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Terminé de untar mermelada sobre el pan tostado y lo llevé hacia mi boca. Mientras escuchaba el crujido dentro de mi cabeza, alcancé el tarro de la cafetera para servir café a las dos tazas que tenía frente a mí. Iba a dar una segunda mordida, cuando Luke apareció recién despierto, arrastrando sus pies y frotando sus ojos.

—Pero vean quien despertó —caminé hacia él con una sonrisa para darle un beso rápido en la mejilla—. Mi super estrella.

—Hola —murmuró desganado. Arrastró uno de los bancos frente a la isla y tomó asiento, quedando con la espalda encorvada.

—Te prepararé un super desayuno para comenzar este increíble día. ¿Qué se te antoja? —regresé a mi lugar del otro lado—. Puedo preparar cualquier cosa, y si no sé hacerlo, puedo inventarlo o buscarlo en internet.

—Prefiero solo café, gracias —fruncí el ceño por su voz tan desmotivada. Estiró el brazo y alcanzó una de las tazas con café. Le dio un pequeño sorbo y volvió a colocarla sobre la encimera de mármol.

—Pero ¿qué dices? Eso no es un desayuno, tienes que comer bien. Hoy es tu día especial.

—¿Ah sí? ¿Por qué?

Lo miré desconcertada. No entendía el porqué de su actitud cuando había estado esperando este día desde hace meses. No sabía si era una broma o la hacía de verdad, pero eso ultimo no tenía ningún sentido.

—¿Estás hablando en serio? Esta noche lanzarás tu primera canción en solitario. ¿Acaso eso no lo hace especial?

—Si, creo que sí.

—Creí que estarías más emocionado. Creo que estoy más ansiosa yo que tú. ¿Qué te está sucediendo?

—Nada, nada —aseguró con una débil sonrisa. Me crucé de brazos sin estar convencida de sus palabras—. No es nada, solo esto se me hace tan irreal que sigo sin poder creerlo.

—Oh —fui hacia él para pasar mis brazos sobre sus hombros y abrazarlo—. De verdad está ocurriendo, Luke. Al fin el mundo conocerá la otra cara de Luke Hemmings. Este es tu momento, disfrútalo.

Luke asintió y accedió a ingerir algo más que solo una taza de café.

Hoy era una fecha especial, puesto que al fin Luke había decidido a lanzar su música en solitario y no podía estar más que feliz por él. Los últimos meses había trabajado demasiado en él y ahora al fin saldría a la luz.

Las horas fueron pasando demasiado lento para mi gusto, si para era casi un martirio, no podía imaginar los nervios que Luke estaba sintiendo. Aunque, a decir verdad, lo veía bastante tranquilo, casi desinteresado. No quise agobiarlo con preguntas y lo dejé pasar.

Faltaban un par de horas para el lanzamiento y había conseguido uno de esos pequeños cañones de confeti para celebrar. Fui en búsqueda del chico en el estudio. Estaba frente a la consola, con el mentón recargado en su muñeca y con la otra mano movía el mouse de manera distraída.

—Mira lo que encontré —levanté orgullosa el tubo d cargo. Lo sujeté como si fuera a dispararle e imité el sonido de la explosión—. Pensé en que podíamos llamar a los chicos, ya sabes. Tener una pequeña fiesta en tu honor.

—Prefiero que solo estemos nosotros dos —contestó sin mirarme.

—¿Estás seguro? —asintió. Dejé el cañón a un lado y lo obligué a girar sobre la silla—. ¿Qué es lo que te sucede hoy? Se supone que deberías estar feliz y muriéndote de la emoción, pero pareces que estas deprimido. ¿Qué te pasa?

—Yo...—suspiró al mismo tiempo que pasó ambas manos sobre su cabello—...ya no estoy tan seguro de querer hacerlo.

—¿Qué?

imagines | lrhWhere stories live. Discover now