No sé dónde carajo saco una fuerza descomunal para levantarme de la cama, no quería nada que tuviera que ver con Bárbara, ella nunca ha sido una madre para mí.

- ¿Dónde están mis cosas? –pregunto entre molesta e incómoda.

Maurizio solo me las señala encima de una silla cerca de la cama. Me cambiare y me iré de aquí, agarro mis cosas y vuelvo a mirar a mi medio hermano.

-El baño está aquí – dice señalando una puerta.

No le digo más nada y entro a este. Increíble el día no pudo empezar de la peor manera que despertándome en la casa de Bárbara Twon.

JAMES:

Miro a la mujer con la cual me había planeado un futuro junto a ella, quizás también pasar el resto de mi vida juntos, pero luego me di cuenta lo cual idiota era por haber fantaseado con aquello. Porque nunca se le paso a ella por la cabeza querer seguir conmigo, fui muy ingenuo.

-Has cambiado – me dice.

Nos encontramos en el desayunador que está en su cocina, me ha servido una taza de café negro. Vine temprano porque ella me llamo diciendo que Venus se encuentra aquí.

Debía venir a buscar a mi hija porque sé que odiara saber que está en la casa de su mama, por otro lado, va a recibir un castigo por haber desparecido durante toda la fiesta luego de ver que Bárbara se encontraba ahí.

-Todo el mundo cambia Bárbara – respondo.

Aunque ella físicamente se va igual pero solo con arrugas en algunas áreas de su rostro, su cabello rubio sigue igual y sus ojos celestes también, Venus solo heredero el color del cabello de su mama. Ella sonríe, yo solo opto por mirarla serio.

- ¿Qué haces en New York? – pregunto sin sonar tan interesado.

Es extraño que ella tuviera aquí, según ella su vida está en España no aquí. Por esa razón se fue de nuevo con el papa de Maurizio y de su hija Beatrice, ella me mira un poco incomoda por mi pregunta.

- ¿La verdad? – Me pregunta.

Asiento con mi cabeza

– Mark me ha pedido el divorcio – confiesa.

La miro sorprendido, no sabía que se había casado con Mark Payne, por lo visto su relación se volvió muy en serio. Conmigo nunca se quiso casar me decía que no era necesario firmar un papel que dijera que éramos marido y mujer si ya nos sentíamos así.

-Conoció a una joven chica en Madrid – cuenta ella – Maurizio sabe lo del divorcio por eso vino a New York conmigo, pero Beatrice se quedó en España sin saber nada aun, espero contarle pronto.

Maurizio y Beatrice los dos medios hermanos de Venus, la miro un poco apenado por lo que está viviendo.

-Lo siento Bárbara – le digo – Es algo triste, ya tenías una familia conformada con Mark.

Ella me mira un poco decepcionada. ¿Acaso pensó que iba a decirle que lo nuestro iba a revivir? Eso es tan difícil porque ya han pasado muchos años y realmente me ha gustado estar solo.

No mentiré la primera vez que vi a Bárbara me enamore de ella como un idiota, pero me dejo con una hija que sin duda salió muy parecida a mi gracias a Dios. Si Venus hubiera salido idéntica a Bárbara no creo que la haya podido olvidar.

-Yo por mi parte, solo tengo a Venus – comento – Solo me he dedicado a ella y a la justicia.

Bárbara me mira sorprendida.

Dulce error #1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora