14

5.5K 246 65
                                    

♥️

Salí rápidamente de la casa dando un portazo a la puerta principal. Trate de caminar lo más rápido que pude hasta mi auto. Pude escuchar como Luke también salía de la casa y venía a paso veloz detrás de mi.

-¡Regresa aquí!

Saque las llaves del auto y logré abrir la puerta a pesar de que mis manos me temblaban. Lastima que Luke era mucho más rápido y llegó a cerrarla antes de que pudiera subirme.

-¡Te dije que me dejaras en paz! -lo golpee en el pecho pero solo me tomo del brazo- ¡Suéltame, quiero irme de aquí!

-¡No te vas hasta que hablemos! -hablo más grave denlo normal. Sabía que estaba enojado pero yo estaba igual, a pesar de tener mi rostro lleno de lágrimas. Creí que volvería a meterme a la casa pero se quedó a medio camino- ¿Para que volviste si no es para estar conmigo?

-¡Porque soy una estúpida! -grite en su cara logrando safarme de su agarre- Mamá me dijo que no viniera pero yo aún tenía un poco de esperanza en ti. ¿Pero que es lo que encuentro? Al chico que juró amarme toda la vida besandose con una zorra. ¡Ni siquiera fuiste capaz de escribirme una carta, no sé que esperaba de ti!

-¿De que hablas? -me miró con el ceño fruncido- ¡Te escribí todos los jodidos días de todos estos años! ¡Fuiste tú quien no me regreso ninguna!

Sin darme cuenta había vuelto a llorar. Había Sido un completo error haber venido luego de muchos años de mi partida. Luego de un apasional romance de verano, papá me había mandado a otro país a terminar mis estudios, alejándome de Luke. Una hora antes de que el avión partiera, habíamos jurado amor eterno, él me escribiría cartas siempre y yo las contestaría con la ilusión de que regresaría pronto.

Pero nada de eso paso.

Cinco años después, mamá había comentado que se había mudado a las afueras de la ciudad y muy poca gente sabía de él. Por un momento creí que todo volvería a los viejos tiempos, sobre todo luego de ver la gran casa que había logrado construir. La casa de mis sueños, donde juramos que viviríamos hasta el día de nuestra muerte.

Pero nada era tan fácil.

Entendimos que algo había pasado con aquellas cartas que nunca recibí. Suspiro apretando el puente de su nariz para tranquilizarse.

-¿Porque veniste si aún planeas casarte con él? -pregunto con calma.

-No lo sé -conteste de la misma manera.

-Esta podría ser nuestra oportunidad para poder estar juntos -negue con la cabeza- ¿Porque?

-No puedo romper el compromiso, Luke. Voy a casarme en una semana -volvi a soltar unas cuantas lágrimas.

-Pero no es lo que quieres.

-¡Tu que sabes! ¡No puedes decir eso! -si media vuelta y regrese al auto.

-¡Por favor, te conozco mejor que nadie! ¡No quieres casarte! -grito mientras seguía mis pasos. me detuve a medio abrir la.puerta- ¿Acaso es lo que quieres? Podrías quedarte aquí conmigo y nadie nos molestaría. Dime qué es lo que quieres.

-No lo sé.

-¿¡Que es lo que quieres!?

-¡No lo se!

La desesperación se apoderó de mí, entre rápido al auto y lo encendí dispuesta a marcharme de ahí. Escuchaba mis gritos de Luke mientras salía del terreno de su casa, trate de ahogar mis lamentos para concentrarme y manejar bien. Pero no fue suficiente como para percatarme que un repartidor de pizza venía hacia mi.
La motocicleta choco contra mi auto provocando un enorme golpe y antes de pensarlo, explotó.

Desperté exaltada tirando el bowl con palomitas que estaba a mi lado. Frote mis ojos, no había mucha iluminación solo la televisión estaba encendida. Estaban pasando los créditos finales de "El diario de una pasión", nos habíamos quedado dormidos en algún momento de la película.
Recordé que era San Valentín o al menos lo había sido el día anterior, había insistido en quedarnos y disfrutar de nuestra compañía junto con un poco de comida. Nuestro plan perfecto había terminado acostados en el sofa-cama con muchas almohadas y cobijas.
Gire mi cabeza para encontrar a un muy dormido Luke con la boca entre abierta, su brazo estaba alrededor de mi. Probablemente se le dormiría la mano pronto. Quite la caja de pizza que tenía sobre mi y comencé a agitarlo.

-Hey, cariño -susurre- despierta. Vamos a la habitación.

-Quedemonos aquí, no quiero moverme -me atrajo más hacia el y me abrazó por la cintura. Escondí mi rostro en su pecho inhalando su perfume.

-Acabo de tener un sueño muy raro -hable para evitar que se volviera a dormir- era como una versión muy rara de El diario de una pasión.

-Te dije que era mala idea que pidieras tanta comida chatarra -acarició mi mejilla para luego dejar un beso en mi frente- siempre tienes sueño sumamente raros luego de comer.

-Lo se. ¿Sabes? Tu serías un gran Ryan Gosling.

Murmuró algo que no logré entender y me di cuenta que ya había vuelto a dormir. Observé su rostro por unos minutos antes de hacer lo mismo.

imagines | lrhWhere stories live. Discover now