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🎄

Tomé el mentón de Petunia para poder elevar su rostro y tomarle una buena fotografía. Actué tan rápido como pude, antes de que ella se moviera y terminara tirando los lentes de sol que le había puesto.

Cuando la solté, me pareció escuchar un resoplido de su parte antes de volver a recostarse en el asiento de copiloto. Creo que comienza a fastidiarse de mi y no podia culparla. Llevamos más de una hora dentro del auto, esperando en el estacionamiento del aeropuerto, y ella ha sido mi única fuente de entretenimiento.

Decidí dejarla tranquila un momento, mientras me encargaba de mandar la fotografía a Luke. Al igual que los mensajes anteriores, este no pareció ser recibido. Dejé el celular a un lado y llevé toda mi atención a la radio.

No paso mucho antes de la pantalla del celular se iluminara al recibir una llamada de un numero desconocido.

—¿Hola?

¿Hola? ¿Amor? —se escuchó una voz distorsionada—. ¿Me escuchas?

—¿Luke? —bajé el volumen de la música—. ¿Luke, eres tú?

Si, cariño. Soy yo. ¿Puedes escucharme bien?

—Algo así, Tu voz se escucha un poco rara —abrí la puerta del auto para salir y mirar hacia la entrada en caso de que estuviera ahí—. ¿Por qué? ¿En dónde estas?

Estoy en Las Vegas...

—¿Qué? ¿Qué haces ahí?

Tuvieron que aterrizar aquí por el mal clima...—hubo una pausa de ruidos extraños, como si estuviera respirando en la bocina del teléfono—... están suspendiendo todos los vuelos. El aeropuerto es un caos y nadie puede decirnos nada —lo escuché suspirar—. No sé si pueda volver hoy.

—Pero mañana es navidad —le dije sin poder contener la tristeza—. Ya lo teníamos todo listo. ¿No existe otra manera?

Me temo que no. Lo averigüé antes de llamarte, pero lo único que puedo hacer es esperar a que mejore el clima y tomar el primero vuelo que salga para allá. De verdad lo siento.

—No, no. No es tu culpa, aunque yo podría ir a buscarte...

No, ni lo menciones —me cortó con tono serio—. Por algo decidieron aterrizar el avión aquí. La carretera puede ser más peligrosa en estos momentos y estarás sola. Prefiero esperar una eternidad para volver, a que arriesgues tu vida. Esperaremos a que el clima mejore para poder regresar lo más pronto posible.

—Si, papá —rodé los ojos y resoplé por la negativa—. Está bien, pero no dejes de avisarme nada. Petunia y yo te esteremos esperando.

Me quedé un poco más hablando con él hasta que la comunicación se cortó. Por lo que entendí, su celular no tenía buena recepción y tuvo que buscar un teléfono público para poder llamar.

Una especie de tormenta de nieve ponía en riesgo cualquier vuelo que se acercara a la zona, por lo que tuvieron que aterrizar en Las Vegas para seguridad de los pasajeros y del personal. La ciudad de las apuestas no estaba lejos de aquí, lo cual no ayudaba a mejorar la situación.

Luego de colgar, entré al auto e investigué el tiempo de viaje en auto hasta allá. Solo un poco más de cuatro horas, y aun era temprano. Si me iba ahora, quizás podría llegar antes del atardecer.

Mientras más lo pensaba, más me convencía.

—¿Tu que dices? —me dirigí a Petunia, perturbando el sueño que tenía—. ¿Prefieres pasar navidad sola conmigo o tomar un viaje de cuatro horas para ir a buscar a tu padre?

imagines | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora