32 (Primera Temporada)

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Bruno empezó a inclinar su cara hasta llegar a mi dirección; y mi corazón comenzó a latir más de lo normal, porque percibía lo que estaba a punto de pasar.

Desde la fiesta por el estreno de la película que no nos besabamos en público. Fue una mezcla de sensaciones, entre nerviosismo y emoción, al sentir que sus labios tocaron los míos.

El gesto fue tan delicado, casi como tener los labios tocados por plumas. Él parecía no tener ningún apuro, ya que permaneció por un buen tiempo acariciándome de esa manera tan gentil.

Poco tiempo después, sus labios comenzaron a demorarse más sobre los míos, moviéndose deliciosamente; y yo acompañé su ritmo al hacer lo mismo con los míos. Pero cuando moví mi mano para sujetar su nuca y abrí un poco más la boca, él decidió profundizar el beso e inmediatamente sentí un calor delicioso esparcirse por todo mi cuerpo. Sentí su mano rodear mi cintura, empujándome para que me acercara un poco más.
Puse una mano en su pecho mientras que con mi otra mano acariciaba su cuello. El beso era apasionado e intenso.
Pero de repente, el detuvo lo que estábamos haciendo y me miró firme.

— Cambiasté por completo
mi mundo. — Declaró con la voz ronca, antes de venir con todo.

¿Cómo descubrimos que finalmente hemos encontrado el amor verdadero? ¿Es aquel amor que nos complementa de tal forma que se torna tan esencial como el aire que respiramos, como la sangre que circula en nuestras venas y como el espíritu que habita en nosotros?
No se lo diría a otras personas, pero para mi él existía, y eso ya era una respuesta suficiente.

Estaba en otro planeta cuando escuché una voz a mi lado.

— Mica, ¿me podrías acompañar al baño?

Paramos inmediatamente lo que estábamos haciendo mientras me esforzaba por aterrizar en la realidad.

— Está bien, Pau. — Dije en cuanto ella nos miraba sin gracia.— Te acompaño

— ¿Qué? — Preguntó Bruno, un poco sorprendido.

— ¡Calma! No voy a tardar — Dije con una sonrisa. — Puedo aprovechar y compro algo, ¿queres un milkshake?

— Está bien — Respondió fusilando con su mirada a Paula.— No me gusta mucho la idea. Pero sé que vas a ir de cualquier manera, así que si podes trae pochoclos también. — Tuve que reír ante su tan evidente malhumor y le di un beso rápido antes de salir.

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Narra Bruno:

Las observé alejarse y pasé mi mano por mi cara, intentando disminuir la excitación.
Cuando el asunto se trataba de Micaela, siempre tuve actitudes extremas; y con ella tocándome no era diferente porque mi corazón inmediatamente comenzaba a latir más rápido, simplemente perdía la cabeza.
Parecía un idiota cuando la veía alejarse y admiraba cómo sus caderas se movían al caminar y se reboleaban ligeramente.

Estaba tan feliz porque estábamos juntos, que era hasta ridículo estar bobo de esa manera por algo tan banal como llevar a tu novia a la primera salida.
Pero, la cuestión era que no había nada de banal en ella o en nuestra situación.
"Ridículo es quien nunca amó." Pensé al dar un largo suspiro.
No veía la hora de estar nuevamente solo con ella.
Tenía una sorpresa muy especial reservada para el día, y me preguntaba cuál sería su reacción cuando le revelara todo lo que tenía planeado.
Estaba distraído con mis pensamientos cuando escuché una voz femenina, bien al lado mio.

— ¿Bruno sos vos? — Miré sorprendido hacia la ventana y me congelé. —Te acordas de mi, ¿no? ¡Soy Laura!— Esto no podía estar pasando, tenía que ser una broma. Y una broma de muy mal gusto...

— Claro, ¿todo bien? — Dije intentando ser educado.

— Todo bien, mejor ahora que te encontré acá. — Declaró con voz insinuante y sonríendo.

Lo miré a Paio que estaba sentado en el auto de al lado, y pude notar que él estaba conteniendo su risa. La miré a Laura de nuevo, que estaba usando un vestido blanco y ajustado y que jugaba con su pelo largo y rubio.
¿Cuál es la chance de que alguien en su primera salida oficial con su novia, se encuentre con su "anterior conquista"? Realmente yo tenía muy mala suerte.

— Vi tu nueva película. ¡Tu papel es muy bueno!

— Gracias — Agradecí secamente porque trataba de no prolongar el asunto.

—¿Viniste solo? —Preguntó mirando para el interior del auto.

— No, vine con Mica y dos amigos más. ¿Te acordas de Paio?— Dije apuntando hacia él.  Ella se volteó, lo vió a Paio y lo saludó brevemente. Él apenas asintió en repuesta.

— Y vos, ¿viniste acompañada?— Interiormente deseaba que ella respondiera que si.

— Si, con algunas amigas y estamos un poco más para atrás. ¿Dijiste que viniste con Micaela?— Preguntó pensativa. — ¡Ah, ya me acordé! Micaela es tu hermanita, la que llevaste ese día en el bar. ¿Dónde está ella? — Preguntó mirando a su alrededor.

— Fue a comprar algo

— Tengo una idea- Dijo ella feliz. Para mi espanto, se dió vuelta y se paró del otro lado del auto. — Bueno, ya que ella es tu hermana, pienso que no le va a importar que me siente un rato acá, ¿no? — Pero antes de que pudiera responderle, ella ya había abierto la puerta y se sentó al lado mío. — Así podemos hablar y ponernos al día. — Ella sonreía llena de malicia y puso una de sus manos en mi pierna.

Lo miré a Paio, que ahora ya había terminado de reírse y me lanzaba una mirada de preocupación.
"¡Estoy muerto!", pensé y cubrí con mis manos mi cara.

Más Que Hermanos [Adaptada]Where stories live. Discover now