69 (Segunda Temporada)

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Maratón 4/6

Narra Paio:

— ¿Sabías que esto podía llegar a pasar?— Pregunté con la voz tensa. Ella desvió la mirada, claramente desconcertada con la situación.

— Más o menos. — Respondió mi mamá insegura.— Mi amigo me dijo que no venía acá desde hace mucho tiempo y que no podía garantizarme el estado de la instalación eléctrica. Creo que por estar tanto tiempo sin mantenimiento, se pueda estar quemando algo ya que prendimos casi todos los aparatos de aire acondicionado. Él me dio el teléfono de un electricista local, en caso que pasara algún imprevisto.  

— ¿Teléfono de un electricista?— Pregunté mordaz. — Es difícil decir quién fue más irresponsable. Si tu amigo por haber tenido la desfachatez de ofrecerte esta casa en este estado. ¡O vos que la alquilasté sin verificar sus concidiciones! 

— Pablo por si no te diste cuenta soy una mujer muy ocupada. Trabajo duro. Intenté hacer lo mejor. Pero, ¡no tuve tiempo para meterme en los detalles!

— ¡¿Detalles?! — Destaqué enojado. — ¿Le llamas detalle a no tener energía eléctrica? 
Además del calor, nos quedamos sin heladera y freezer. ¡Las cosas se van a calentar o arruinar!
En cuanto al electricista, hoy es feriado. ¿Quién es el loco que va a trabajar hoy o mañana que ya es fin de semana?

— ¡Deja de ser tan negativo! Vamos Paula, decile que su postura no ayuda.

— ¡No la metas a Paula en todo esto! — Dije con firmeza. — ¡Eso es entre nosotros dos! Y no soy negativo. ¡Estoy avergonzado con tu actitud! ¿Sabías que ella podría estar pasando sus vacaciones en compañia de su mamá y de sus hermanos? En compañia de una familia amorosa, con una comida de verdad en la mesa y no esta porqueria congelada que nos servisté. Pero yo fui lo suficientemente egoista para convencerla a la mamá de ella, que es una mujer increible que permitió que yo trajiera a su hija en sus vacaciones, en un lugar diferente y en compañia de extraños. ¿Y todo eso para qué? ¿Paula aceptó venir conmigo para qué? ¿Para llegar y ser ofendida?, ¿para que enfrentara más tiempo de vuelo como si ya no estuvieramos lo suficientemente cansados? Y hasta soportando un viaje incómodo, ella me asistió de enfermera cuando casi me moría en ese infierno.
Y ahora, como gran final, somos obligados a protagonizar este escenario de película trágica.

Yo no pude controlarme. Las palabaras salían de mi boca en una forma insana. No me detuve a pensar, apenas dije todo lo que me pasaba por la mente y estaba acumulando en mi pecho desde hace tiempo, demasiado tiempo.

— Después de hoy, no esperes que vuelva acá otra vez. No sin antes tener la seguridad de que voy a ser bien recibido. O mejor dicho, sin tener la certeza de que mi presencia es realmente deseada.  ¡Fui demasiado tonto e ingenuo al pesar que este año las cosas podían llegar a ser diferentes!

Me di vuelta y la miré a Paula, que observaba todo callada, visiblemente avergonzada. Sujeté su mano, sintiéndome angustiado.

— Perdón por hacerte pasar por todo esto; por envolverte en esta familia tan loca. No te merecías pasar tu última semana de vacaciones así. Perdón por haber sido tan egoista de quererte solamente para mi, sin pensar en el lugar al que te estaría trayendo. Perdón por todo: Por arruinar tus planes, por desahacer tus sueños, por haberte hecho pasar por esta pesadilla. ¡Yo me arrepiento del día en el que tuve la maldita idea de traerte conmigo! Espero que me puedas perdonar.

Paula intentó decir algo, pero lo impedí al colocar mis dedos sobre sus labios. Yo no quería ni podía escuchar todo lo que sé que diría. Con su buen corazón, con seguridad, me intentaría hacer cambiar de opinión o convencerme de lo contrario. Sentía un nudo en la garganta y una gran tristeza en el pecho. Necesitaba escaparme, necesitaba tener un tiempo para mi a solas.

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora