32 (Segunda Temporada)

655 34 10
                                    

Yo te amo, yo te amo, yo te amo... — Y esas tres palabras ya estaban en la punta de mi lengua cuando Bruno soltó la bomba.

¡Él se estaba cambiando de cuarto! ¡No, no, no! — Tenía ganas de gritar mientras Bruno justificaba su decisión. Yo no podia aceptar eso. ¡No quería aceptarlo y no lo aceptaría!

Entonces, completamente dominada por una fuerza que vino de no sé dónde, supe lo que tenía que hacer.
Le pedí a Bruno que cerrara los ojos. Me levanté, cerré la puerta y me desvestí rápidamente. Ahora, sentanda en la cama, veía un par de ojos que me miraban con espanto.

— Mica, ¿qué estás haciendo? — Preguntó él, visiblemente sorprendido y molesto. No era momento de dar demasiadas explicaciones. Así que fui clara y directa al punto.

— Haceme el amor, Bru.

— ¿Qué? — Preguntó todavía más sorprendido.

— Que me hagas el amor. — Pedí nuevamente.

— Micaela, no quiero que hagas nada porque te estás sintiendo presionada— Habló perturbado. — Si es solamente por esa razón, no quiero que pase nada.

Él desabrochó los botones de la camisa que estaba usando, se la sacó rápidamente y me cubrió con ella.

— ¿Te cansaste de esperar? — Pregunté desesperada. — ¿No me queres más?

— Yo te amo — Afirmó pasando nerviosamente las manos por su pelo. — Pero parece que, sin  querer, mi actitud te forzó a que tomaras esta decisión tan apurada.

— Bruno, ¿por qué queres estar lejos de mí?

— ¡No quiero estar lejos tuyo! Solamente yo sé lo mucho que me va a doler estar distante. Pero siento que es lo que necesitas. Yo soy capaz de hacer cualquier cosa por vos, la que sea y lo sabes— Sentí que la rabia me quemaba por dentro

— ¡No sabes nada! Es momento de terminar con todo esto. No quiero que hagas más sacrificios por mí. Quiero que empieces a pensar en vos, en lo que te hace feliz, en lo que necesitas y en lo que te da placer.  Basta de pensar en mis necesidades. ¡Hoy quiero que te concentres en las tuyas!

— Micaela, ¡no sabes de lo que estás hablando!— Habló muy nervioso.

— Sí, lo sé y te lo voy a demostrar.— Expresé firmemente, levantándome de la cama y tirando su camisa al piso.

Me volví a acercar a Bruno y puse mis manos en su pecho e intente besarlo. Pero él me sujetó por los hombros, impidiendo que yo me acercara.

— Micaela, ¡pará antes de que sea demasiado tarde! — Pidió con la voz desesperada, pero sus ojos hambrientos recorrían todo mi cuerpo. — No queres que nuestra primera vez sea así, mal hecha y de cualquier manera.

Estaba con rabia, ¡mucha rabia! Y mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

— ¡Estoy harta, Bruno! ¡No te atrevas a decir una vez más que es lo que yo quiero o dejo de querer! — Gritaba en forma desesperada mientras que él no hacía más que mirarme fijamente a los ojos. — ¡No quiero que estemos en cuartos separados, no quiero tiempo, no quiero establecer ninguna distancia entre nosotros! ¿Por qué no podes creer en lo que estoy hablando? ¡Leé mis labios! Yo quiero hacer el amor con vos ahora, ¿entendisté?— Cerré los puños y comencé a golpear su pecho mientras hablaba y lloraba a la vez. — Yo quiero que pierdas el control, que pierdas todo ese maldito control, me agarres y me hagas tuya. ¡Mierda, yo te amo! ¿Me escuchasté? Yo te quiero, yo te amo y yo te...

Dejé de hablar cuando Bruno sujetó mis puños que lo golpeaban.

— ¿Que dijiste? — Preguntó él seriamente. — ¿Vos me amas?

Más Que Hermanos [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora