52 (Primera Temporada)

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Narra Bruno:

La arrastré a Micaela de la cocina, pasando por una Florencia que me miraba con los ojos bien abiertos y sorprendida por mi reacción. Abrí la puerta que daba al jardín y caminamos un poco hasta quedar debajo de uno de los árboles que teníamos. Estaba bastante oscuro y creí que aquello era bueno, ya que no quería que ella viera la expresión de mi rostro, que con certeza podría revelar mucho más de lo que a mi me gustaría.

Al principio nos quedamos en silencio, como si ninguno de los dos supiese bien qué era lo que estabamos haciendo ahí, ni mucho menos qué decir. Ella cruzó sus brazos, y yo apoyé la mano en el tronco del árbol en cuanto colocaba mi otra mano en la cintura.

— Entonces, ¿es verdad?— Pregunté, finalmente rompiendo con el silencio. Micaela miró para sus pies, que se movían nerviosamente. Ella parecía estar incómoda, pero yo volvi a insistir.
— ¿Es verdad que lo besaste a Matías hoy?

Micaela dejó de mover sus pies, respiró profundo y erguió su rostro. Estaba oscuro, pero aún así podía ver sus ojos. Aquellos ojos que me hacían olvidar de todo desde la primera vez que la vi. Sus ojos eran grandes y expresivos. Su alma se derramaba por ellos, transmitían toda su personalidad dulce y sensible. Yo amaba esos ojos verdes y siempre los amaría. Y ahora ellos me miraban avergonzados, y eso me dolía.

Tal vez— Respondió insegura. Los celos comenzaban a apoderarse aún más de mí

¿Tal vez? ¿Qué es lo qué eso significa? O besas a alguien o no lo besas, pero no existe el término "tal vez"— Dije confundido  y después otro pensamiento surgió en mí.— ¡Espera! Ustedes dos hicieron más cosas, ¿es eso? ¿Matías se aprovechó de vos? ¿Él te forzó a hacer alguna cosa? Vos..

¡Basta Bruno!— Me gritó ella, interrumpiendome bruscamente. ¡Yo no lo besé a Matias! ¡No pasó nada entre nosotros!- Y yo la miré sorprendido

¿Cómo? Pero yo te escuché cuando le dijiste a Flor que...

Yo mentí — Respondió, cortandome nuevamente y mirándome avergonzada.

¿Por qué?— Pregunté aliviado al saber que todo había sido una mentira y que ella no había besado a nadie.

Porque Flor no paraba de insistir con ese tema y yo ya estaba cansada de vivir inventando excusas. Así que creí que era mejor decirle que lo había besado a Matías y así poder terminar con toda esa historia.— Respondió enojada.

¿Pero vos querías besarlo?—Pregunté y ella apenas afirmó con la cabeza. Finalmente, los celos pudieron más que yo y terminé explotando. Micaela, todavía sos muy chica y podes esperar. ¡No hace falta que aceptes besos por parte de cualquier idiota!— Dije imitando el tono de voz con el que papá solía hablar. — A fin de cuentas, ¿para qué queres besar tanto a alguien? Ella colocó sus manos en su cintura y ahora estaba irritada.

¿Qué tipo de pregunta es esa? Entonces, ¿por qué vos sí podes besar a alguien?

Porque... Porque no tengo otra elección— Dije, sabiendo que mi respuesta era pésima. Ella me miró con el ceño fruncido.

¿Cómo? ¡Todo el mundo tiene una elección!

"No. Yo no la tengo." Pensé en cuanto la miraba amargado.
"Porque si la tuviera, solamente te besaría a vos" Ella continuaba mirándome, esperando una respuesta.
Acaricié su rostro con mi mano, sintiendo como los sentimientos se quemaban adentro mío.
¿Qué sucedería si yo bajase un poco mi cara y tocase sus labios con los míos?

¿Qué pasó, Bru?— Preguntó colocando su mano encima de la mía, parecía estar preocupada. — ¿Por qué estás tan triste?

"Porque te amo y nunca voy a poder tenerte", mi corazón gritó.
Yo nunca podría saber cómo sería sentir su piel suave junto a la mía, cómo sería la sensación de enterrar mi rostro en sus cabellos ni cómo sería sentir el sabor de su boca. Micaela nunca podría ser mía.

Porque soy un tonto.— Dije  finalmente— Y tal vez, Flor tenga razón, y solamente soy un hermano muy... celosoMicaela me miraba de forma extraña, inexplicablemente parecía estar decepcionada. No sos más una nena y ya sos toda una mujer, y tengo que aprender a lidiar con eso.— Dije en cuanto sacaba mi mano de su rostro.
— Creo que todo este cambio pasó muy rápido y no me di cuenta. ¿Soy un hermano muy desatento?

Intenté hacer un chiste, pero hasta yo sabía que no estaba bien.
Micaela abrió su boca para decir alguna cosa, pero creía que lo mejor era alejarme lo más que podía. Le dí un beso rápido en la mejilla y le dije: Voy a entrar para poder bañarme

Dándole la espalda, la dejé sola en el jardín. Dividido entre la sensación de haber tomado la decisión correcta al cumplir con mi papel. Pero a su vez, tenía la impresión de que había tomado la decisión más estúpida de toda mi vida.

Fin del flashback.

Fijé mi mirada hacia el paisaje y me forcé a volver al presente.

— No quiero seguir viviendo de esta manera, Paio. — Dije de forma aspera
— Temiendole a la verdad y hasta avergonzado de mis sentimientos.

— ¿Y qué es lo qué pensas hacer?— Preguntó él preocupado, parado en frente mío.

Suspiré frustrado por un segundo al pensar en lo complicado que era todo, pero a su vez sabía que todo esto valía la pena y que Micaela era la mujer de mi vida.

— No lo sé, amigo, no lo sé. Pero nunca más voy a estar sin Micaela, nunca más.

Más Que Hermanos [Adaptada]Where stories live. Discover now