el vestido lo que me estuviera asfixiando. Todo estaba en su lugar. La tela, bastante suelta, seguía en su lugar, siendo amigable con mi cuerpo, pero podia jurar que tenia un corsé a mi alrededor, ajustandose cada vez más. Respiré hondo, contuve el aliento y lo solte. Pero esa extraña sensación persistia.

—¿Mejor? —preguntó Crystal desde su lugar. Tenia los ojos cerrados, puesto que la maquillista se estaba encargando de aplicarle sombras—. Puedo escuchar tu respiración desde aquí.

—¿Como puedes no estar nerviosa? Yo estoy a punto de colapsar.

—Me voy a casar con el amor de mi vida. ¿Por qué debería estarlo? —quisiera que esa confianza fuera contagiosa—. Espera un minuto —le pidió a la maquillista y giró el torso hacia mi—. Lo que no entiendo el por qué tu estas por desmayarte. ¿Esto tiene que ver con Luke?

—No —contesté a la defensiva. Ella levantó una ceja—. Bueno, si. Un poco. Es un conjunto de cosas, pero si. Él forma parte del todo.

—¿Qué es lo que te preocupa? Hoy es mi boda y Luke está acompañándote. Como yo lo veo, no hay nada de malo.

—Exacto. Parece muy bueno para ser real y no se, venir a un evento juntos es como formalizar algo que no existe. Como cuando los famosos asisten a una alfombra roja en pareja. Automáticamente todo el mundo piensa que están juntos. ¿Y si eso no aplica en nosotros? ¿Y si solo me pidió venir con él porque no le quedaba otra alternativa?

—¿Por que haría eso?

—Michael quería emparejarlo con una chica que ni siquiera conoce. Supongo que prefirió venir conmigo porque somos buenos amigos.

—En ese caso, vendría solo —concluyó, sin llegar a convencerme—. No lo pienses demasiado, solo disfruta de este día. Estoy segura que te pidió que lo acompañaras porque siente algo por ti, solo que ninguno se atreve a hacer algo.

Escucharlo viniendo de ella, todo parecía bastante sencillo. Pero ciertamente, mis inseguridades tenían mayor peso. Solté un suspiro profundo.

—Ire a caminar un poco, no puedo estar aquí encerrada.

—Buena idea. Estabas haciendo que me sintiera ansiosa.

Me disculpé con un murmuró que quizá no alcanzó a escuchar. Ella volvió al asunto del maquillaje y yo salí de la habitación para bajar al primer nivel. Cómo planes de último minuto, Michael y Crystal decidieron celebrar la boda en el jardin de su casa, con los cercanos.

Apenas termine de bajar las escaleras y me topé con el equipo del organizador, moviéndose velozmente de un lado a otro para tener todo listo a la acordada. Esquivé a unas cuantas personas y seguí caminando hasta llegar a la cocina y buscar un aperitivo. Una ventana de las bodas en casa, supongo. Ahí se encontraba el equipo encargado de la comida, tan ajetreados como se podía esperar.

En una esquina Vi las bandejas con pequeños bocadillos esperando a ser repartidos. Cómo nadie pareció haber notado no presencia, aproveche para tomar un par y escabullirme.

Terminé en el jardín trasero y contemple lo maravilloso que se veía el lugar. Todo estaba quedan increíble y casi listo, solamente faltaba la señal de la pareja, para dar inicio a todo. Estaba a punto dar una mordida al segundo bocadillo cuando sentí que alguien dio pequeños toques a mi hombro. Giré la cabeza, esperando encontrar a alguien, pero nada. Tuve que dar la vuelta por completo para ver a Luke con una sonrisa burlona.

—¿No deberías esperar a que comience la boda?

—No podia hacerlo, me estoy muriendo de nervios —contesté con un poco de comida en la boca—. ¿No deberías estar con Michael?