20 (Segunda Temporada)

583 37 13
                                    

Narra Micaela:

Cuando me di cuenta, Bruno ya me había arrastrado hasta el probador. Él hizo todo eso sin despegar su boca de la mía, ni por un solo segundo.
Bruno me acorraló contra la pared mientras que sus manos corrían rápidamente por los laterales de mi cuerpo.
Me sujetó por la cadera, provocando que yo diera un salto y que lo abrazara por las piernas.

Yo no me estaba reconociendo a mí misma. ¿Quién era esa Micaela que estaba revelándose adentro de un probador?
Con total seguridad, esa Micaela era toda una sorpresa para mí, una extraña que parecía estar tomando cuenta de mi cuerpo y de mis actos. Pero al fin y al cabo, él era mi marido, ¿no?

Bruno... — Murmuré en su oído.

Micaela... — Decía mi nombre, respirando fuerte en mi cuello.—¡Me estás volviendo loco!

De repente, fuimos sorprendidos por un golpe en la puerta.

¿Necesitas ayuda?—Escuchamos que el vendedor preguntó.

Aquello me despertó del estado alterado que estaba teniendo y asustada por la situación, me alejé bruscamente.

No, gracias — Respondió Bruno, nervioso.

Escuchamos los pasos del vendedor alejarse. Por un instante, estaba cabizbaja, sin saber cómo actuar.

Te voy a esperar afuera—Informé antes de abrir la puerta, espiar y huir rápidamente.

____________________________________

Narra Bruno:

"¡Idiota, idiota, idiota!" Era todo lo que podía pensar mientras veía cómo Micaela se alejaba. Y comencé a golpearme la cabeza contra la pared porque una vez más yo lo había arruinado todo. Pero es que fue imposible contenerme...

Durante todas las santas y malditas noches de este mes, yo llego a las puertas del paraíso solamente para ver cómo sus portones se cierran adelante mío.

Sin dudas, estas semanas han sido la mayor prueba de resistencia que haya pasado en toda mi vida. Estar con Miaela, tocarla, besarla y sentirla toda la noche era, al mismo tiempo, una bendición y una maldición.
Cuando estamos juntos me siento más vivo que nunca. Pero cada noche también me muero un poco, porque estoy imposibilitado a acercarme a ella de la manera que yo tanto deseo.

Estar en la cama con Micaela es como tener un pie en el cielo y el otro en el infierno. Pero a pesar de todo, no cambiaría esos momentos por nada.

Hace unos minutos cuando me besó, de esa manera tan apasionada y natural, tan parecida a esa Micaela con la cual me casé, fue imposible resistirme.

Ella estaba tan linda y seductora en mis brazos. Por primera vez, aceptando un cariño un poco más osado...

¡Por poco no pierdo la cabeza! Claro que no quería que nuestra "primera vez" fuera de esa manera apurada y mal hecha, en un lugar público y pensando apenas en mi satisfacción.

Me sentía dividido entre los sentimientos de culpa y vergüenza. ¿Cómo encararla a Micaela después de lo que pasó?, ¿qué es lo que ella debería estar pensando sobre mí?, ¿estaría dispuesta a darme una chance para hablar? En fin, me cambié la ropa, separando lo que había decidido llevar y salí del probador.

El vendedor ya me estaba esperando y rápidamente agarró todo lo que le extendí. Micaela me estaba esperando mientras examinaba, distraída, algunos pares de zapatos. Me pare a su lado, sin poder mirarla.

Mica, perdón y... — No sabía que más decir.

— No pasa nada. Yo estoy bien—Dijo ella calmamente.

Pagué las compras y permanecí a su lado, sin saber cómo actuar.

— ¿Vamos a comer? — Propuso Micaela, sonríendo levemente.

____________________________________

Narra Micaela:

Mientras caminábamos por el shopping, podía sentir lo tenso que estaba Bruno. Lo miré rápidamente y, una vez más, admiré lo lindo que él estaba. Con esa ropa nueva, su porte llamaba mucho más la atención.
Mirando a mi alrededor, me di cuenta que no era la única que lo observaba. Varias chicas lo miraban con miradas de complicidad entre ellas. Él estaba silencioso, mirando para cualquier dirección menos para mí.

Optamos por comer en un local de comida rápida. Después de que nos sentaramos solos, de frente el uno para el otro, Bruno comenzó a hablar.

Mica, quiero que sepas que estoy muy arrepentido por lo que pasó hoy en el local y sé que no me comporté bien. Pero espero que puedas entender la situación y que me perdones—Miré su cara que estaba triste. Vi sinceridad en sus ojos y verdad en sus palabras. Entonces, retruqué con la misma honestidad.

No hay nada de lo que tengas que arrepentirte, ni hay nada que yo te tenga que perdonar. En todo este tiempo, fuiste maravilloso cuidándome y respetándome. También fuiste gentil y paciente—Suspiré.—Creo que tu reacción fue lógica.

Cuando esclarecí todo, Bruno relajó su cuerpo y esbozó una sonrisa. Él sujetó mi mano por arriba de la mesa, entrelazando nuestros dedos.

¿Sabías que sos increíble?—Me dijo con la mirada llena de gratitud.

No lo soy. Sé que en estas últimas noches, hice que tu vida no sea para nada fácil — Al decir aquello, tenía plena consciencia de que estaba muy colorada.— A veces me pregunto si no sería mejor para vos que dormamos separados...

¡Eso está fuera de discusión!—Retrucó firme, cortando todo lo que estaba diciendo. — Para mí, sería una tortura no dormir con vos. Quiero estar a tu lado todas las noches y despertar viendo tu sonrisa — No podía evitar sonreír al escuchar decirlo todo esas cosas

Pero sé que eso ya no es suficiente para vos.

Deja que yo decida qué es suficiente para mí — Esclareció antes de llevar mi mano hasta sus labios. — Solamente te pido que no te alejes de mí, ¿está bien?

Está bien, si vos crees que eso es tan importante... — Acepté, dudando.

Vos sos lo más importante para mí

"¿Qué hice para merecer que un hombre así me diga estas cosas?"pensé encantada.
Estábamos perdidos mirándonos a los ojos, cuando sentí una presencia a nuestro lado, junto con un perfume fuerte y marcante.

¡Hola, Brunito! — Dijo una voz feminina, enfatizando bien la "O"— ¡Qué bueno verte por acá!

Levanté la mirada y encontré a la mujer mejor vestida que yo había visto en toda mi vida. Alta, blanca, piernas largas y pelo lacio en el tono castaño oscuro. Su maquillaje también estaba perfecto. Su ropa debía ser de alguna marca muy importante. Todo en ella, demostraba riqueza, buen gusto y mucha personalidad.

Hola, qué sorpresa verte acá—Le dijo Bruno a la recien llegada.
Después se levanto para poder darle un leve beso en la mejilla.

Nota: Si quieren elijan el nombre de esa chica, no es necesario que sea de Combate jaja.

Más Que Hermanos [Adaptada]Where stories live. Discover now